¿QUIÉN SOY?




Este es el blog de MANUEL BUENDÍA BERCEDO. Pretendo mostrar una propuesta profesional y particular acerca de la Igualdad de Género y las Masculinidades. Veremos algunas respuestas a la pregunta anterior pero sobre todo, haremos muchas más preguntas para invitar o implicar a otros hombres en la Igualdad.



martes, 29 de julio de 2014

La Asertividad. "Los Brasileros son buenísimos".

La mamá y el niño del video se reafirman. Discuten pero no se enfadan ¿Son asertivos?

Video de menos de dos minutos genial.

ASERTIVIDAD

1) Esta entrada tiene una lectura muy corta que es la foto anterior y el video. 
2) También tiene otra lectura paralela o complementaria algo más larga que consiste en leer las fotos.

3) La lectura más larga. Me gusta mucho viajar por el mundo de las emociones y las ideas, y sin embargo  aborrezco discutir y pelear. Menos mal que cuento con una herramienta prodigiosa, la asertividad. Gracias a ella me permito disfrutar y afirmarme constantemente sin meterme en líos. Lo voy a desarrollar.

Para empezar, somos únicos y únicas. Siempre nos vamos a mostrar a los y las demás con una versión simplificada. Es imposible que quepamos en los trajes que nos han encomendado o asignado desde el nacimiento, en eso que llamamos proceso de socialización. Por eso propongo e invito a todas las personas ir desnudas y añadir a la asertividad, otras dos: la transparencia y la autenticidad. Eso significa quitarse las máscaras y corazas que  estorban. Pero hay algunos trajes muy útiles que se pueden aprender. La educación y algunos modales abren puertas, pero tiene que venir  complementado  con todo lo demás. 


Lo más bonito de todo es la curiosidad pasional. Los niños y niñas de 3-4 años se entusiasman más de 30 o 40 veces al día. Supongamos que eso es fácil de medirlo y lo aceptamos. Pues bien, el niño Manuel que todavía soy va a  intentar conseguir todavía eso, sorprenderse treinta veces  diarias. Para lograrlo he de “tirar por arriba” a problemas complejos, utilizando todas las variables que pueda hasta que vuelva a conseguir eso, salir de mi zona de confort y sorprenderme ¿Por qué no te abres al mundo? Te invito.


Una de las acepciones de entusiasmo es “estar impregnado de dios” (viene de enthousiasmos) lo que quiere decir es estar lleno de una alegría o fuerza creativa que tiende a desbordarse aunque no se quiera. Una vez que te acostumbras al miedo y al cambio es apasionante. Eso es un proyecto vital.



Siempre hemos visto que la RAE (Real Academia de la Lengua Española) es una institución donde las mujeres están poco representadas aún, y los temas de Igualdad de género  y las masculinidades mucho menos, no parece que les gusten demasiado, diciéndolo de una manera asertiva y diplomática. Pero también tiene otras lagunas. Es normal. Es propio de todo elemento vivo en constante actualización como es el diccionario y las palabras. Mi querido amigo Antonio Lamadrid me ha hecho caer en la cuenta al afirmar en una de sus estupendas columnas que el término “asertividad” no aparece en el diccionario de la RAE, y ha tenido que recurrir a Wikipedia.
-¡No puede ser, me digo a mí mismo!¡Es sorprendente!



Lo compruebo. A mí tampoco me aparece. Pruebo con el término “norma” para asegurarme de que lo estaba buscando bien, y  “norma” viene perfectamente con todas sus acepciones: como reglas, preceptos, guías para el orden moral, etc Pero sin embargo asertividad no viene, es cierto ¡Qué bonita alegoría!


Si lo miramos con más detenimiento seguramente aparecerá la palabra en breve y contribuiremos a ello con nuestros deseos. Lo que pretendía insinuar es que las normas y los preceptos llevan siglos actuando. Los modelos de masculinidad y feminidad tradicionales ejercen su potente inercia. Para mí el espíritu de la asertividad me resulta muy integrado y viejo pero en realidad es nuevo. Y se justifica el tema en este blog porque las masculinidades es en cierta forma ese viaje de reafirmación, de cómo quiero ser y estar en el mundo.


Además últimamente me he visto en debates, discrepancias, etc entre conocidos y conocidas donde he notado, según mi humilde parecer, un déficit de asertividad oscilando entre el dogmatismo y el proselitismo a partes iguales sin término medio.
Así que me he animado a dar mi opinión lo más asertivamente posible sobre la asertividad que es justamente lo inverso a la conjunción entre dogmatismo y proselitismo. Autoafirmación con cuidado.



Autoafirmarme sin el catálogo de dogmatismos y viajar con entusiasmo sin captar o reclutar a nadie. Viajar sin inseguridades y sin miedos a contaminarse, o mejor dicho, queriéndose contaminar de lo que se quiera y solo de eso ¿Dejamos espacio para lo nuevo? Aprender, convivir y disfrutar asertivamente como un niño.

Convencer en vez de vencer o pelear. Pensando en positivo. Es un primer nivel de exigencia.

Situaré a la asertividad como la herramienta número 5 (Caja de herramientas) y se encontrará junto a las otras cuatro en la pestaña de herramientas. Me voy a ceñir a ella. Nombraré algunos temas o ejemplos a modo de ejemplo pero de dichos temas hablaré “otro día”, y pondré O.D.

Os copio la definición de Wikipedia: “comportamiento comunicacional en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos”.


En las relaciones de género e intragénero siempre se ajustan las tensiones de las relaciones de poder e influencias. Cuando hay abusos más o menos evidentes o manipulaciones más o menos evidentes o dependencias más o menos evidentes puede ocurrir que ambas partes no sean todo lo asertivas que debieran todo el rato. Pues bien, puede ocurrir que se pase de la pasividad a escupirlo todo de golpe ¡La gota que colma el vaso, solemos decir! Ponemos en práctica la herramienta nº 4 (El baile de la bola de alcanfor) que actúa como un péndulo.

Muchas veces nos dejamos pisar y “acumulamos”, de tal forma que en un momento dado lo echamos de golpe o nos inclinamos al otro lado del péndulo ¿Nos suena?

Practicar la asertividad es afirmarte a ti mismo o misma sin agredir o dañar. Lo justo en cada momento, en cada paso que damos. Y hemos de hacerlo fluyendo, lo más suavemente posible, sin muchos titubeos.

Saber quién eres hoy y qué quieres y atreverte a mostrarlo, teniendo el cuidado suficiente para aprender a explicarte.  Que te expliques bien. Tener la paciencia para asegurarse que te  entiendan. Y aceptando de los y las demás lo que te pueda servir para seguir aprendiendo y creciendo , en este momento, descartando todo lo demás , siempre de una manera provisional. Es bobo agobiarte por no estar experimentando "lo definitivo".
Aprender, vivir y disfrutar.

Es comunicación y relación. Por tanto ayuda el hablar en un mismo idioma y practicar unas relaciones personales sin prisas o con calma. Unas relaciones nutritivas. No es fácil pero para eso estamos y tenemos toda la vida para aprenderlo.

Rechazamos lo que nos proponen con agresividad. Nos sentimos atacados y podemos ponernos a la defensiva. Nos lo tomamos como algo personal ¿Nos suena? ¿Nos ocurre eso a veces? Puede ser porque tenemos inseguridades y lo compensamos con “sobreactuaciones o estereotipos”. Emitimos juicios contra las personas y no contra la tareas o acciones. Debatimos a la persona en vez de al objeto. Muchas veces es por miedo. Dificultad de gestionar los límites. Otras veces es por ignorancia o falta de información. Y en multitud de ocasiones es porque no hay igualdad persona-persona (entre sujetos de acción), sino una pretensión de tratar a las personas como objetos.

Como siempre hablamos por acá, hay que cuestionar los estereotipos. Cuando los varones tenemos consignas de asumir riesgos con nuestro cuerpo estamos fallando en la asertividad. Demostraciones de fuerza, virilidad u hombría, decirnos qué es un hombre valiente o un hombre flojo, tímido o cobarde es justamente asertividades prestadas.

Podríamos dividir en asertividades conductuales, emocionales o sexuales... La asertividad es un elemento de la inteligencia emocional. Los hombres hemos de mejorar en la expresión de las emociones y los sentimientos. Es útil entrenar la escucha activa. Aprender a escuchar a las demás...

Trabajarse la tolerancia a la frustración para no actuar con excesos, sin control o con agresividad.

Todos los rasgos de la masculinidad hegemónica de la que hablamos tantas veces requiere una elección, un nivel de asertividad. Mi hipótesis es que tenemos una gran oportunidad para hacerlo muy fácil. Cuando un hombre hace un trabajo previo de limpieza, de deconstrucción del machismo, de la influencia del heteropatriarcado en su vida cotidiana, de una tacada, le queda el camino libre para construir una masculinidad asertiva e igualitaria. Hay mucho más hueco. Sin lastre es mucho más fácil. Con ese peso es imposible o muy difícil. Acostumbrados a actuar con privilegios es mala costumbre para la asertividad. Un hombre debe afirmarse sin herir, sin violencia. Es un aprendizaje más. Vivir sin prejuicios del todo tal vez sea imposible. La clave está en saber qué haces con ellos, cuales refuerzas y por qué y cuales desestimas. Si eres asertivo y abierto o flexible se van cayendo. 

Ante las consignas de ser "proveedor" para no ser "un perdedor", o bien "valiente y protector" para no ser "un cobarde", ser "autosuficientes" para no ser "dependientes", sentirse obligado a "conquistar de mujeres" para no ser "rarito o marica", "poderoso o fuerte" para no ser un "pringao, débil o inferior como los niños, gais y las mujeres". Recordemos que muchos hombres asientan su masculinidad por oposición. Los "hombres agresivos y las mujeres sumisas, es tratar la asertividad con perspectiva de género, ¿os dáis cuenta? ¿Nos preguntamos cuales son nuestros discursos?


En mi trabajo diario observo gestos o actuaciones de machismo por falta de asertividad. El buscar pelea o resolver los conflictos con violencia es déficit de asertividad. A menudo veo miedo al avance de la libertad de las mujeres. La asertividad y la libertad están muy relacionadas. Por ignorancia e incertidumbre ante la asertividad de las mujeres con las que convivimos, cuando son ellas quienes reclaman sus justos derechos y libertades.
En vez de echar mano al modelo hegemónico de masculinidad viejo, la solución está en trabajarnos por dentro. Es una auténtica revolución pendiente.

¡Varón conócete a ti mismo, y qué tipo de hombre eres o quieres ser hoy por hoy!

Cuando hablo contigo, bien seas hombre o mujer, de cada cien cosas que digas yo tengo que ser capaz en seguida de saber si comparto una, diez cosas, cincuenta, o noventa y dos. Menos de diez o más de noventa, por decir algo es casi imposible. Quienes sean pareja sexual coincidirán en bastantes cosas o no, quizá no tengan ni idea. Y si incluimos todos los temas coincidiré en mucho con todo el mundo, puesto que hay muchas creencias y valores que coinciden toda la especie humana. Lo normal es que me mueva en la banda media alta para un tema concreto. Cuando no coincidimos casi nada debilitamos la relación ¡Si me da la gana dedicarle tiempo en averiguarlo, por supuesto!

Culpabilizamos y por tanto nos sentimos agredidos. O directamente agredimos. Es torpeza asertiva. No se nos olvide la diferencia entre plano y territorio. Siempre hacemos interpretaciones de la realidad (nuestro plano), no es la realidad en sí puesto que no es comprensible o aprehendible tal cual.
El echar mano de absolutismos, o dogmatismos sobre VERDADES ÚNICAS es también déficit de asertividad. A su vez yo puedo resultarle RELATIVISTA a personas dogmáticas, eso lo entiendo, pero pienso que no aciertan la mayoría de las veces o no es tan grave. A veces acertarán. 

Suelo tener mi postura bastante clara. Y cuando no la tengo es algo provisional que me resulta como un reto pero no me preocupa demasiado no saber, utilizo alternativas provisionales. Busco el valor de lo que tengo en "la mochila".
Cuando me presionan a tomar postura, o tomar partido… me sale con frecuencia la vena juguetona.

Si me preguntaran si soy hombre o mujer, para reconducirme al estereotipo dudo sonriendo, digo que soy hombre pero aprovecho para publicitar el blog. Pensad que esa pregunta supone optar entre dos grupos. Yo prefiero elegir un grupo entre siete mil millones de posibilidades.


A veces me presento como cristiano como trampa, precisamente para calificar la asertividad de mi interlocutor o interlocutora. U otras veces lo digo más largo, cristiano de base anticlerical, antidogmatismos o antipatriarcado religioso, para hacer lo mismo, saber con quién estoy hablando. Quien me lee habitualmente, entiende las claves de esto que he escrito. En las primeras líneas de esta entrada he escogido la palabra Dios adrede para preguntarte ahora: ¿qué resistencia o sensación te produjo al leer la acepción de entusiasmo? ¿Habrá alguien que dejó de leer en ese momento?
La gente en general tiene miedo a hablar para no ser criticada. No siempre nos mostramos seguros o seguras. Lo normal es callar por si acaso, para no soportar la falta de asertividad ajena. 

Todo esto tiene que ver con la asertividad propia dentro del grupo, dentro de los grupos, dependiendo de las normas, valores y creencias de cada tipo de grupo. De los hombres y/o mujeres que hagan de líder en el grupo, el estilo o clima relacional o comunicacional del grupo, y de las relaciones de género, de poder, jerarquías políticas, costumbres… El tema del dogmatismo y las asertividades O.D. Únicamente decir que me he encontrado personas dogmáticas o intolerantes en numerosos grupos: en la familia del sindicalismo, de los partidos políticos de izquierda, entre feministas, entre hombres igualitarios, en ONGs de varios tipos, diversas aficiones… (en distintos grados).

En general las personas muy asertivas lo ponen muy fácil. Tienen una comprensión alta de los discursos y los problemas, las he conocido en cualquier grupo. La asertividad ayuda a combinar el sentido de pertenencia a un grupo conservando la  autonomía. Hay que pertenecer a los grupos de una manera cómoda, sentirse bien y hay que disimular y negociar muchas veces cuando la aprobación está en “discusión”.

Puede ser el dogmatismo por el propio proceso personal de cada uno o de cada una en su propia tensión asertiva, de marcar los límites, los estereotipos, y las alianzas… O puede ser que personas con claras limitaciones o personalidades, con evidentes déficits de asertividad se esconden o se cobijan en un grupo que tiene supuestamente “valores positivosreconocidos por la mayoría, para autoadjudicarse esa cualidad haciendo trampas, sin hacer el trabajo personal. Un futbolista que recalca que es Brasileño por si se le contagia algo. O un chico que se apunta a ser hombre igualitario para dejar de ser machista o de que se lo llamen todo el rato ¡Lo tiene claro! O.D. Es muy importante la amistad ¿Sabemos en quién podemos confiar y los grupos en los que nos metemos?

Conviene aceptar las propias contradicciones. Procurar que no sean demasiadas. Las demás personas se merecen saber a qué atenerse cuando se dirigen a ti, sobre todo los y las menores que no lo han aprendido aún.  Un nivel alto de inconsistencia es en cierta medida una imposición injusta de nuestros propios caprichos. El modelo que proyectamos es importante.

Y también hay que evitar que sean pocas contradicciones. Generalmente aquellas personas aparentemente con pocas contradicciones, que son personas fundamentalistas “de su cosa”, siempre, absolutamente siempre es porque tienen un traje muy estrecho. Han simplificado la realidad demasiado y se ciñen con su propia neurosis a su estrechez de miras. Siempre suelen tener una zona de confort muy reducida y en su propia evaluación salen con sobresaliente. O mucho peor, se martirizan con sus errores ignorando todo lo que se les queda fuera. Ignoran también que si NO EXPANDEN LA ZONA DE CONFORT saliendo fuera, se va atrofiando aunque no quieran. A nada que viajes, a nada que amplias tu visión de la realidad, aprendes, y se te desprenden ese tipo de cosas o rigideces. El miedo es inevitable. Y la humildad te viene sola. En seguida te das cuenta de las limitaciones, los defectos  u errores, y enseguida te ves muy pequeño ante el mundo.

Todo lo hace muy complejo y apasionante a la vez.

Recomiendo encarecidamente la entrada de Almudena Hernando sobre identidades, individual y relacional de hombres y mujeres. Os presento a mis primas y primos los Bonobos


Juzgamos, es decir, damos nuestra opinión sobre alguien , no sobre algo.Nos empeñamos en decirle a las demás personas lo que tienen que pensar, sentir o hacer. No es tan complicado como parece el relacionarse con otras personas sin juzgarlas. Cuando nos ponemos la toga de juzgar trazamos una lína de separación con las demás. Nos separamos poniéndonos por encima. Nos colocamos en la posición de quienes sabemos lo que está bien o está mal. Cuando criticamos innecesariamente transmitimos frustración o inseguridad. Al juzgar remplazamos la realidad por nuestra opinión, que creemos es la válida.

Por el contrario, cuando dejamos de juzgar abrimos nuestro corazón. Podemos ver a la otra persona con sus matices y riquezas, saber quién es, averiguar qué le pasa, cómo se siente, practicamos la asertividad. Es muy importante el respeto. Es muy importante la empatíaY es más que tolerancia , es querer a esa persona como es aunque se discrepe. Cuando hay un nivel de discrepancia tan alto que es incompatible con mi ética claramente debo poner las distancias. En mi caso un neonazi, o un maltratador agresivo me sería imposible trabajar con él porque me “desestabilizaría en seguida”. Sin embargo con muchos hombres a mitad de camino, o con jóvenes rebeldes y con ciertas conductas agresivas si, depende la responsabilidad que se haya contraido. En ese punto he de ser asertivo sin proselitismo. Al afirmar nuestro discurso o nuestras intenciones hemos de tener en cuenta la matriz de valores y creencias de la otra persona a la que nos dirigimos. Hemos de sopesar las resistencias

También es asertividad NO hacerHay que aprender a decir que NO. Muchas veces la gravedad de la contradicción lo obliga. Nunca pertenecería a un grupo neonazi. Si alguien de mi familia lo fuera, o hubiera un caso de violencia de género en mi entorno tendría que dejar de mirar para otro lado y enfrentarme al conflicto sin medias tintas y con el doble de audacia si cabe. Si hay víctimas, debo saber donde están y pronunciarme sin ambigüedades. Ahora bien, en situaciones donde políticamente corra peligro mi vida o haya posibilidad de consecuencias, tendré que saberlo también. La asertividad y la ética O.D.
Respecto a decir que NO también forma parte de la asertividad el rechazar propuestas sexuales cuando no es pertinente. El modelo hegemónico interpreta que un hombre de verdad siempre "está dispuesto".



A veces nos podemos autoafirmar con victimismos innecesarios. Ha llegado a mis oídos un hombre científico que trabaja en un departamento de Bioquímica que ha perdido su empleo voluntariamente debido a una interpretación de su “autoafirmación”. En un equipo de investigación con células madre se ha negado a utilizar tejidos de un aborto porque dice ser "antiabortista". (O.D.) Cuando hay conflicto de intereses, hay que distinguir muy bien los casos en los que yo soy protagonista, y en qué momento interfiero en la libertad de las otras personas. Es todo muy complejo pero en los miles de casos de las objeciones de conciencia se podría avanzar mucho con diálogo y escucha activa y un poco de buena voluntad sin cohartar la libertad de las mujeres.

Hay otro caso extremo  muy curioso donde la autoafirmación no se refiere a una “conducta moral simbólica voluntaria” como en el caso anterior, sino en los riesgos y sus consecuencias que asumimos con nuestras conductas, consciente o inconscientemente, cuando ejercemos la libertad de expresión


Una joven de EEUU ha sido despedida por disfrazarse para Halloween como una de las víctimas de los atentados de la maratón de Boston. Una conducta de mal gusto simplemente, en un ambiente concreto o en un momento inoportuno tiene consecuencias. La susceptibilidad social tiene importancia.

El patriarcado con todos sus matices tratados en este blog ejerce una violencia simbólica en todos sus grados que hace que lo distorsione todo a la hora de mirarnos de reojo hombres y mujeres en los millones de actos y microactos de la vida cotidiana ¿Sigue mi vida una pauta?
Tiene que haber soluciones en estos casos con diálogo y niveles de libertad adecuados. Herir la sensibilidad o medir el grado de susceptibilidad de otra persona o grupo lo complica todo también.

Poder decir lo que uno quiera decir , en cualquier momento o SABER ELEGIR EL MOMENTO, BUSCAR LA CIRCUNSTANCIA. Pienso que tiene que ser algo provisional la autocensura, es decir ,debo empeñarme en buscar el momento de decir las cosas en cuanto pueda porque sino se acumula la tensión. Es un elemento de la asertividad no demorar excesivamente poner el conflicto encima de la mesa. Si la otra persona ha construido un escudo o lanza cada vez que se intenta algo, hay soluciones. (Para mi el humor es importante). Podemos hacer un planing donde todos los primeros lunes de cada mes intentamos lo mismo de una manera nueva. A veces hay sorpresas con el paso del tiempo.
Hay que valorar cada situación. La tozudez, la contumacia, la insistencia ... depende. Aprender de los errores ayuda. Pero es difícil saber muchas veces cuales son. Ayuda más la acción, repetir y reafirmar lo que sale bien. Refuerza positivamente.

Muchas veces cedemos y cambiamos cosas nuestras sin desearlo, porque no gusta a los demás, para complacer. Dejando de ser uno o una misma. Algo que es tan común entre las mujeres. Es lógico, el propio sentido de la agresividad como atajo de la asertividad es imponerse por la fuerza. Eso a la larga pasa factura. Buscar la aprobación a cambio de bajar nuestra autoestima es un círculo vicioso. Hay que insistir y buscar la manera hasta que aquello que queremos decir llege bien
A veces requerirá un tiempo de conocimiento de las circunstancias, una preparación previa.




En numerosas situaciones son cortinas de humo , "performances" porque hay un conflicto de intereses evidente y que no se habla con honradez. Los intereses y el poder real para O.D.

En resumidas cuentas es decir lo que quieres decir para captar a quien ha entendido y está de acuerdo, quién se resiste porque sus intereses van en contra, con quien se puede o no negociar en los puntos comunes y solo en esos, y descartar lo demás sin que pase más. Buscar el consenso con paciencia para no dejarse arrastrar por quien utiliza medios más primarios.



¡NO ME HAGÁIS MUCHO CASO! Todo lo que os cuento son como regalos, o pensamientos en alto. No lo tomeis ni useis si no os gustan. No quiero hacer proselitismo ni convencer siquiera. Es una invitación. Estoy saliendo de los armarios, o soltándome la melena, o simplemente me muestro fuera de mi zona de confort. Ni siquiera me pongo de ejemplo, eso sería suicida . Practico la propia asertividad por mi propio bien. Estoy pensando en alto y me lo digo para mí, para aplicarme el cuento. Y si ves algo que te gusta mucho mejor. Piensa que me gusta la compañía. Y si te he convencido, aunque sea un poquito, estaré menos solo.











Ser positivo y asertivo no significa que sea fácil, hay mucho esfuerzo por detrás y no salen solas.


Enseñar o acompañar a la niñez y juventud en la asertividad es importante, asumiendo el rol de adulto. Respetar la identidad y acompañar en el crecimiento. Ayudar a sacar lo mejor de cada cual. Sin imponerles mi criterio o la pertenencia a mi grupito. Sin abusar de la autoridad ni hacer chantajes emocionales a los que estamos tan adictos y adictas. Respetar las decisiones. Contribuir a transmitir valores con cariño a la infancia. El video del niño argentino es estupendo, simpático. Seguro que dentro de 12 años no le hace tanta gracia a la madre, o tiene menos paciencia, aunque...  La asertividad con asertividad se aprende.

Ultimas conclusiones y recomendaciones que me doy a mí mismo...

La intuición es otra herramienta que combina muy bien. Soy mis propios sueños con una visión y misión.
Aprenderé a pedir lo que me gusta, o creos que necesito.
Aprenderé a quererme tal como soy. La autoestima es saberme digno o digna, merecedor de los propios deseos. Algo así como “me reafirmo y salgo a mi encuentro”. El reto es atreverme a ser quien soy. La aventura de ser yo, ¡quien demonios sea!¡No importa, estoy cambiando!
Si me acepto plenamente podré mejor dirigir mi vida, sin depender de la aprobación ajena.

No me preocuparé demasiado de cómo me vean las demás personas. Si busco la aprobación de los y las demás a costa de bajar mi autoestima, es pan para hoy pero hambre para mañana y entraré en una espiral deprimente. Ahora bien, si aprendo a sacar lo mejor de mí con asertividad lo que estoy haciendo es no solo “quizá convencer” o “simplemente tolerar”, sino algo mucho mejor, SEDUCIR. Yo quiero conocerte a tí, me interesas tú, me muestro como soy con asertividad (¡esto es lo que hay!) y así te quiero seducir ¿Ves que es mucho más fácil?

Por tanto la asertividad sirve para encontrar el poder interior. 

Conclusión para tí : ¡ya que eres una persona única, conócete a ti misma y sal a buscarte, exprésate, no te quedes parada…! ¿Quienes somos? ¿Qué nos hace especiales? ¿A dónde vamos? ¿Cual es el don de cada cual? 

Así veremos que somos únicos y únicas pero no estamos solas, y podremos intentar ser felices sin callar, y sin imponer ni agredir... ¡Tener una buena vida!

8 comentarios:

  1. Manuel, este articulo parece simple, pero es mas profundo de lo que se podría imaginar.
    El secreto par mi también esta en no perder nunca la capacidad de maravillarse; "cuando vivamos la vida como una aventura nunca perderemos nuestra capacidad de asombro". Asi son los niños.
    un abrazo Manuel, gracias por tus valiosos aportes.

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    1. Gracias Diana por tus palabras. Es normal que te haya gustado más esa parte, esa afinidad fue parte de lo que nos hizo coincidir y conocernos. Otro abrazo para ti.

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  2. Luis Enrique Antolín30 de julio de 2014, 3:32

    ¡Qué horror!,yo que he nacido hamletiano perdido,siempre con el to be or not to be a cuestas,siempre con el "sí,pero.."a las primeras de cambio(para ser justo diré que aplicado profusamente a mí mismo)y me viene Manuel con este artículo y resulta que sólo puedo asertar que amén,amén.No,no puedo permitirlo,no puedo bajar la guardia del "sí,pero" y quedarme desnudo,desacorazado,desprovisto de mi territorio.....Si cuando digo que los trastolillos tienen peligro....
    Bueno,Buendía,que ya soy persona mayor en edad,dignidad y gobierno,y me toca,a ver si lo hago de una vez,ponerme serio.En serio ya,te repito que AMÉN,y,claro,como a falta del "sí,pero..."sólo me queda la apostila pues apostillaré,añadiré la mención a la necesaria virtud respecto a sí mismo y también en respeto a los demás del ejercicio de la autocrítica,,sin autogelaciones,miedos o complejos,simplemente en acto y actitud de amor a uno mismo que también forma parte del amor al prójimo,al próximo que son todos quienes contigo navegan en esta nave nodriza llamada tierra.

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    1. ¡Qué guasa tienes Luis! Ja,ja,ja... ¡Quién fue a hablar! No voy a ponerte ningún "pero". Yo también te quiero. Ya veo que el mensaje-guiño encriptado que iba dirijido a ti lo has entendido. Gracias por tus palabras. Un abrazo.

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  3. Seducir con asertividad , creo que es brillante tu conclusión, no hay mejor manera de ser asertivo. Hay personas tan asertivas que resultan molestas. Tu lo plasmas con tanto amor y respeto. Me ha encantado. Y esa parte de mantener la sorpresa infantil en nuestras vidas, eso no he dejado de tenerlo , aunque admito que como adulta, me trae algún problemilla , pero es totalmente recomendable
    Con éste texto has conseguido , que deje de sentirme sola en el complejo mundo que vivimos. GRACIASSSS

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    1. Muchas gracias Raquel. Tu amable comentario me ha sugerido volver a leer la entrada. Ha salido larga esta vez porque he ido muy despacio matizando mucho. Estoy contento porque creo que has captado muy bien lo que quería transmitir al final: conectar con cuidado es sutil, y relativamente sencillo si nos desprendemos de muchas cosas que estorban. Con la frescura infantil y con profundidad cuidadosa. Gracias.

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  4. Seducir con asertividad , creo que es brillante tu conclusión, no hay mejor manera de ser asertivo. Hay personas tan asertivas que resultan molestas. Tu lo plasmas con tanto amor y respeto. Me ha encantado. Y esa parte de mantener la sorpresa infantil en nuestras vidas, eso no he dejado de tenerlo , aunque admito que como adulta, me trae algún problemilla , pero es totalmente recomendable
    Con éste texto has conseguido , que deje de sentirme sola en el complejo mundo que vivimos. GRACIASSSS

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    1. ... supongo que "los problemillas de los que hablas" tienen que ver con una cosa. Los cambios son poco a poco y a menudo hay que tener en cuenta las reglas del juego viejas. Gracias.

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