¡El problema de las religiones no está en Dios, está en el patriarcado!
Otras veces, el problema de las religiones las tiene el capitalismo cuando las instituciones religiosas se casan con el poder económico, mostrando una cosmovisión neoliberal, en lugar de atender al bien común o a "la opción preferencial por las personas pobres".
Otras veces el problema de las religiones tampoco es dios sino la política, la relación entre las instituciones religiosas y el poder, o la inercia histórica de permanecer en una unión interesada entre el poder político y las Iglesias, la llamada unión Iglesia-Estado, y las teocracias en su máxima expresión.
En muchas ocasiones el problema reside en una visión nacionalista asociada al territorio donde unos valores tradicionales o primordiales están culturalmente anclados a los sentimientos religiosos. Hay ejemplos en todas las religiones, como los "nacionalcatolicismos", o resalto el caso del nacionalismo hinduista de la India, heredera de los gurús Swami Satyamitranand Giri, o Shivananda que rebrotan actualmente con mayor o menor militancia y agresividad.
¡El problema No está en Dios, está en el patriarcado! O mejor dicho, SÍ está en Dios cuando tenemos una idea de Dios- Macho- Padre autoritario, androcéntrico y machista, misógino, patriarcal y violentamente justiciero, atribuido a menudo al Antiguo Testamento. Para mí, Dios también es Diosa. dios es Amor, NO Violencia, Equidad, Fraternidad, es sentido de Comunidad sin desigualdades de género, con unas relaciones igualitarias, recíprocas, basadas en la cooperación mutua.
El problema de las religiones está en su "representación". Como resulta que las religiones siguen siendo estructuras jeráquicas y patriarcales, muy lejos de una utópica "communitas", para gente de dentro o mucha gente de fuera, seguirá siendo lo que representen los varones creyentes de dichas religiones y el estilo de masculinidad que practiquen. En muchísimas ocasiones este estilo es misógino, machista, defiende un modelo de familia único, machista, heterosexista, con una división sexual del trabajo esencializado, lleno de estereotipos sexistas, o directamente violento.
En un caso extremo, el lunes pasado, un yihadista de la brigada Al Andalus, recurrió su condena por vulneración de "su libertad religiosa" ¿Por qué no ponemos en cuestión, aparte de su religiosidad, también el modelo de masculinidad de los hombres que "trafican con la idea de dios"? ¿Por qué no analizamos todos los aspectos arriba descritos interdependientemente?
Foto de los miembros de la brigada yihadista. Hombres. |
El problema no lo tienen, en principio, las religiones sino el estilo de quienes las representan, formal o informalmente. De nuevo invito a revisar otras entradas en este blog relacionadas con los modelos de masculinidad en las diversas religiones, o sobre las teologías feministas.
También recomiendo una vez más una autocita. Mi trabajo para el congreso de masculinidades: Espiritualidad masculina liberada de patriarcados religiosos
Una anécdota que me parece muy interesante es lo que he observado al buscar en google con las palabras "espiritualidad" +"masculina". Al salir lo primero mi trabajo me resulta más fácil rescatarlo así. Pero esta vez he observado cómo la siguiente página, Federación Internacional del paganismo se ha colocado por delante ¿Donde quiero llegar con esto?
Dentro de una Antropología de las Religiones, vemos que actualmente está habiendo un resurgir de religiones relacionadas con el paganismo (Neopaganismo y nuevos movimientos New Age). Son revitalizaciones de religiones antiguas, como la Wicca, el Druidismo, la tradición nórdica etc En la antiguedad, anteriormente a la perspectiva de género y la teoría feminista, como todo era androcéntrico, la masculinidad era única y la norma. Algunas variantes actuales son "masculinistas" y/o mitopoieticas y adoptan cierta nostalgia patriarcal.
Apunto levemente a modo de pie de pagina, el hecho esperable, de que dentro de estas corrientes neopaganas también se encuentran las llamadas "brujerías feministas" que "veneran al despertar de la diosa", o feminismos de la diferencia esencialistas que "ritualizan con la luna", ecofeminismos de la madre Tierra, la Pachamama, chamanismos feministas... que pueden ser leidas en forma de resistencia al patriarcado discurriendo en sensibilidades espiritualistas.
Pues bien, mi tesis es que actualmente la forma concreta de espiritualidad de los varones de todas las religiones, (monoteistas, politeistas o neopaganas), está atravesada (¿contaminada?) por la perspectiva de género que ya no pueden dejar de contemplar o tener en cuenta, aunque lo nieguen o lo omitan. El tema es complejo y como tal debiera ser su análisis.
Puede ser inconsciente. En cada caso, esa espiritualidad en contacto con la Igualdad de género se "digiere" y "asimila" como se puede. Se "incorpora", se interioriza, a su modo o se resiste en diferentes grados. Las religiones se van transformando como las sociedades en las que se encuentran. Todos los ámbitos culturales se permean mutuamente. Se construyen múltiples resistencias al cambio. La violencia de género es la cara extrema y más visible de esta resistencia.
Hay un trabajo personal, interno, holístico en cada varón, una pugna entre su identidad y el exterior al que se adapta o ataca como amenaza. Hay un conflicto personal y social con o contra la Igualdad de género. Dicho de otro modo, el hecho religioso es un "locus ideal" para plasmar los miedos ante el avance de las mujeres. (Asumo cierto sesgo sicologista de este análisis de la religión).
Mi propuesta es que me ayudes amiga y amigo a despatriarcalizar las religiones, incorporando perspectiva de género y masculinidades al hecho religioso y quizá después no haga ninguna falta ir contra las religiones. O por lo menos intentémoslo.
Como existe una division sexual del trabajo (elemento patriarcal) en todas las religiones, las bases están muy "feminizadas". En cualquier empresa la persona que coge el teléfono es representante de dicha empresa. A cualquier creyente de una religión le ocurre eso, pero el patriarcado redirige la mirada hacia los hombres (que son muchos menos) y entre ellos a los más brutos. Es preciso visibilizar y poner en el centro del discurso el estilo de masculinidad del practicante en relación con las mujeres en todos los ámbitos, y en relación con otros hombres, es decir la homofobia, o la violencia como herramienta patriarcal.
Esto no es lo único, y no importa si es lo más importante, pero la urgencia actual es que siempre falta este análisis en todos los diagnósticos. Mi trabajo es insistir.
Obsevo a numerosos hombres creyentes, y a muchos hombres religiosos ("profesionales"), y aplico esta categoría de análisis , y detecto que están, (estamos), "podridos" de materialismo politico y antifeminismo militante.
Afirmo, añado y resalto que es debido a que "numantinamente" se están atrincherando a la desesperada, en su modelo tradicional y machista de masculinidad.Estamos haciendo eso, me incluyo.
Los sistemas simbólicos que se expresan en cualquier religión tambien se comportan o pueden comportarse como instrumentos de dominación. Observémoslo.
Los rituales religiosos son mecanismos que expresan y refuerzan los sentimientos y la solidaridad del grupo. Las relaciones de género tienen mucha importancia, en dicho grupo y por lo que vengo explicando la van a tener cada vez más. Hasta ahora podíamos ir tirando con los debates parciales, pero cada vez será más difícil.
También me lo aplico. La deconstrucción del patriarcado puede hacerse desde cualquier práctica religiosa. Este cambio interior pendiente igualitario, del que hablamos frecuentemente, puede ser una variante de una "conversión" espiritual.
Conclusión:
En estos momentos no importa tratar el estatus epistemológico de las religiones, es decir, no se trata de ver hasta qué punto son creencias erróneas o ilusorias.
Ni se trata de los viejos debates sobre el espíritu o la materia, lo sagrado o lo profano, o las religiones como forma de ideología. Se trata ahora de cuestionar el estilo patriarcal de quienes representan a dichas religiones o quienes se llenan la boca con su pertenencia, con el único fin de lograr una eunomía o buena salud de la sociedad, un modelo de sociedad donde hombres o mujeres tengan la misma dignidad.
La Navidad puede ser una buena oportunidad para preguntarnos qué hacemos para contribuir a la erradicación de la pobreza en el mundo , por ejemplo, en lugar de abandonarnos a un consumismo sin sentido.
La Navidad puede ser otra buena oportunidad para erradicar el machismo, el sexismo y cuestionar nuestro estilo de masculinidad, nuestra labor en favor de la Igualdad o el papel contra la violencia de género.
Navidad es la "encarnación" de Dios. Puede ser una buena oportunidad para fijarnos en aquel "carpintero de Nazaret", como un modelo positivo de masculinidad, desposeido, vulnerable, sin tierra ni nacionalidad ¿Por qué no? Para mí lo es. Es una buena oportunidad para comprobar las similitudes y las aparentes contradicciones entre los valores del humanismo cristiano y la equidad de género.
¿Hoy podría nacer en forma de mujer, indígena, o lesbiana?
¿Hoy podría nacer en forma de mujer, indígena, o lesbiana?
¡CONTINUARÁ! FELIZ NAVIDAD
Mira que en mi casa me enseñaron que a mi madre, y por supuesto hacia toda mujer,respeto sagrado como no podía ser de otra manera. Pero la sarta de memeces oligofrénicas con las que uno se puede encontrar aquí son lo más. Manuel crack, o eres un tonto a las tres al uso o vives de la mamandurria con esto (probablemente lo segundo), porque no hay otra explicación compañeiro.
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