¿QUIÉN SOY?




Este es el blog de MANUEL BUENDÍA BERCEDO. Pretendo mostrar una propuesta profesional y particular acerca de la Igualdad de Género y las Masculinidades. Veremos algunas respuestas a la pregunta anterior pero sobre todo, haremos muchas más preguntas para invitar o implicar a otros hombres en la Igualdad.



martes, 23 de junio de 2015

Buendióldoras: 18-19-20 ¡Maldita halitosis!



18¡¡Según cómo se mire!!


Decía mi abuela que cada persona cuenta la feria según le va.  Tanto si se trata de negocios, de trueques materiales o simbólicos, o simplemente al ponerse de acuerdo. Como vayas de prepotente te puede explotar en la cara. La cosa ha de estar en el mismo plano. Te invito por otra parte a que si soy yo quien se porta así, me lo hagas saber.



Cuenta Hughes, y después Velasco, un episodio curioso, muy interesante que lo ilustra. En uno de los acuerdos de Paz de las seis naciones, como signo de buena voluntad, (perdonando la vida como se suele decir), una comisión de hombres blancos pidió a los indios (suponemos que todos hombres también), que les entregaran varios niños para educarles ¡Una generosidad casi infinita! ¿Es que no lo veis?

Pues bien, los indios respondieron que aceptarían, si los blancos les entregaban a cambio unos cuantos niños para hacer de ellos unos hombres. Ya no me queda claro si tenían en cuenta a las niñas. Me resulta divertida la escena. Les está bien por…

Por cierto, el acuerdo se hizo, el intercambio NO.

Algunos comentarios:
Todo grupo humano realiza algún tipo de trabajo cultural acerca de quienes son, o creen ser y quienes son los y las demás. Hay unos procesos de identificación con los que se asemeja y que considera como sus iguales o parecidos. Y construye unos procesos de alterización: quienes no son "de los míos", "son los otros". Esta anécdota tan conocida aparece en un blog de masculinidades porque ES LO PRINCIPAL REFLEXIONAR sobre quien impone las normas, sobre los modelos educativos y sus variantes, y la construcción de la masculinidad en cada grupo étnico diverso.Y este tipo de anécdotas no suelen incorporar perspectiva de género o masculinidades.Para todo esto es clave la COEDUCACIÓN de la que tanto hablamos.

 
19¡Carlota delante del espejo!


Aquella mañana Carlota se miró al espejo para escudriñar su estado de ánimo. Se pintó el ojo y los labios para acudir a una entrevista de trabajo.

Estaba radiante y completamente segura de que se lo iban a dar porque se lo merecía. Para colmo, el trabajo le gustaba, por tanto seguramente lo haría bien.

El día anterior por la tarde, pertrechada de su uniforme de Carlos, en el partido de fútbol con los otros chicos, metió un gol. Sí, has leído bien. La víspera de la entrevista de trabajo le dio la gana ser Carlos.

Nunca le han gustado las etiquetas pero se supone que nació hace veintidós años como bio-hombre, es decir, con unos supuestos rasgos biológicos de varón. Después de muchas comidas de coco, había decidido dejar de preocuparse por la biología, y vivir con su normalidad, o sea, vivir a secas. La sexualidad humana en definitiva no deja de ser una práctica cultural, por tanto está en un ámbito más abierto de lo que la mayoría de la gente se piensa, e incluso que él mismo se había llegado a creer ¿Acaso no se había puesto también a sí mismo la etiqueta de homosexual, en el momento en el que le habían empezado a llamar maricón, cuando era niño? Las normas son pautas que puedes seguir, o intentar no seguir.
Bien mirado, aquellas personas que le insultan así no se lo plantean, y eso es porque se creen iguales a las demás. Como se creen normales se les pasa la vida sin darse cuenta. Carlota no hace eso. Carlota vive y ...

¡El espejo le dice hoy que ese puesto es suyo!

Observación: Voy a repetirlo una vez más. Todo lo relacionado con la orientación sexual, la identidad de género, etc no es algo que le afecte a un % pequeño de la ciudadanía, es mucho más. Todos los hombres, sin excepción, tanto los que se consideran normales (como la norma), como los que viven su heterosexualidad (otra norma), como quienes cuestionan la propia categoría "hombre", han de realizar un trabajo de reflexión y consciencia. Si no lo hacen quedarán atrapados en la norma.
Con ejemplos como el de Carlota pretendo imprimir positividad e inclusión de una manera disimulada.

 


20¡Maldita halitosis!


Hasta que Javier no escuchó, (sin querer), un comentario de una compañera de facultad, sobre él, no se percató de que tenía un serio problema de mal aliento.


Javier es un chico algo tímido, estudiante de matemáticas.

Estaba concentrado en esas celdas de estudio típicas de las bibliotecas universitarias cuando escuchó (al otro lado de la celda) el comentario de una antigua novia, que le hablaba precisamente a Adriana, la compañera que le gustaba en este momento.


-¿Tú soportas el olor del aliento de Javier?- le dijo una a la otra en un cuchicheo.


Por Dios, me quiero morir!- pensó Javier mientras tenía la sensación de caer por un abismo hasta ese preciso lugar muy profundo del que seguro que nunca podría salir.

O sea que era esa la razón por la cual mis citas no duran!- fue una de esas frases que su cerebro inseguro empezó a fabricar.

Fue directamente a buscar el libro que trataba del tema. Leyó que la halitosis se da tanto en hombres como mujeres. En la parte correspondiente a problemas de carácter social decía que pueden dificultar las relaciones laborales, interpersonales, y de pareja. En ese punto explicaba lo suyo, es decir, esa sensación de ser poco hombre, un hombre poco atractivo, un don Juan pésimo, un fracasado en la seducción ¡No es justo!


Javier rehuyó varias veces las invitaciones para estudiar juntos que le hizo Adriana los meses siguientes. Tras una insistencia de ella, tuvo que contarle todo. Las relaciones se basan en la confianza, estaba todo perdido. No tenía ya nada que perder.

Así que hizo todo lo que pudo; higiene bucal con un buen cepillado, incluida la parte posterior de la lengua, colutorios, y seda dental, para contribuir a quitar esa fama de que los hombres son unos guarros. Cambió en parte la dieta, pues se deshizo del ajo que tanto le gustaba, la cebolla o los picantes, e incluso dejó de fumar.

-¡Cuidarse un poco más no le viene mal a nadie!- se decía mientras iba ganando confianza en sí mismo ¡Que no se diga que los hombres no se cuidan!, o no se preocupan por la salud.

Eso sí, lo que mejor le resultó fue quitarse el miedo poco a poco. Comprobó que a Adriana, (ni su olfato) no le parecía un asunto tan grave. Javier lo compensaba con otras excepcionales cualidades físicas, afectivas e intelectuales.
¡Y lo que son las cosas!, al besarla con sentimiento y mucha más confianza, la sequedad de boca se le fue quitando. Precisamente era eso lo que le ocurría. El terror le secaba la boca, y entonces la descomposición bacteriana hacía de las suyas y las células muertas se le adherían a la lengua y aumentaban la pestilencia, eso era lo que olía, una profecía autocumplida.

No se le quitó del todo, pero aprendió una lección. Cuando una persona tiene que estar muy pendiente, extremando los cuidados, en vez de acomodarse, es una excelente actitud para muchas situaciones.

Observaciones:he recibido correos después de que esta Buendióldora saliera publicada en la revista de Ahige Hombres Igualitarios, comentandome que no comprendían muy bien la relación con las masculinidades. Eso me ha hecho reflexionar. Yo entiendo que es de las que más relación tiene. Y es una cuestión clave en la difusión de esta disciplina, y en el esfuerzo y audacia que tengo que incrementar para la mejora en la comunicación. Esta es una de las claves: la salud y la corporalidad.
¿Qué tipo de hombre soy y quiero ser puesto a jugar en el mundo? La identidad masculina, la conducta que se espera de mí, la expresión de las emociones, el cómo me ven los y las demás, el tipo de relaciones, los recursos de seducción, la imagen (ética y estética), la sexualidad, la violencia... 


sábado, 13 de junio de 2015

¿A qué le llamas Masculinidades violetas?

-Manuel, ¿a qué le llamas Masculinidades Violetas?, me dijo Fran cuando una mañana soleada fui a comprarle el periódico. (Tercera entrega de nuestro amigo Fran  ¿Tienen éxito los machos alfa?, y ¿Cómo defiendes la Igualdad? )


Yo le expliqué lo fácil que es si uno, o una misma quiere. Fran es un lector incondicional del blog de masculinidades. Por eso es muy sencillo explicarle que para avanzar en Igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, o trabajar por la Igualdad, es necesario aparte de todo lo demás incorporar a la mitad de la población, es decir, a los hombres y hacérselo significativo a ellos, y explicarles las ventajas.
Por eso, las masculinidades violetas, o podríamos llamarle también masculinidades feministas, o igualitarias, comprenden todo lo que tiene que ver con la diversidad de ser hombres, añadiendo perspectiva de género como principal categoría de análisis

Cualquier hombre al plantearse qué tipo de hombre quiere ser, o al entender qué se espera de él, obligatoriamente ha de tener en cuenta las desigualdades de género, y en qué tipo de sociedad se relaciona, porque tanto hombres como mujeres, (o como quiera definirse cada cual), somos relacionalidad.

-¿Lo entiendes, Fran?- le pregunté convencido de su buena predisposición.

- Sí, pero ¿siempre ha sido igual?- me respondió mi amigo.

- Mucho más fácil todavía- le sigo diciendo.

Hace siglos los temas importantes estaban en manos de los hombres. El foco de lo interesante era dicho por hombres, hacia hombres, entre hombres. La propia historia del humanismo, solemos oír que es la historia del ser humano, pero en realidad es la historia del androcentrismo y la misoginia. La mirada androcéntrica habla de lo importante, la medida de las cosas importantes es la medida de los varones. Hace siglos no se hablaba de feminismo (movimiento de cambio social que hablaba de Igualdad incluyendo a las féminas).

En el Renacimiento, (hace quinientos años), se dice hoy que fue el paso del Teocentrismo (poner a Dios en el centro), hasta el Antropocentrismo (poner el ser humano en el centro). Pero eso era como pasar del marrón oscuro al marrón claro, sin cambiar de color. Era un "teocentrismo macho" (una teología muy patriarcal), es decir, era tener la idea de un Dios inventado, una ocurrencia que se les ocurría a los hombres decirles a otros hombres para obtener su control. Es lógico. Una idea de Dios política y guerrera vinculada al poder y al control hacia los hombres y las mujeres.

Y por otra parte se pasaba a un "antropocentrismo macho", identificando al ser humano con un hombre, es decir, un "andro-centrismo". Dicho de otro modo, la que conocemos como historia de la antropología, se parece más a la historia de la individualización de los varones. Vemos así un tránsito del poder de los "hombres-brujo que son propietarios de la divinidad", hacia hombres "propietarios de su conciencia".

Cuando llegó el periodo de la Ilustración, en el siglo XVIII, ocurrieron dos cosas.
La primera es lo que dice Amelia Valcárcel respecto a que el feminismo fue un hijo No deseado de la ilustración. Los hombres ilustrados sin querer, al hablar de progreso, de libertad, e igualdad, levantaron la liebre, y dieron la idea a algunas personas (sobre todo mujeres) de contar con las mujeres. Nada más ni nada menos que contar con esa mitad de la población que hasta entonces no se había tenido en cuenta y así surgió el feminismo entendido como tal, con mujeres como Olimpia de Gouges, o Mary Wollstonecraft.

Los hombres ilustrados, como Rousseau, que hablaban de pacto social, por ejemplo, dejaban al descubierto que al hablar de progreso, libertad o igualdad, lo hacían de una manera excluyente, sin darse cuenta. No ocultaban su clara misoginia. El supuesto pacto social, y la búsqueda de los derechos del hombre, era un simple pacto entre caballeros. Podemos decir que era un marrón algo más claro que los anteriores, pero sigue siendo marrón a fin de cuentas. Y como dice Marcela Lagarde, las mujeres son las pactadas, o los objetos propios de los intercambios. Hasta que no se cuente con ellas de verdad, no se cambiará de color.

El igualitarismo ilustrado se comporta como un pacto de sujeción de servidumbre de esclavos y mujeres (y esclavas).


 En cada momento se llega hasta donde se llega. También Fray Bartolomé de las Casas unos siglos antes, cuando tuvo la genial idea de preocuparse por el bienestar de las personas indígenas en América, he leído que propuso sustituirlas por esclavos de África. Hizo lo que pudo pero se le escapó otro tanto. La cuestión es que haya cada vez más derechos para más gente. Hoy por hoy hacemos lo que podemos y probablemente dentro de cien años lo escrito aquí tenga muchas faltas y errores.

- ¡Ya me acuerdo de Rousseau! en la entrada anterior- me dijo Fran- además me ha dicho una amiga, que Rousseau y ese dichoso pacto del que hablas ha entrado en la selectividad este año (1). Eso significa que es muy importante.

- Me alegro de que lo leyeras- le agradecí emocionado- recuerda de la entrada que el propio Rousseau dijo que la libertad de las mujeres es odiosa y rebaja la calidad moral del conjunto social, por lo cual la segunda cosa clara es que lo dejaron muy claro, está muy explicitado, se puede omitir o no, pero no hay interpretación diferente posible, ¡llegaron donde llegaron, que es mucho!, pero seguía faltando. Hoy no tenemos excusa.

Es muy fácil y además es muy lógico esto de las masculinidades violetas y los contenidos de este blog. Todos los debates de la historia entre hombres y para hombres pero sin las mujeres ya no tiene sentido. Tenemos que entender los hombres que los pactos sociales a partir de ahora tienen que ser mixtos, queramos o no queramos. El dilema clásico de la civilización o barbarie, es el dilema de la masculinidad, es decir, es optar entre parecerse a los hombres guerreros-conquistadores-bárbaros o ser ciudadanos civilizados, hombres educados, ilustrados, sabios y no violentos. Vieron necesario atender a la cuestión de abolir la esclavitud. En estos dilemas de la historia que he explicado, que en cierta forma siguen vigentes, ignoran  la perspectiva de género.

Las masculinidades violetas, en cierta forma es un humanismo donde respetamos lo que nos iguala, y respetamos la diversidad. Los hombres somos diversos entre nosotros y comparados con ellas que también son diversas.

Los hombres no somos violentos por naturaleza. (Creer que lo somos es esencialismo y determinismo biológicista. Es un pesimismo antropológico que detesto, o algo mucho peor, es la justificación o legitimación del machismo, el patriarcado o la desigualdad). Por eso necesito recordar otras entradas...



Todo está relacionado. Entre hombres era lógico que se perdieran en los laberintos de la civilización y el mito del buen salvaje, o el salvaje innoble, por ejemplo, en épocas relacionadas con la colonización. El colonialismo también es macho, sin perspectiva de género. Haciendo un juego de palabras, es otro marrón muy oscuro.

Por tanto, hoy por hoy todos los pactos tienen que ser revisados, y han de serlo a la luz del feminismo, han de ser mixtos, con las gafas violetas. De una manera inclusiva, cada vez más derechos sin dejar excluido a nadie.





Cualquier cosa que se analice tiene que tener en cuenta esto, con una visión holística (lo más completa posible y relacional), tiene que ser mixta.

Pero repito la misma buena noticia de siempre. No se puede poner puertas al campo. Será así aunque yo no lo quisiera, ni nadie lo dijese. No se puede poner puertas al campo. Ya está sucediendo el cambio poco a poco, aunque muchas veces no lo parezca.

Yo no lo veré del todo, pero me comprometo a disfrutar por el camino. En el trabajo diario, ayudando a las personas a ser más felices soltando el lastre del machismo observo que cada uno estamos en un punto distinto y diverso del camino. 

Somos relación y relacionalidad. Esa historia del patriarcado (androcéntrica), esa historia de la individualidad de los hombres, de la que he hablado, ha sido posible gracias a la tarea oculta, invisibilizada de las mujeres que se han ocupado de todo lo demás, lo que no era importante antes. (Identidad individual y relacional-cena con Almudena Hernando).

Conclusión:
Veremos más claramente los adelantos cuando cambie el tablero. Cuando ese cambio se note claramente. El mundo sigue siendo hostil, y el espacio "público/privado" está mutando, y los focos de lo importante también.

Veremos más claramente los adelantos cuando cambien los jugadores, las jugadoras, sus porcentajes y los papeles. Las mujeres y el poder real en cada ámbito.

Veremos más claramente los adelantos cuando cambie la puntuación. Ya lo está haciendo. El prestigio social, la visibilización de tareas ocultas o no remuneradas, etc Cuando sea más importante lo privado, el mantenimiento de la vida, los cuidados, otras maternidades y paternidades positivas y compartidas...

- ¿Se entiende Fran?, necesito que me digas si está clarito- le dije a mi amigo- osea que son masculinidades VIOLETAS, NO VIOLENTAS. Estas últimas son las masculinidades tóxicas y no las queremos.

¡Se aprende a ser hombre! Si no construimos una masculinidad, (la que realmente queramos), nos darán "la repe", y esa NO LA QUEREMOS.

 Pestaña de las Masculinidades tóxicas

(1) La prueba de la selectividad o PAU 2015, es el examen de prueba de acceso a la universidad, en España, al alumnado de segundo de Bachiller. 





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