¿QUIÉN SOY?




Este es el blog de MANUEL BUENDÍA BERCEDO. Pretendo mostrar una propuesta profesional y particular acerca de la Igualdad de Género y las Masculinidades. Veremos algunas respuestas a la pregunta anterior pero sobre todo, haremos muchas más preguntas para invitar o implicar a otros hombres en la Igualdad.



viernes, 30 de noviembre de 2018

¿Te lo has gastado todo en cocaína? Drogas con perspectiva de género y masculinidades


El consumo de drogas con perspectiva de género y masculinidades.


La entrada de hoy la incluyo dentro del grupo de las
“masculinidades tóxicas (ver aquí) ,donde se encuentran  aquellas conductas de los varones que tienen un sesgo de género.  Podríamos decir que son los costes de la masculinidad tradicional machista. Adoptamos socialmente numerosas conductas  más aceptadas o asumidas por  hombres, más o menos sesgadas. Son aprendidas, imitadas, se realizan consciente o inconscientemente para cumplir las expectativas de lo que tiene que ser “un hombre de verdad”, o de lo que “le es propio”.

Aplico perspectiva de género y masculinidades a todas las adicciones en general, bien sean  las consolas y los videojuegos que matan; los  juegos bélicos o violentos; la adicción al sexo y a la pornografía; la adicción a las armas y su colección; la adicción a infligir la ley; la adicción a conductas de riesgo como el “balconing”, o conductas sexuales de riesgo; la vigorexia en el gimnasio con consumo de anabolizantes… ( entrada sobre anabolizantes orales: "Así tendré un cuerpo envidiable") Hoy profundizaremos algo sobre las drogas.

Reflexionar sobre ello es una manera de atender a las causas, y no sólo a los efectos. El objetivo es contribuir a la prevención específica hacia ellos y avanzar hacia  una sociedad más igualitaria. En este blog procuramos reflexionar sobre la influencia individual y grupal que tienen las consignas de género, los estereotipos machistas y patriarcales en las conductas. El incorporar perspectiva de género como diagnóstico puede ayudar en sí mismo a la solución, a la “observación”, y a la “racionalización de las conductas” y sus terapias.  Se ha de hacerlo con “pedagogía de género”.

Hace pocos años, me encontraba ojeando ropa en unos grandes almacenes y había una pareja heterosexual muy atractiva a un par de metros. Pude escuchar la conversación entre ellos. La chica tenía varias piezas de ropa en la mano con la intención de ir a pagarlas. Le pidió a su pareja los cincuenta euros que tenían para comprar la ropa. Seguramente lo habían hablado.
Se miraron en silencio durante ocho o diez segundos, con expresiones heladas, no diciéndose nada y a la vez diciéndoselo todo. Llamaron mi atención.

-¿Te lo has gastado en coca?- dijo ella

Sin duda se mascaba la tragedia. No sabía yo qué hacer. Ella tiró la ropa encima de una mesa. Nunca los he vuelto a ver.

 ¿Nos imaginamos cuánto se complica una relación de pareja con problemas de esta índole?

Ver el informe aquí
He revisado el último Informe Europeo (EMCDDA) sobre drogas y toxicología en Europa (2018): tendencias, novedades y las respuestas aplicadas, formado por 30 informes nacionales. Han usado datos de "hospitales centinela", tomados entre el 2015-16. El estudio analiza drogas como cannabis, cocaína, MDMA, anfetaminas, opioides, nuevas sustancias sicoactivas… Por ejemplo el 3% de los estudiantes europeos entre 15-16 años, consumen estas nuevas sustancias psicoactivas y la tendencia es  al alza con mucha fuerza.

Según Laura d’Arrigo, Presidenta del Consejo de Administración del EMCDDA se observan algunos signos preocupantes de un aumento de la producción de numerosas sustancias en Europa, cada vez más próximas a los mercados de los consumidores y las consumidoras.

Los avances tecnológicos facilitan este desarrollo. Conectan la producción y el consumo europeo de drogas con los mercados mundiales. Una tendencia observada es la venta de drogas por internet lo que plantea desafíos a los modelos existentes de políticas, vigilancia y respuestas en materia de drogas. Aunque la atención se centra a menudo en el “internet oscuro”, también es evidente que en el caso de las nuevas sustancias psicoactivas y el consumo abusivo de medicamentos, las redes sociales y el “internet superficial” pueden ser igualmente importantes.

La producción de las dos drogas ilegales de origen vegetal más importantes,  la cocaína y la heroína, se sigue concentrando en los países latinoamericanos y asiáticos, respectivamente. Señalan que el aumento de la producción de cocaína en Sudamérica está repercutiendo cada vez más en el mercado europeo, lo que supone un mayor riesgo de problemas de salud pública,  patologías individuales y a la vez sociales, así como  mayor  trabajo de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

En algunos países, el análisis de aguas residuales ha proporcionado una advertencia temprana al dar  elevados registros de la droga. Los datos globales indican que la producción de ambas sustancias ha ido aumentando. Incluso Europa ya es un productor importante y exporta  algunas drogas estimulantes sintéticas como la MDMA.


Estamos aceptando cínicamente  la importancia que tiene para muchos países pobres el basar su PIB en la producción de drogas para todo el mundo, con las consecuencias personales, sociales y culturales que esto tiene. No nos interesa pagar un “precio justo” para cultivar  otros alimentos legales.

El consumo de drogas en Europa engloba ahora un abanico de sustancias más amplio que en el pasado.  Es especialmente preocupante la aparición de nuevas sustancias relacionadas con las benzodiacepinas. No es aún habitual  publicar los datos desagregados por sexos, para valorar las brechas de género, o para vigilar  cómo se van cerrando o no dichas brechas, y por qué. Así como la evolución del “mantenimiento de la brecha” o no, a lo largo del ciclo biológico de cada persona a medida que “crece”, “madura” o “envejece”.

¿Cómo se refuerzan los estereotipos de género?

Constantemente podemos ver películas de “machotes” en los canales que están dirigidos a público masculino (en su “core target”), donde los temas sobre consumo de drogas, y violencia son habituales.  Ya sus nombres son significativos: Nitro, Explora, Mega, BeMad, Discovery MAX, Energy. Por el contrario hay canales plagados de “películas ñoñas” basadas en los peores elementos del “amor romántico”, que tanto siguen perjudicando a las chicas en particular. Aparecen en "canales para mujeres" como son DKiss, Nova y Divinity. No digo nada del programa que aparece en la foto. Esta es la sibilina pedagogía patriarcal de la que hablamos a menudo que remarcan ciertas masculinidades y feminidades.

Los riesgos aumentan cuando se consumen varias drogas ilegales a la vez, junto con el alcohol.  El consumo cuantitativo de botellón en edades más jóvenes está tan extendido entre chicos como chicas, se inician por igual en los consumos. Cualitativamente presentan algunas diferencias, y lo más llamativo es que ellas lo van abandonando, parece, a menudo que crecen. Sin embargo ellos lo incorporan con más facilidad a “sus masculinas” actividades de ocio, o a los encuentros sociales entre hombres en los bares o clubes. Podemos decir que ellas maduran de otra forma, o ellos se quedan “más enganchados”.

Es muy interesante observar cómo la gestación, por ejemplo, es algo habitual que refieren ellas mismas como motivación para abandonar los consumos. La conexión biológica con el feto  "les ayuda éticamente".

Con esta idea invito a la reflexión. Las creencias sobre "lo biológico" se convierten en “creencias culturales”. Nos alejamos como siempre de los determinismos genéticos (cromosómicos), de los determinismos biológicos (hormonales), los esencialismos, etc Este tipo de creencias, con independencia de la parte de verdad científica que aporten,  sirven para interrumpir los análisis y los estudios. Dicho de otro modo, son formas políticas o ideológicas inmovilistas de comprender la realidad.

Mi postura también es ideológica, lo sé. Afirmo que es posible el cambio en los hombres, es una cuestión de educación. Todo se aprende o educa y la situación actual funciona como lo hace, según unos criterios más o menos patriarcales. Intento aplicar un modelo bio-psico-sociocultural con perspectiva de género, construyendo nuestro propio estilo de masculinidad y feminidad.

Es inquietante que se haya incrementado  el consumo declarado de crack (una forma “rápida” de cocaína), que aunque sigue siendo poco común, está creciendo mucho en algunos  países. Muchos consumidores que lo toman expresan que así “se sienten más fuertes y valientes”, valores de la masculinidad tradicional. El afán de explorar lleva a consumir el “fentanilo”, una droga cincuenta veces más potente que la heroína, un opiáceo de uso médico para dolores crónicos como el cáncer que ha sido desvirtuado como droga. Es consumido casi en su totalidad por hombres.

Es habitual asociar el alcohol y las drogas a la conducción.  Recientes estudios realizados a conductores y conductoras sobre drogas, reflejan rangos entre 8-10% de positivos. La retirada de carnet, la mayor accidentalidad de los varones, los excesos de velocidad o el asumir mayores riesgos, están asociados a los alardes de hombría, a las marcas patriarcales de la identidad masculina que tanto influyen a nivel individual y grupal.

Cuando hay datos desagregados por sexos y lo podemos saber, encontramos siempre brechas superiores a 80% hombres/ 20%  mujeres.

Leemos la noticia de que el 17% de los españoles se emborracha en su jornada laboral. Y el 30% de los accidentes en el trabajo se debe al consumo de alcohol. En todos los casos, cuando encontramos datos vemos que está muy masculinizado. Habría que analizarlo en detalle. Pensemos que en muchos casos se trata de profesiones aún muy masculinizadas como camioneros, trabajadores en la industria del motor, fontaneros, electricistas, etc… 


¿Reflexionamos sobre las creencias acerca de los rasgos de la identidad masculina, y las consignas de género? El grupo entre hombres influye tanto en el trabajo como en los ratos de ocio.

¡Yo controlo!

En casi todos los casos aparece  “una ilusión de control”. Es propio de aquellos que arriesgan o “le echan cojones a la vida”(según ellos).

Hay un sistema de alerta temprana de la UE para nuevas sustancias psicoactivas que están suponiendo un reto para la salud pública. La formación profesional de las instituciones es vital para la introducción eficaz de estrategias de prevención y sería muy interesante incorporar perspectiva de género.

La aparición en Europa de drogas de síntesis o de diseño que en menos de una década se ha pasado de 150 a 300 productos distintos. Son opiáceos sintéticoscannabinoides sintéticos (spice), y están relacionados con picos de muertes e intoxicaciones agudas. Le llaman la droga de los zombis. El  consumo está muy masculinizado. Habría que debatir por qué.

La sustancia sintética MDMA (3,4-metilendioximetanfetamina) está relacionada químicamente con las anfetaminas. La MDMA se consume en forma de comprimidos  y también está disponible en polvo y forma cristalina. A menudo se llama éxtasis, aunque este suele estar muy  adulterado y contiene poco MDMA. En el mercado se introducen constantemente nuevos diseños de comprimidos de MDMA, con colores, formas y logotipos diferentes. De nuevo vemos que está muy masculinizado (80/20). Parece una broma pero he leído sobre numerosos intentos para hacerles más atractivas estas sustancias a las chicas por medio de bonitos colores y modos más limpios.


No es ninguna novedad que los centros penitenciarios son entornos muy relacionados con las drogas.  Más del 90% de la población reclusa son hombres. No perdamos de vista un asunto muy importante.

Estamos analizando los estilos de masculinidad y el influjo de los elementos asociados, como las drogas o la delincuencia. Pero advertimos, el número de mujeres que entran en la cárcel, o las que consumen drogas, aunque son muchas menos, suelen reunir diversas discriminaciones adicionales  por el hecho de ser mujeres, como abusos sexuales, mayores cargas familiares, etc  (ver cárceles con perspectiva de género)

Insisto, aquellas mujeres que se mueven en entornos de drogas y violencia se mueven en ambientes muy masculinizados donde los tipos de hombres que abundan son muy machistas  y las reglas del juego son la guerra, la selva. Justamente los valores que rechazamos quienes aspiramos a otros modelos de masculinidad.

Cuando aparecen las mujeres en el mundo de las drogas suele ser en entornos de la prostitución, que es el ambiente más sórdidamente patriarcal. Y la gran mayoría de mujeres sufren la violencia machista ¿Me explique?

Es apasionante el tema de guerras y drogas a lo largo de la historia. Estudios de etnohistoria farmacológica nos describen el protagonismo de la coca en la Primera  Guerra Mundial, las anfetaminas en la Segunda, el licor “saltaparapetos” en la Guerra Civil Española, el opio en la de Vietnam, o el “Captagon”, la anfetamina tristemente famosa en la actual guerra de Siria.

El uso de narcóticos en conflictos bélicos (prototipo del “trabajo masculino" en la historia) eran destinados para enardecer o insensibilizar a soldados antes del combate. Atenúan la sensación de pánico, cansancio y apetito, disminuyen el dolor de las heridas y el miedo al enemigo. Resulta mucho más fácil tener conductas heroicas cuando están drogados. Las drogas son “útiles” para las secuelas psicológicas.

Resalto un elemento interesante, ¿por qué casi dobla el consumo  de sedantes y tranquilizantes  en las chicas respecto a sus compañeros?

Es el único caso, el resto de drogas es muy superior entre los chicos, como hemos venimos diciendo.

Un estereotipo sexista pretende seguir afirmando que las mujeres son “emocionales” y los hombres racionales, pero ¿acaso la agresividad no es una emoción? ¿No estamos los hombres llenos de frustraciones sobre multitud de emociones? No hay una disposición natural. Todo se puede aprender y controlar, o expresar con madurez.

Sería muy interesante profundizar en los elementos específicos de cada hombre o mujer en los concretos estilos de la dependencia emocional, (tan relacionada con las adicciones), de una sola parte o de la dependencia recíproca de la pareja. La dependencia emocional hacia “cosas” o hacia personas está influenciada por las consignas de género sobre la resolución de conflictos, etc En una dependencia emocional de pareja, parece más fácil que sea ella quien acompaña en el consumo a su novio, ¡por amor!,  que al revés. Necesitaría todo esto mucho estudio.

Otro estereotipo sexista es el que relaciona a las mujeres con la “histeria”, o ciertas “neurosis”. ¿Esta creencia repetida y reiterada puede hacer mella en ellas mismas, y asumir culturalmente más fácilmente que tomando tranquilizantes les va a ir mejor? Me parece una línea de trabajo muy interesante, pero no me corresponde a mí.

Sin embargo respecto a ellos, la falta de control de la agresividad y violencia de muchos hombres , las conductas hipocondriacas, o las depresiones enmascaradas en el alcohol u otras drogas, etc tan propias de los hombres, son nuestras propias neurosis generizadas. Sospecho que las estadísticas oficiales psiquiátricas sobre las neurosis están mal registradas por no tener en consideración estos matices ¡Atención! No pretendo etiquetar con enfermedades o "patologizar" como atenuante o justificación de la violencia de género, sino lo contrario incorporar perspectiva de género con sus elementos sociales y culturales a la "antropología de la salud" ¿Me expliqué?

Por todo lo dicho, vemos que de los consumidores de cannabis que inician tratamiento con más de 25 años, existe una brecha curiosa, puesto que el 84% son hombres, y el 16%  mujeres. Respecto a la cocaína, la mayoría presentan  recaídas. Pues bien, el 86% son hombres y 14% mujeres. En consumo de anfetaminas es 73% /27%.   En el caso de la heroína es 80%/20%. Respecto a los pacientes que reciben tratamiento de sustitución de opiáceos, 74% hombres/ 26% mujeres. La edad media de las muertes inducidas por drogas son los 39 años, generalmente por sobredosis, donde de las 8000 personas que fallecen al año en Europa, el 74% son hombres y el 26% son mujeres. Con la Ketamina y los alucinógenos, el consumo sigue siendo bajo puesto que se mueve entre el 0,2% y el 1,5 % según los países, pero la brecha de género es parecida.

Permitidme insistir una vez más, ¿no deberíamos preguntarnos por qué se dan estas cifras?

Para terminar me apetece hacer una alusión “histórica” a otra droga legal: el tabaco. Recordamos los signos de virilidad del vaquero de Malboro en la segunda mitad del siglo XX, o la identificación del tabaco en las mujeres como signo de liberación femenina en los años 60-70 del pasado siglo.Recuerdo cuando era niño  a una tía mía que  fumaba el “fortuna mentolado” porque decía que era el tabaco ideal para las chicas.

Como diría Amelia Valcárcel, las mujeres “tienen derecho al mal”. Ellas en algunas drogas vemos que han transitado con su propio proceso (tabaco, alcohol), pero en este blog ponemos el foco en “nuestros lastres” específicos. No olvidemos que una consigna patriarcal hacia los hombres sigue siendo la presión de “hombre proveedor” que tiene que llevar el dinero a casa, y si no lo hace sufre sus castigos sociales y vergüenzas. Cuando llega el paro, o crisis de todo tipo, etc es comprensible que se baje la autoestima (si no se lo trabaja), y aparezca la depresión o el consumo de sustancias como escape.


Veo con curiosidad una foto en el periódico (ver arriba), con cinco mujeres profesionales del Proyecto Hombre. También le acuden mujeres, (a pesar del nombre), pero de los 500 clientes que atienden la grandísima mayoría, aproximadamente 90%, son varones. Según palabras de su directora Eloísa Velarde, de los ocho trabajadores la mayoría son mujeres, y de las cuarenta personas voluntarias, la gran mayoría son mujeres, como sucede por lo general en todas las ONGs, ya que “cuidar a las demás personas”, y máxime cuando no está remunerado, es un estereotipo muy habitual.

Esto demuestra que felizmente aumenta el acceso de las mujeres al espacio público, y por otro lado estamos desatendiendo una perspectiva específica sobre “lo masculino”. Un tabú que no queremos atender. A menudo se ven juicios donde el único varón que hay en la sala es el reo.

Invito a leer la entrada "no lo queremos ver, estamos desatendiendo la educación específica de los varones" (ver aquí)

A menudo he contado experiencias personales del colegio. En este caso relaciono la influencia entre iguales en relación a las drogas en edades cruciales.

Recuerdo con terror los inicios en los que otros chicos bajaban “donde la gloria”, una tienda de chucherías a comprar cigarrillos sueltos. En un colegio segregado, solo de chicos, estaba muy claro cuál era el rito de iniciación a la masculinidad vinculado al tabaco. Recuerdo perfectamente al líder de clase (“típico matón”) que se burlaban de quienes no queríamos ir. Lo recuerdo aún con pesar. Por ello, yo procuraba anticiparme al momento y me escondía sin necesidad unos minutos "en el cuarto de baño a rezar" para se olvidaran de mí. Un gesto político de resistencia, según se mire.