Masculinidades y empleo

sábado, 4 de enero de 2014

El burr@ y la zanahoria. Arrobas y algarrobas.



Yo soy un burro. Posiblemente somos los hombres muy burros. Pero no es escapáis, la otra mitad de la población también sois unas burras. ¿Ves como somos iguales? Empezamos en un glorioso empate, aunque no lo sepamos, no nos lo creamos, o nos creamos con más fuerza cuando nos decimos lo contrario. Me da igual, no compito a ver quién es más burr@.




Somos unos burros diferentes, sois unas burras diferentes. Somos diferentes a ellas y a su vez estamos mezclados con ellas en muchos aspectos.

Perseguimos zanahorias. Hay muchos que llevan una zanahoria pegada a una distancia de su cuerpo, pero no todos la tienen ni mucho menos. No parece que se lo planteen o la necesiten. A las burras les ocurre parecido, de entre las orejas les sale un palo, y al final del mismo les cuelga una zanahoria. Tampoco la tienen todas.

Los palos son diferentes. En algunos hay colgadas distintas cosas. Ropa tendida, monederos, libros, fotos, personas, recuerdos, palabras apuntadas, las motivaciones y sus sueños…

La mayoría de las burras y la mayoría de los burros tienen dueño. ¿Y hay dueñas? Algunas tienen dueña, y por otro lado pocos hombres parece que tienen una. Algunos y algunas parece que no tienen quien les dé sus @ (arrobas) o sus necesarias algarrobas y zanahorias.

Yo soy un burro. Observo y me pregunto muchas cosas.
En muchas burras y en muchos burros, con @ o sin ella, observo que desde sus orejeras salen unas riendas. Esas riendas comunican con las manos de sus dueñ@s, quienes mandan hacia dónde van los burr@s. A veces van para la derecha, a veces van para la izquierda, en ocasiones caminan con un ARRE, y muchas otras, tras un simple SOOO, se quedan quiet@s.

¡Atención, pero qué veo! Vari@s  burr@s, son muy poc@s por cierto,  en vez de un palo  es su propio brazo  quien lleva la zanahoria con la mano extendida.
 La zanahoria equivale a sus propósitos, motivaciones, sentidos, o anhelos. En el brazo a veces extendido, a veces doblado, llevan colgadas las algarrobas necesarias para nutrirse por el camino. ¿Os dais cuenta? ¡Depende de cada uno y de cada una tener dueñ@, o ser nosotr@s mism@s quienes perseguimos los sueños con la mano!

Yo soy un burro. Tengo zanahoria. ¿Tendré dueñ@? ¿Tendré algarrobas? No lo sé. Por lo menos hoy estoy jugando con las arrobas y algarrobas, mientras hablo de los sueños.

¡Qué extraño! Es como estuviéramos atad@s a unas cadenas con sus respectivos candados. Y a su vez a la distancia de nuestro brazo, en el suelo, estuvieran depositadas unas llaves. ¿Qué perdemos con probarlas? ¿Por qué si estamos encadenad@s, no intentamos soltarnos con las llaves que tenemos a mano, a nuestro lado? No cuesta nada, ¿qué perdemos con probarlas? Entiendo la pereza si es quimera, pero no son quimeras, son utopías o sueños. Aún no son realidad, están en otro tiempo u otro lugar pero si trabajamos duro en la dirección adecuada se conseguirán.

¡Vosotros y vosotras haced lo que queráis! Ja ja ja , perdonad que me ría y me dé la risa floja. ¡Es que soy muy burro! ¿Dónde está mi brazo?, me pregunto, ja ja ja. Me acabo de dar cuenta de que alrededor de mi brazo hay una estructura que comunica mis orejeras con mi zanahoria, y con unas riendas que están sueltas y arrastro por el suelo, ja ja ja.





¡Qué burro soy, me parto de risa! ¡Qué buena manera de empezar el 2014! Ja, ja, ja. Yo me quito esa estructura con mis manos. ¡Me acabo de caer del burro!
 De momento no sé si tengo dueñ@  o si conseguiré algarrobas para comer por el camino pero  llevaré mi zanahoria a partir de ahora libre de miedos aprendidos, solo valiéndome de mi brazo.

¿Me acompañas amig@ burr@? Pregúntale a tu dueñ@ y si me aceptas el consejo ¡no se te ocurra por si acaso!


¡Feliz 2014!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡ Muchas gracias por regalarme tu opinión !