50 ¿Si eres
asexual, eres menos hombre?


Tenía buenas amigas pero no sentía nada sexual por ellas. Llegó a pensar que podía ser homosexual pero tampoco sentía nada por ellos. En la radio le habían enseñado una nueva etiqueta que podría servir para rebajar algo su ansiedad: ¡resulta que era un chico asexual! Jaime en vez de encontrar respuestas, lo que hizo fue cambiar de pregunta.
- ¿Si soy asexual, seré menos hombre?- se preguntaba.

El machismo es una ideología de poder y dominación de las mujeres. A esa ideología le interesan hombres agresivos, sexualmente muy activos, "adictos al sexo", impulsivos, arrogantes, vanidosos... Al patriarcado le interesa hombres sin control de su subjetividad, sin control emocional, con una identidad masculina tendente a un único modelo. Se parecerán entre si aquellos hombres que se socialicen imitando ese modelo concreto de virilidad. Pero en el fondo sabemos, hombres y mujeres, que cada hombre es único, máxime si se trabaja a si mismo en libertad, según sus propios rasgos individuales.
Los sentimientos de éxito o fracaso en el campo afectivo-sexual, en los hombres, está atravesado queramos verlo o no, por el modelo de masculinidad que encarnemos. Al protagonista de esta viñeta (Jaime) le vendría bien hacer limpieza de muchas influencias externas e internas que le "desubican" y le dificultan la vida. Con un trabajo personal se conocerá mucho mejor. Con un disfrute de las relaciones "sin agobios", sin presiones externas ni internas, permitirá que surja lo que tenga que surgir. Habrá mayor auto-aceptación. La sexualidad tiene un componente bio-político (Foucault). Aquellas personas, militantes del patriarcado que se crean un "esencialismo" masculino, instintivo, determinista biológico, un naturalismo con una impulsividad genética, les parecerá "lógico" que la prostitución, por poner un ejemplo, tenga una función social positiva y preventiva de las violaciones de mujeres y del abuso sexual, cuando en realidad no es más que un oasis patriarcal donde se desarrollan impunemente las relaciones de poder de dominación/sumisión. La satisfacción sexual que dicen saciar con la prostitución no hace más que calmar durante un instante una "perversa adicción" amén de mirar para otro lado sobre las fallas terribles en materia de Igualdad de las relaciones de pareja.
Estos dos casos, Jaime y un "prostituidor", probablemente son los extremos opuestos. Jaime puede ser un indicador indirecto de todo esto, o viéndolo positivamente puede reflejar una grieta del patriarcado o representar sutilmente una acción social y cultural de resistencia política, aunque él no lo sepa. De momento, para Jaime esta nueva etiqueta le reduce la ansiedad (provisional) para digerir el ser una masculinidad NO hegemónica, pero a mi me gustaría que fuera el comienzo de un bonito viaje de comunicación afectiva, de ricas relaciones sexuales "a su modo", de unas relaciones de género igualitarias, de tú a tú, íntimas, "dérmicas", placenteras, que miran a los ojos, con una "antropología del cuerpo" real, positiva. Insisto en rechazar una sexualidad no "falocéntrica", no "coitocéntrica exclusiva", y por supuesto sin violencia.
A esta sexualidad que tiene en cuenta la perspectiva de género, es inclusiva,y diversa,
habría que añadirle una demanda social y cultural, un prestigio estructural, para que fuera algo valioso y deseado por más personas cada vez. En cierta forma "cada cama es soberana" y esta es una idea poderosa y muy esperanzadora.