¿QUIÉN SOY?




Este es el blog de MANUEL BUENDÍA BERCEDO. Pretendo mostrar una propuesta profesional y particular acerca de la Igualdad de Género y las Masculinidades. Veremos algunas respuestas a la pregunta anterior pero sobre todo, haremos muchas más preguntas para invitar o implicar a otros hombres en la Igualdad.



martes, 16 de julio de 2013

El virus de la empatía le cambió la vida



Ha vuelto a pasar. Podemos decir que en mi caso, aunque parezca algo muy raro o paradójico, el virus de la empatía me ha destrozado la vida. (Empatía) Ahora que me miro al espejo, resulta evidente que me está ocurriendo otro brote. Todavía no me he repuesto del anterior, ocurrido hace poco menos de tres meses.¡ Mierda! Cada vez son más frecuentes, y de mayor intensidad, el efecto tarda mucho más tiempo en pasarse. Es posible que no estéis entendiendo nada, debo contarlo y empezar por el principio. Necesita todo esto una explicación, aunque ni yo mismo lo entienda.

Mi nombre es Adrián. Soy un hombre normal. O al menos eso creía antes del año 2000. Un tipo vulgar, del montón.  Ahora no lo soy, no cabe duda y nadie me ha dado una razonable explicación. Por aquel entonces vivía en Barcelona, cerca del barrio de Sarriá. Tenía un trabajo normal, en una calle normal. Cada mañana me dirigía a la oficina por rutina. El empleo no era gran cosa. Trabajaba como comercial en una empresa de repuestos para impresoras, cartuchos de tinta, y demás piezas. Sin ir demasiado lejos me eché novia formal buscándola en los mismos 55 metros cuadrados de todos los días. Ella se llama Elvira, trabajaba como administrativa y estuvimos muy enamorados.

Elisa  pertenecía a una ONG de cooperación y ayuda al Desarrollo muy conocida. Los valores solidarios y la ecología política siempre le dieron sentido a su vida. Colaboraba su asociación, por aquel entonces, con Médicos sin fronteras (msf), que a su vez tenían proyectos muy avanzados como contraparte, en Perú y en la República Democrática del Congo, sobre los que tenía mucho interés. 
Por tanto, se puede decir que me hice solidario por amor, como si pudiera ser por otro motivo, o quizá era por interés, en realidad no lo sé, supongo que me estoy explicando.

Todo parecía muy bonito. Vivíamos en una nube. Entre polvo y polvo, intercalábamos reuniones de la asociación, con sesiones de cine en versión original, bailes multiculturales, e interminables charlas en la oficina programando los viajes que nos daríamos por todo el mundo.

Ella estaba separada, su matrimonio le duró muy poco, tan sólo 5 años, pero ni yo le pregunté nunca sobre su vida anterior ni ella tuvo la necesidad de decirme nada. 
Por mi parte, se supone que tenía novia, nada serio, de la cual  me deshice en seguida, tan pronto vi que toda mi atención se centraba en Elisa. No saquéis más conclusiones por favor, siempre he sido un buen tipo, quizá algo superficial, pero de buen corazón.

Al verano siguiente ya fuimos capaces de ahorrar el dinero suficiente, con una parte subvencionada, para enrolarnos como cooperantes en el proyecto Tanganyika, cerca de uno de los grandes lagos. No es el momento explicar nuestra fascinación por este gran país. Es un escándalo ecológico saber de sus riquezas mineras, o de ser el granero de África por su gran potencial agrícola  y sin embargo es uno de los países más pobres de la tierra. (El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo-PNUD lo coloca en el puesto 187). Nuestro trabajo consistía en dar apoyo a unas maestras del colegio y a un puesto de atención sanitaria en una aldea. Mi tarea consistía en ordenar el dispensario de medicinas, pequeños objetos , ropa y gafas de sol que había que arreglar de segunda mano o mejor dicho de segundos ojos . Siento un poco de verguenza al decirlo pero hasta ese momento, no había caido en la cuenta en toda mi vida que las compresas u otros accesorios de la higiene femenina, podían ser interpretados como de primera necesidad.


A las dos semanas empecé a encontrarme mal. Comenzó a dolerme mucho la cabeza. En realidad, lo primero que me ocurrió fue una disfunción erectil, pero no le di más importancia. Le siguieron nauseas, vómitos, fuertes dolores musculares... y tras los escalofríos me apareció una fiebre intensa que ya no se me quitó en todo el rato. El diagnóstico parecía evidente, un tipo de paludismo . Al final me explicaron que mi caso, aunque pareciera un poco fantasioso, difícil de creer, podía ser una modalidad muy rara relacionada con la empatía hacia las mujeres. La enfermedad era producida por un parásito, el plasmodium empátheia, que se había transmitido a los hombres, directamente de los gorilas machos, de macho a macho. El vector de transmisión era un mosquito de la familia de los Anopheles. En todas las variantes los machos no pican. Se alimentan de néctares y jugos. Y son las hembras de mosquito las que se alimentan de sangre para madurar sus huevos. Hasta aquí es conocido y lógico. Pero en el caso del Anopheles generae empátheia, la particularidad es que los mosquitos hembra únicamente pican a varones. Y el enfermo, cuando se inmuniza, se queda con unas secuelas que consisten en revivir sentimientos de empatía hacia diversas  desigualdades de género. Resulta dificil de creer pero eso es lo que pasó. El caso es que tuve unas fiebres muy altas, durante muchos días, de tal manera que llegué a pensar que era el final. Estaba  tan delicado, que no era muy sensato en esos momentos una evacuación y su particular viaje en avión de vuelta a España.

Mis constantes vitales, dentro de la gravedad y tomando las medicinas oportunas, fueron poco a poco mejorando. Elisa se quedó allí. Era feliz, hacía falta, y es lógico que después de tanto tiempo ansiando con aquello, estaba claro que era ese su destino definitivo.

Mi solidaridad se acabó allí. Volví a Torrelavega, a casa de mis padres. A pesar de buenos alimentos y una vida tranquila, mi recuperación tardó en volver. Durante mucho tiempo no pude trabajar. Eso es lo que me pasó y ya os lo he contado.


A partir de aquel viaje mi vida cambió por completo. Cada cierto tiempo me ocurrían sucesos como el que ahora relato, cada vez más frecuentes y de mayor intensidad.
Me levanto por la mañana y a pesar de seguir teniendo un nivel de consciencia suficiente para saber quién soy, sin embargo al mirarme al espejo veo otra persona. En cada brote una persona distinta, con un aspecto diferente, siempre mujeres, y con una problemática diferente.

¡Mierda! Ha vuelto a pasar, me repito una y mil veces. Miro al espejo y veo en este caso a una mujer, más joven que yo, de unos 28 años. Me siento una mujer cansada, muy triste, con la autoestima por los suelos.


Cuando me miro a los ojos, veo en uno de ellos, un enorme moratón que parecía un maquillaje de mal gusto. Estoy confuso. Durante los siguientes diez minutos, el Adrián que anoche se había acostado con un par de copas de más, como si fuera una extraña resaca, poco a poco me voy dando cuenta que tengo el ojo hinchado por un puñetazo. ¿Qué me ha pasado? Empiezo a recordar que me habían dado un golpe con el puño. Recuerdo una discusión con un hombre que se había vuelto violento. A pesar de no tener ni idea quién era esa mujer, tenía la sensación de que había ocurrido muchas más veces.

No entendía por qué me sentía avergonzado, ¿o era avergonzada?, por lo que había sucedido. ¿Iría a la policía? ¿Tendría que ir a urgencias? Pero, ¿y qué digo?, que me llamo Adrián, que tuvo un paludismo de la empatía en el congo, pero siendo una mujer a la que ni siquiera sé cómo se llama, le han hinchado un ojo, el que se supone que es mi marido? Eso es ridículo, no puede ser, y nadie me va a creer, pensarán que me he vuelto loca…

¿Tendré yo la culpa? Seguramente me ha ocurrido por no haber sabido controlar la situación. Tal vez eso ha ocurrido a menudo, y con el tiempo tenía que haber aprendido maneras de evitarlo. ¿Pero por qué estoy pensando esto? Eso es ridículo, nadie es culpable, ni lo puede ser, de que  lo maltraten. La naúsea era insoportable. Decenas de casos había escuchado en la televisión sobre noticias de mujeres muertas, y había cambiado de canal, había mirado para otro lado, o lo que es más terrible, me había instalado en la repulsa automática políticamente correcta, sin haber tenido el más mínimo ápice de empatía, o emoción auténtica. ¿Pero qué había hecho yo siendo un hombre? ¿Pero es que no lo soy?


Fui a la cama y allí había ropa de mujer. Me desnudé a todo correr y el espejo me regalaba sin ninguna duda el cuerpo magullado y desnudo de la misma mujer. Se apreciaban numerosos golpes en otras zonas. Algunas lesiones parecían antiguas. ¡Tengo que pedir ayuda, pero no sé a quién!
El miedo y el horror me dejó paralizada. Durante dos o tres días me informé, indagué en internet, fui a la policía ( sin entrar), revisé papeles, cajones, armarios... Tras meditarlo mucho decidí esperar a que todo pasara. Lo tenía muy claro, la persona que me había hecho todo eso era un hombre con el que habia sido feliz. Si me esforzaba podría volver a pasar el volver la armonía. Además, toda la casa estaba llena de fotos familiares, había menores. Estaba la mujer que ahora veía en el espejo, junto a un hombre, de aspecto normal, un tipo vulgar, del montón. Y con una sonrisa que me producía un sollozo incontrolable y una terrible dependencia emocional, se le parecía, pero era muy diferente a lo que había sentido por Elisa. A media mañana del cuarto día, estaba tan cansada que poco a poco me fui quedando dormida, con la esperanza de que todo hubiera sido una pesadilla, con la esperanza de volver a ser el Adrián de siempre. Mucho me temo que el virus, parásito o bacteria de la empatía, lo que demonios fuera habían cambiado mi vida para siempre.
( Adrián es el personaje nº3, miembro de un grupo de hombres).

martes, 9 de julio de 2013

La felicidad interior neta (es el F.I.N.), Bhután y otros memes



El PIB, o producto interior bruto es muy conocido. Suponemos que es un indicador económico que mide la riqueza de un país o un grupo, y así permite comparar  la actividad económica. Como todo  buen indicador, indica. Previamente hubo que inventárselo o confeccionarlo con unas intenciones, objetivos, estrategias, para que después pudiéramos saber hacia dónde caminamos, si para adelante o para atrás, o bien seguimos estancados en el mismo sitio. El gráfico de toda variable nos regala el estado de la situación en el tiempo. Nos ayuda a hacer un buen diagnóstico, a conocer la realidad.

Por otra parte ahora no corresponde hablar mucho de la memética de Richard Dawkins, el autor del gen egoísta. Baste afirmar que muchas veces somos correa de transmisión de ideas,  dichos, frases pegadizas, llamados memes, que repetimos o replicamos por contagio por las razones que sean. Es un elemento de la difusión cultural. Muy a menudo se propagan porque son ocurrentes, novedosas, pegadizas, suponen unas proyecciones inconscientes de otras ideas que no nos atrevemos a explicitar, suenan coherentes en una simple mirada, o porque es acorde a nuestra estrategia ideológica o a los intereses ajenos. Muchísimas veces es más sencillo, las decimos sin pensar. Dejar de ser superficial es muy sencillo, únicamente hay que cambiar de plano,  viajar hacia el interior o levantar los ojos del suelo, y ponerse  en camino.

Hace años que le vemos fallas al propio concepto de PIB, y al crecimiento en su conjunto. La crisis lo ha trastocado todo. El caso es que, sin saber demasiado, el PIB no parece que atienda o incluya aspectos o indicadores de desarrollo humano, donde mida lo importante, es decir, el bienestar o la felicidad de la gente.

Pues bien se repite a menudo, para mi gusto demasiado, ahora podemos decir que es un meme replicante muy viralizado, que existe un país en el Himalaya llamado Bhután, que allí, en vez del PIB, utilizan un indicador mucho más adecuado que lo llaman FIB, felicidad interior bruta, que es lo que explica que sean más felices.

Vale, de acuerdo. No sé nada de Bhután, pero tendrá remedio, habrá que enterarse para ver si es verdad. Miradas superficiales nunca me han valido. En el árbol del conocimiento prefiero interrumpir momentáneamente cada pequeña rama con una pregunta dejada sin resolver, para que el brote siga creciendo cuando pueda en vez de podarlo o talarlo con respuestas. Soy buscador y curioso, y agradezco a Carlos Benito, a David Valera, y a San Google haber sido compañeros de búsqueda en este tema.

Todo empezó en 1974, en la coronación del Rey Jigme Singye Wangchuck, que proclamó unas palabras a su pueblo. Explicó que la F.I.B. era más importante que el P.I.B.

Bhután exporta felicidad según sus embajadores y pretenden expandirlo. Utilizan el F.I.B. como baremo para medir el desarrollo. Suena raro pero somos todo ojos y oídos.

Desde entonces cada vez que alguien de la casa real viaja por el mundo lo explica de nuevo como un mantra. El propio primer ministro Jigme Thinley en 2010 lo volvió a recordar en nuestro país, en unas jornadas sobre la felicidad organizadas por Cocacola, ¡ay!,  donde propuso instaurar este índice F.I.B. en todo el mundo. I Congreso de la Felicidad Eso ya mosquea pero no lo critico.

El partido Paz y Prosperidad de Bhután en 2008 obtuvo 45 de los 47 escaños (¡ay!).
Tienen entre 10 y 14 mujeres en puestos de representatividad. Ocupa el puesto 109 del ranking de países en este aspecto. Según InterParlamentary Union, cuatro mujeres en el Parlamento y seis en el Senado. En una entrevista realizada en Japón al primer ministro, ante la pregunta ¿cuál es la situación de la mujer en Bhutan? Responde:

Las mujeres tienen poco motivo de queja. Nuestro relieve montañoso las ha complicado y dejado relegadas. Hay catorce mujeres en cargos en total pero representarán el 30% en las próximas elecciones. Les rogué para que se presentaran el año pasado. (¡Ay, ay!)

Tomemos uno de los indicadores que miden las desigualdades de género. En el Indice de equidad de género   (IEG) en su informe del 2010 no aparecía Bhután ¡vaya! Resumo los tres apartados de desigualdades que mide 1) Educación 2) Actividad económica 3) Empoderamiento. En el 2012 en el global están empatados con paises como Benín, Camerún o Guinea Ecuatorial. Concretamente el apartado de empoderamiento es el peor suspenso que tiene, con 9 puntos sobre 100, claramente a la cola junto a paises como Kiribati.

En España no hemos sido capaces de incorporar del todo una perspectiva de género con su correspondiente informe de impacto de género a todas las leyes que salen en España, y sin embargo me ha resultado curioso que en Bhután, evalúan las nuevas leyes en función de su también transversal Felicidad Interior Bruta, ¡curioso!


Bhután presume de ser uno de los países más felices del mundo. Según la Universidad de Leicester (Adrian White 2006),  es el octavo país en términos de felicidad, a pesar de ser el 156 en términos de PIB. Si preferís ordenarlo de otra forma es el nº17 por la cola según The Economist.

Pues bien, el 52% de la población dice que es feliz, y otro 45% lo es mucho. Solo el 3% se declara infeliz. Los otros siete países que le ganan según Leicester son Dinamarca, Suiza, Austria, Islandia, Bahamas (¡ay!), Finlandia y Suecia, es todo bastante más lógico. Lo de Las Bahamas, no sé si ponerme a temblar o reconocer que es fácil ser feliz viviendo en paraísos fiscales.(¿?)

Geográficamente Bhután es un pequeño país como Suiza, Islandia, o del tamaño de Extremadura, fácil de gestionar, con 700.000 habitantes. En medio del Himalaya, posee una belleza medioambiental, de la naturaleza… 
Se independizó de la India en 1949, y fue protectorado inglés hasta 1970. Después quedó como monarquía absoluta.

Tienen una tasa de alfabetización según distintas fuentes entre 42% y 59%. ¡Ay! Esto si suena raro. ¡Ay que me lo estoy temiendo, que de la  mitad analfabeta la gran mayoría son mujeres! En la parte de educación del I.E.G. es lo más desarrollado, es de 77 sobre 100. Nuestro país tiene 99.

En teoría han ratificado y firmado la CEDAW(Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer), pero están vigilados por el Comité. No quiero desconfiar, pero si eres hombre y no tienes suerte de pertenecer a la numerosísima casa real, puedes meterte a  monje. Me explico.

No me gustan las descompensaciones. En Luxemburgo al parecer el 15% de la población trabaja en banca y finanzas. En España sería como tener 6 millones de bancarios, tantos como extranjeros. (¡Ay!) ¿Seríamos más felices si nuestra economía se basara en eso? Pues en Bután, el 20% de los 700.000 son monjes budistas que viven en monasterios. ¡Qué raro! No me ha sido fácil averiguarlo, pero la grandísima mayoría hombres. En España sería como tener nueve millones de hombres dedicados a la meditación. (¡Ay!) Ambos casos, incluyo Luxemburgo, por razones distintas, no son cuestiones universalizables, me refiero a la intención de exportar la felicidad de un sitio a otro. Hablan que en Bhután infravaloran lo material respecto a lo espiritual. ( En principio no me parece mal).


Respecto a la Esperanza de vida ha subido mucho en poco tiempo,  de 62 años, a 67,01 para los hombres y 68,79 para las mujeres. Están también en el puesto 156, bastante perdido. Puede parecer una felicidad un poco floja. No miremos fuera para escurrir el bulto. No es lo mismo la esperanza de vida o años que una persona puede esperar vivir, y la esperanza de vida en buena salud. No se ajustan siempre. Aunque en la gran mayoría de países del mundo las mujeres viven más que los hombres (no en todos, ni de la misma manera), va llegando el momento que desagreguemos por sexo también en ese punto cualitativo. En la UE por ejemplo son los varones los que disfrutan de una mayor proporción de años vividos en buena salud con relación a las mujeres. Gran parte de la sensación subjetiva sobre la felicidad la expresaremos o no por estos aspectos locales y cotidianos muy importantes.

Vayamos un poco más lejos de una manera sencilla. De acuerdo en pensar que no existe correlacion entre el desarrollo económico y el bienestar al menos a partir de unos mínimos de necesidades básicas cubiertas. Pillo la idea, pero el ejemplo de Bhután no me vale. De una manera superficial sí, pero no nos quedemos ahí. El gobierno de Bhután dice que para ser feliz no tienes que ser rico. Vale lo entiendo, pero dicho en los términos ya explicados  parece que la clave consiste en si eres analfabeto y pobre  casi que mejor (elogio de la ceguera), y si eres de una sociedad de carácter cultural dócil, mucho mejor".

¿Nos quieren hacer ver que en ese F.I.B. se incluye la calidez de las relaciones personales, y la red de apoyo mutuo? Pues lo incluimos en nuestros indicadores. No necesitamos ir a Bhután. ¿O solamente nos interesa la cita periodística, y si es exótica y lejana mejor y así dejarlo como está?

¡¡Nos enteramos que hay democracia en Bután desde el año  2008!! Esto sí que es raro. ¡Acabáramos!! Hasta entonces hubo una monarquía absoluta. Qué felicidad más rara. 
La mortalidad materno-infantil es extremadamente alta, en el grupo de los países africanos. ¿Se tiene en cuenta el bienestar de esas madres, de esas mujeres? ¿Cómo miden el factor de la salud en el bienestar Butanés? ¿Y la perspectiva de género? No será que las mujeres declaran ser felices porque no saben lo que pueden reclamar o no?

El gobierno Butanés propuso a la ONU, incorporar la felicidad, (como si una imagen de marca con denominación de origen se tratara) ,  en los ODM , objetivos de Desarrollo del milenio, cuando parece que los otros ocho se encuentran en muy mal lugar.

Las montañas aíslan mucho. Durante años la economía era agrícola, basada en las tradiciones y una sociedad muy patriarcal. Hoy el gobierno lo controla todo. Hay una tasa obligatoria a los extranjeros de 200 dólares diarios, lo cual lógicamente el turismo es una fuente de divisas, párate a pensarlo,  la labor de marketing que hay que hacer para atraer turistas es fenomenal.

¡Qué cosa más curiosa! El vestido tradicional es obligatorio llevarlo siempre para todo el mundo. El mismo que hace 500 años. Nos podríamos perder en la cantidad de conflictos entre la felicidad y la libertad de las personas, en los hábitos y expresiones culturales, aunque enfocado como lo estoy explicando, se parecen más a los uniformes de Port Aventura. Otras comunidades también pretenden obligar a mantener hábitos ancestrales, y seguro que se sienten felices, pero… Un ejemplo más que huele a los dogmatismos obligatorios. No creo que hayamos de ir por ahí. No es universalizable.

Ya no resulta muy extraño saber que la televisión e internet estuvieron prohibidos hasta 1999.No quiero dar ideas, pero ignoro cómo van a controlar las demandas de mujeres y jóvenes-adolescentes a partir de ahora y todo lo que tiene que ver con su felicidad.

En el 2004 se prohibió el consumo del tabaco en todo el territorio, interior y exterior para elevar la salud de la ciudadanía. Otro tipo de drogas, está por descontado.

El país tiene profundas raíces budistas. Lo respeto igualmente que otras tradiciones, como ya sabéis. Y con el mismo cariño de siempre invito a separar tradiciones no compatibles con la modernidad y todo lo bueno compatible con los DDHH, así como todo lo patriarcal de lo que no lo es. ¿Acaso no consumimos un budismo en Occidente ya reformado? El gobierno de Bután afirma como hecho diferencial que la sociedad de consumo de Occidente es incompatible con la felicidad, y que la avaricia es insaciable. Suena a sarcasmo, pero,  ¿no es cierto? En realidad tiene mucha razón, comparto en parte pero…


Ahora ya se entiende que el nuevo monarca, de 33 años, el más joven del mundo, igual que lo fue su padre, se educara en Londres. Era un príncipe de cuento, de un país de cuento. No sé si iba en un corcel, pero en uno de los viajes a Indonesia, dicen que producía desmayos en numerosas jovencitas de allí, por su extremada belleza. (¡Ay, que me voy a acabar mosqueando!). Dicen que dijo, que al príncipe le había llegado el momento de casarse. Y como mitad cuento, mitad reality, encontró a la princesa adecuada. El mercado, como elemento globalizador enseguida consiguió repercusión en tertulias de la tv, revistas del corazón, etc… Dije hace un momento que tendrían problemas en 10 años, a lo mejor en cinco…igual les viene la mala leche.

La Cenicienta elegida, fue una plebeya de 20 años, de buena familia que estudió en la India y Londres. En Bután solo tiene apellidos la familia real. La plebe tiene nombre, con posibilidad de ser compuesto. Es muy medieval que el pueblo necesite una divinización de la autoridad para sentirse seguros o felices en la vida común. Todo esto me recuerda que los indicadores de felicidad en Corea del Norte también serán muy altos. Cuentan la anécdota, de que al informar en el Parlamento de la excelente noticia de la futura boda no hubo aplausos. Está mal visto aplaudir para no dar ostentación de felicidad. Tengo muy claro que culturalmente eso no es muy exportable. Aquí diríamos, ¿para qué quieres tanta felicidad si no es para compartirla o dar envidia?

Cuánto más se profundiza más datos aparecen. El padre está casado con cuatro hermanas. La poligamia está admitida, sobre todo para la élite imperial, y será algo muy asumido incluso por las mujeres actuales.

Pero sigo, en los años 90 fueron expulsados más de 100.000 Nepalíes del país, al parecer estorbaban para la felicidad de los Butaneses de pura cepa. Es como si en España expulsáramos de golpe a todos los extranjeros. No quiero dar ideas, pero seguro que alguno se encontraría más feliz.

En realidad si quitamos hombres monjes, miembros de la familia real, tenemos en cuenta la tasa de analfabetismo femenino y otras cuestiones de salud, división sexual del trabajo,estereotipos, situación medieval, una vivencia austera de ausencia de objetos en el campo, podemos sacar dos conclusiones.
1-Ahora ya lo entiendo 
2-Pero entonces no me vale Bhután hasta que hablen las mujeres.

No quiero parecer sarcástico pero se da la paradoja de que les está saliendo bien en parte. Según The Economist, en términos de PIB real (% incremento medio anual del PIB real), entre los años 80 y 90 , Bután se ha encontrado en el puesto nº 12 mundial, un 6,6% que es muchísimo. En los términos que critican están avanzando mucho.

Repetimos  que está a la cola en términos de PIB, pero que está con niveles de crecimiento más altos que los demás. Reconocemos la apertura que está teniendo el país intentando modernizarse poco a poco, pero sin perder las tradiciones.

Ahora bien, medido el PIB en términos de poder adquisitivo, YA NO ESTÁN A LA COLA. En el PIB per cápita en PPA (mayor poder adquisitivo respecto a EEUU que es 100), están mucho más arriba. Eso puede querer decir que pueden comprar más cosas que antes, o que no necesitan hacerlo porque realmente no tienen el virus del marketing y no lo necesitan, por ejemplo el móvil de última generación. Y eso es positivo. Y también porque las necesidades básicas están cubiertas como es la comida, la vivienda, la falta de estrés por el entorno, o las relaciones afectivas humanas, y eso les dotan de una mayor sensación de bienestar.  ESO SI SERÍA EXPORTABLE.

La familia es muy importante, dice el primer ministro, ¡ay, de nuevo! 


La clave será mantener lo bueno, con un aceleramiento democrático, CON LA OBLIGACIÓN DE COMPLEMENTARLO CON AVANCES EN LA EQUIDAD, mayor empoderamiento de las mujeres, educación, etc


La felicidad es una utopía necesaria pero sin la perspectiva de género, los intentos no dejan de ser malas copias de las dis-topías de siempre. Hay que ampliar la mirada para entender algo. La superficialidad es la mejor manera de dejarse manipular.

Yo prefiero trabajar en una felicidad interior neta, más local, y contando con el bienestar de todas las personas, mujeres y hombres, sin inequidades. Si hay que cambiar el PIB se cambia, son solo herramientas. Lo peligroso es la ignorancia, la falta de espíritu crítico, y la ideología política que subyace en todos lados.

Habrá que mejorar los indicadores felicitantes, con toda la diversidad cultural existente que muestren los aspectos cotidianos de la vida. Sólo estos son los que hacen que la vida merezca la pena ser vivida, incluyendo a sus protagonistas, todos los hombres y todas las mujeres.

miércoles, 3 de julio de 2013

¿Cómo se mete un elefante en un frigorífico?



Meter un elefante en un frigorífico es muy fácil. Para ello hay que buscar uno que sea flexible, no vale cualquiera. Se le lleva hasta el frigorífico. No hay que hacerlo a la fuerza. Se le habla y se le convence, es muy fácil. Se abre la puerta del frigorífico, y se hace hueco dentro. Aprovechamos para tirar todo lo que sobra, huele, o está en mal estado. A continuación, sin pedir permiso, se coge el elefante y se le mete dentro o se le invita a entrar. Es muy fácil.

¿Cómo se reúnen 170 personas de cuatro confesiones religiosas a rezar juntas, en Ávila, un fin de semana? Pues organizándolo y reuniéndose a orar, meditar, o rezar juntas. Es muy fácil. ¡Nada es imposible para Dios!.


El título de la entrada debería haber sido este más ortodoxo:
 “DESDE LA MÍSTICA AL DIÁLOGO”,“de la experiencia del amor al empeño por la paz”.

Este fin de semana ha tenido lugar un encuentro interreligioso, o como diría Paniker, encuentro intrarreligioso, en el CITeS o Universidad de la mistica Lo ha organizado la Mesa Unidad de Córdoba .

He tenido el placer de asistir. Ha sido una experiencia especial, única y voy a dar, como siempre, mi particular versión. No es casualidad, todo está cargado de fuerza simbólica.

Gracias Mamen Prado (tradición cristiana), gracias Natalia Andújar (tradición islámica), gracias Pilar Villen (tradición budista), y gracias Dania Helen (tradición judía), ¡miembras de la mesa unidad!(..). Me habéis demostrado en clima de silencio, de interiorización, sin gritar, que no solo cabe el elefante, sino todo el Arca de Noé completo. Simplemente hay que querer, tener actitud. Es muy fácil. Y continuando con el sentido del humor que proporciona los momentos de disfrute, he de decir una cosa muy importante. Los hombres por la Igualdad podemos ponernos cursis, tenemos esa ventaja o licencia, sin que peligre nuestra virilidad. Por eso os digo amigas mías, que os quiero a las cuatro.


En principio, uno de los requisitos era no hablar de política. Vale, entiendo la intención. Evidentemente la política es machista y patriarcal, ese es un grave problema. Vosotras no lo explicitáis en alto, ya lo digo yo, pero por poner un par de ejemplos, el islam político o el nacionalcatolicismo son problemas, podíamos decir, que es política de la “chunga”. 

Pero, hago una observación, pensando en alto. El feminismo nos ha desvelado que lo personal es político. Y a su vez, lo religioso es muy íntimo y personal, con lo cual en sentido amplio y noble, también es política. La teología, como interpretación personal de la Fe, gracias a la “Encarnación”, como muy bien dice Pere Casaldáliga, o es Política o no es Teología. Una mujer religiosa que limpia culos en una residencia de ancianos en África, a la vez que un infinito gesto de amor, es también política social encarnada, aunque en este caso de la “guay”.

Cuando un hombre pone una bomba en nombre de Allah, u otro condena y despide a una profesora de religión (católica) porque se ha separado de su marido, es política de la “chunga”. (No me meto en los grados).

Y es contrario a la violencia, los gestos de acogimiento, respeto, tolerancia, ansia por aprender otras tradiciones, formas diversas de adorar a Dios, cantar, bailar, dialogar con la palabra, y sobre todo con el silencio interior, (…) , así como abrazos, emociones y besos (políticos y de hermandad, fraternidad, sororidad), que como diría un andaluz de los asistentes, ¡de esos ha habido una jartá!


No fué el momento hablar de Dios, de la divinidad, como cada cual lo sienta, se lo imagine o viva. Ni de las distintas propuestas de salvación, o estilos de vida comunitarios, o diferencias culturales… Cada persona todo eso ya lo traía de casa. Consistió en coincidir, compartir y convivir. Nos mostramos prácticas litúrgicas, el transfondo o significado de los ritos. Voy a darle la vuelta a la expresión, en este caso, es el cariño el que busca el roce.


Quienes están familiarizados o familiarizadas con el sistema sexo/género, me entenderán fácilmente que Dios no tiene sexo. Permitiéndome una pirueta arriesgada, en el imaginario, ese centro amoroso, creador o dador de vida, próximo a la naturaleza, sería más fácil identificarlo con lo que tradicionalmente se entiende por femenino, aunque eso también sería interesante desarrollar, y no lo voy a hacer, me quedo en la pirueta. Lo que me interesa ahora es recalcar que a Dios no se le posee, ni se le  instrumentaliza para agredir a otros, u otras. A Dios se le busca. Y es innegable que actualmente el patriarcado tiene secuestradas las religiones, y se comporta con estructuras de desigualdades de género. (No tiene sexo pero si género). Pero haya Paz, hemos venido a rezar.
La felicidad no es la meta sino la manera de viajar. Quién siente empatía por la persona que sufre, pierde las ganas de perseguir. ¿Está claro?


Con el corazón y la mente en el momento presente, he dicho ya que voy a dar mi versión. Yo creo, y por esto hablo.  Todos estos hitos son posibles gracias a las teologías feministas. Cuando hay mujeres creyentes empoderadas, el elefante entra fácil. El problema es el patriarcado. Solo hay que dejar hablar y decidir a las personas indicadas. Cuando los varones nos retiramos, nos desprendemos del modelo patriarcal de masculinidad, y nos apuntamos a este carro, nuestros elefantes también entran. Lo voy a repetir. El problema no está en Dios, eso a menudo es una excusa, una excusa impostora y muy chunga. El problema está en el patriarcado político y económico y/o territorial, en la política machista. El poder y la representatividad está exclusivamente ejercida por hombres, otro techo de cristal más. Las mujeres creyentes de todo el mundo y de todas las confesiones suponen la gran mayoría de las bases, practicantes mayoritarias del hecho religioso.
Muchas mujeres, y muchos hombres se sienten expulsadas y expulsados de las religiones por esta razón. A veces voluntariamente, y otras a la fuerza. (Y no estoy refiriendome en este momento a las personas que libremente optan por el ateismo o el agnosticismo, a quienes también respaldo, dicho sea de paso. Tampoco me estoy metiendo en estos momentos con los patriarcas, confío igualmente en una conversión, incluyéndolos).  ¿Sigue claro?


Sabemos, sentimos, creemos, que la solución está ahí. Ningún creyente de ninguna religión o confesión religiosa, hombre o mujer, va a tener que renunciar a su Fe para seguir luchando por los DDHH (Derechos Humanos), o por la equidad de género, por el respeto al medio ambiente, o por una forma más social o humana de comunicarse entre las personas. Ningún creyente sea cual sea su minoría étnica, orientación sexual, etc

El proceso opcional, espiritual, hacia la mística, le permite a hombres y mujeres elevarse, ¿transcender?, por encima de las estructuras, de las jerarquías, o los Estados. ¿Si?

Utilizando un símil, será muy difícil subirse a un árbol o a otro, pero lo que es seguro es, que si somos capaces de subir a uno, después resulta mucho más fácil transitar entre las ramas, entre las copas.

Por tanto, este fin de semana no tocaba hablar de paridad, ni del Estado Vaticano, ni del control del poder, ni del imamato femenino, la budeidad de las mujeres, o la interpretación feminista del Talmud. Ni siquiera de lo que voy a repetir ahora, y que haré muchas veces hasta la saciedad, puesto que para eso estoy en mi casa. Las mujeres creyentes lo saben muy bien, aunque no lo digan, o lo digan de otras maneras, y es esto que repito una vez más como un mantra.Las estructuras son patriarcales, son patriarcado intacto en estos momentos.

Los varones, este blog es de masculinidades en sentido amplio e integral, los varones decía, tenemos la oportunidad hermosa de vivir este proceso personal y liberarnos de una masculinidad hegemónica y existe la oportunidad e invitación de unirnos a este carro. Hay luz al final de este túnel. Los demás caminos son cuevas. Mucha gente se beneficia de eso y no podemos contar con su ayuda.

Respecto a las propuestas de cómo podemos relacionarnos entre nosotros los hombres en este aspecto, es lo de siempre. Podemos utilizarlo como excusa para pelear y competir entre machos, o por el contrario establecer unas relaciones de acompañamiento, cooperación y cuidado mutuo, desarrollando emociones y sentimientos, con un proceso de apertura hacia..

Utilizando otro símil, respecto a la convivencia o diálogo de las distintas confesiones y tradiciones, es como si subiéramos a una montaña. Cada uno y cada una desde un lugar diferente de la montaña. A medida que estamos más cerca de la cima, la distancia, o el perímetro entre las personas, es más pequeño.

El viernes por la tarde tuve la oportunidad de estar en la mesa de acogida, recibiendo y dando la bienvenida a cada uno y cada una, eso permitió aumentar el entusiasmo. (Ver la foto de arriba).

Durante todo el fin de semana, hubo poco tiempo para dormir, es verdad. Compartimos los dos días a las 6h, el rezo Dhikr o Faÿr (salat del amanecer). Reconozco en este momento que la sonoridad del árabe es hermosa. Me pareció emocionante y me gustó nucho el mimo con el que nos fueron explicando todo.




Hubo dos mesas redondas muy interesantes. Brotaron nuevas preguntas. ¿Es posible caminar hacia la Unidad respetando la diversidad? ¡Claro! ¿Cómo resistir al mal? ¿Cómo dialogar con quien no quiere dialogar o no le interesa? ¿Cómo hacernos visibles ante el mundo, sin gritar? Se habló de mística y ética, de silencio. Nuestras hermanas y hermanos budistas nos regalaron los cuatro pensamientos inconmensurables: amor, compasión, alegría y ecuanimidad. Amén de numerosos momentos de meditación, o la meditación caminando, del sábado por la mañana, para la plena consciencia.



Fueron numerosos regalos y emociones. Nombro algunas, Eucaristía, refugio en el Buda y en el Dharma, gratitud, luz, búsqueda a tientas, cántico espiritual, Sahada o profesión de fe, mesa, respiración consciente, posturas corporales, detenernos, Zakat o limosna, servicios matutinos y vespertinos para Iom Kipur, Saum o ayuno... 
Cánticos, bailes, y numerosas charlas particulares...


Termino repitiéndo el título:


"Desde la mística al diálogo, de la experiencia del amor al empeño por la Paz"


... eso si, con perspectiva de género, incorporando un enfoque de masculinidades. ¿Nos ayudamos a meter el elefante?



















Alhamdulillah... Salam, Shalom, Paz, Namasté...

Gracias a todas y a todos. Gracias Santa Teresa. Gracias Ávila.Amén.