¿QUIÉN SOY?




Este es el blog de MANUEL BUENDÍA BERCEDO. Pretendo mostrar una propuesta profesional y particular acerca de la Igualdad de Género y las Masculinidades. Veremos algunas respuestas a la pregunta anterior pero sobre todo, haremos muchas más preguntas para invitar o implicar a otros hombres en la Igualdad.



domingo, 8 de mayo de 2016

Lo bueno de las clínicas privadas es que las enfermeras llevan todas minifaldas, pero...


"Lo bueno de las clínicas privadas es que las enfermeras llevan todas minifalda pero te escatiman en medicamentos"

Eso es lo que le dijo Andrés a su amigo Antonio mientras tomaban una cerveza después del partido. Es el ritual de los domingos, de cinco amigos en torno a la barra del bar.

Las intenciones y el contexto de Andrés estan bastante claros. Tiene a su padre ingresado en el hospital y se queja de un aspecto relacionado con la confianza retórica al dirigirse a un sistema experto. Un hospital es un sistema experto que procura la salud de las personas y estamos en sus manos como consumidores, clientes o usuarios. Nos tenemos que fiar de que el personal sanitario haga bien su trabajo. Y respecto a los servicios  adicionales, pueden atenderte muy bien, disfrutar de una cama por habitación, estar todo muy limpio, pero sin embargo todo eso no sirve de nada si "no te quitan el dolor". Puedes perder entonces la confianza.

También te tienes que fiar de otros sistemas expertos. Cuando viajas en avión, el catering de la comida (y "la sonrisa de la azafata"), o un trato personalizado al entrar en la oficina bancaria de tu confianza, de nada te sirven, si el avión tiene un accidente o te niegan el crédito. Las intenciones y el contexto de Andrés los hemos entendido. No es solo eso.

Además, respecto al "privilegio de clase", "si el avion está para caerse, lo hará aunque vayas en primera". De momento te tendrás que conformar con ir más cómodo o cómoda, pero ten seguro que habrá salvavidas para todos y todas. 

Pero su amigo Antonio, incorporando un poco de perspectiva de género y masculinidades por ejemplo, escuchó la misma frase interpretándolo con más categorías de análisis, pues vio entre líneas otros aspectos también muy importantes.


¡Aduriz, te cambio la camiseta por las bragas de mi hermana!
Se hizo nuevas preguntas ¿Hay machismo en esa frase? ¿Los hombres cuando estamos solos y juntos, tenemos una manera diferente de hablar? ¿Nos sale con más facilidad tratar a las mujeres como objetos sexuales? ¿Hasta qué punto tenemos interiorizado que las azafatas y las enfermeras han de ser mujeres? ¿Está en su sueldo, "aparte de servirnos", el que se muestren como objetos sexuales o estéticos, algo agradable de mirar? ¿Qué opinan nuestras compañeras de todo esto? ¿Cómo vamos a gestionar todos estos aspectos que aún parece que no vemos, cuando haya unos estándares de igualdad de género mejores? ¿Cómo incorporaremos los nuevos escenarios a las nuevas relaciones de género en las pequeñas cosas de la vida cotidiana?

Estas dos fotos aparecieron en el mismo periódico con 15 cm de distancia
¿Nos damos cuenta de que el tema último, mirado en profundidad, con un marco más amplio,  es "capitalismo y desigualdades de género" en sus distintos grados?

En el caso de la prostitución y la trata con fines de explotación sexual, que es el caso más extremo parece que se ve más fácil. Es todo mucho más burdo. (Eso no quita para que el tabú siga siendo completo, pero no era el tema hoy).

Bajando el gradiente hacia los clubes de alterne y copas, masajes, desfiles de belleza, publicidad, cine... el cuerpo de las mujeres representa un evidente capital erótico (que es cultural y social) que pueden monetizar con normalidad según ellas quieren. Todo dicho entre múltiples comillas. Algo así como que las reglas del juego están claras, son tácitas, no se pueden cuestionar, y la mujer que quiera, o no tenga más remedio, ya sabe a qué atenerse...

Pero Antonio sigue preguntándose, ¿es realmente bueno que las enfermeras lleven minifalda? ¿Para quién? ¿Por qué? ¿Lo hemos pensado? ¿Todas? Si Andrés inconscientemente sabe que las enfermeras de su hospital privado llevan minifalda casi todas, es posiblemente porque algo muy sutil nota. La industria patriarcal sabe muy bien cómo "ponernos cachondos". No quiero imaginar en el caso de ese hospital que se lo insinúen  o recomienden. Seguramente lo dan por hecho, como parte de los servicios positivos de atención al cliente, márquetin diferencial de esa institución.

También es probable que (en este caso) sean simples ensoñaciones de Andrés acostumbrado a consumir un cierto tipo de películas. 

Todo tiene un precio y el mercado es el que manda.  Al menos eso parece y eso es lo que criticamos y cuestionamos ¿Nos damos cuenta que esa frase  está a su vez relacionada con el tema de "lo público y privado" y las relaciones de género? Quizá nos jugamos mucho más de lo que parece.

Andrés se ha dado cuenta de que en el hospital de la seguridad social son "funcionarias y mucho más feas". No me preguntéis por qué lo sé pero está implícito en sus palabras ("llueve sobre mojado"). Haría falta hacer un estudio mucho más serio y sutil sobre los criterios de selección de personal en entidades públicas y por otro lado en privadas respecto a criterios de imagen, estereotipos de género, vestimenta, etc pero sería bueno preguntarse por qué hay tantas mujeres en la empresa privada que consideran recomendable ir a trabajar con tacones de aguja y muy pintadas. El tema es complicado y muy profundo. Es violencia de género estructural. La trama de análisis que requiere, nos obliga a hacernos muchas más preguntas...

El mercado es el que manda en una clínica privada. Escatimar en pruebas diagnósticas o medicamentos entra dentro de su lógica. Las empresas farmaceuticas y de radiodiagnóstico son negocios. Los países como España que tienen una salud pública de alta calidad a nivel mundial  y compagina regularmente  con sistemas privados de salud, proporciona una matriz de variantes y contradicciones, o paradojas, a su vez muy complejas. Los criterios de clase parece que prevalecen sobre los de género, edad, etnia u otros. Quienes pueden beneficiarse de los dos modelos, tienen interiorizado muy bien cuándo conviene tener medicamentos o radiografias, (los que sean necesarios) ,o por otro lado, cuándo compensa el otro camino de privilegios como evitar las listas de espera, una atención personalizada, o ver minifaldas, aunque tengan como contrapartida el que carezcan de un escáner de última generacion, o te  escatimen en las pastillas.

A su vez, en la entidad privada el cliente es el que manda, pero ¿vale lo mismo las dos partes de la pareja?¿El privilegio de ver la minifalda quién la agradece? ¿El dinero de quién es? No vale lo que se digan en público, lo importante es cómo dirimen las negociaciones de pareja en torno al dinero. Me refiero a todo tipo de consumo. Igualdad es igualdad. Cada mujer y cada hombre negocian de manera diferente según las circunstancias, individuales, relacionales, colectivas, culturales...

La capacidad real de agencia de las mujeres es la clave en el devenir futuro de múltiples temas, tanto de políticas públicas como de políticas privadas, y ya que lo he mencionado, incluyendo la prostitución.

Nuestro amigo Andrés nos regala frases como esta para poder hacernos preguntas y ampliar la mirada. Los hombres tenemos mucho trabajo pendiente.

Dejaré para otro día otra muy suculenta que le escuché a un (hombre) bancario, trabajador de una sucursal de Banca Privada.
Para que no haya confusión, en España todos los bancos son privados en cuanto al titular de su capital. No hay bancos públicos del Estado. Se llama Banca Privada cuando es para clientes VIP. No está el acceso al alcance de todo el mundo.

Pues bien, dicho bancario explicaba que últimamente estaban contratando "chicas jóvenes con muy buena presencia" que salían de la universidad con muy buenas notas. Por si fuera necesario, siguió explicando que la mayoría de sus clientes son hombres mayores que agradecen que les atiendan con amabilidad y dulzura...

Otro día, he dicho que otro día...