¿QUIÉN SOY?




Este es el blog de MANUEL BUENDÍA BERCEDO. Pretendo mostrar una propuesta profesional y particular acerca de la Igualdad de Género y las Masculinidades. Veremos algunas respuestas a la pregunta anterior pero sobre todo, haremos muchas más preguntas para invitar o implicar a otros hombres en la Igualdad.



jueves, 29 de junio de 2017

¿Si eres asexual eres menos hombre?

50 ¿Si eres asexual, eres menos hombre?

Un día estaba Jaime escuchando un programa de radio nocturno. En seguida se dio cuenta de que podía ponerle etiqueta a lo que le estaba pasando. En ese programa hombres y mujeres de todas las edades que no pueden dormir o que entretienen su turno laboral nocturno, llaman a la emisora contando su experiencia en "materia amorosa". En muchos casos son "experiencias sexuales". Jaime no tenía deseo y eso le atormentaba enormemente. No sentía deseo sexual. Quizá debiéramos decir con más precisión que "Jaime se había construido una idea de sí mismo en materia sexual como un hombre raro, sin deseo sexual". Todos sus amigos y conocidos, tanto chicos como chicas habían despertado "en su momento" a los deseos sexuales en la pubertad y la adolescencia, y él no.


Vivía como una especie de acoso todo lo que veía y escuchaba en los medios de comunicación, el cine, la televisión o las revistas. Le parecía una hipersexualización o erotización excesiva impuesta. Se veía desplazado en ciertas conversaciones con los colegas. No contaban con él cuando su grupo de amigos organizaba algún tipo de actividad con el propósito de terminarlo por parejas en la cama o "apartados". Pensaba que él era más lento, o que aún no había madurado, era un “retrasado-frío”, en definitiva un “patito feo”. Por su parte, no tenía nada que ver con modelos culturales como esos religiosos tradicionales que hacen apología de la castidad, subliman el celibato ni nada de eso. Llegó incluso a creer que era menos hombre, porque no sentía la necesidad de esa "promiscuidad impuesta" que notaba en los demás. Tampoco tenía necesidad de hacer alardes, "relatar las conquistas", o "calentarse" con bromas o chascarrillos.

Tenía buenas amigas pero no sentía nada sexual por ellas. Llegó a pensar que podía ser homosexual pero tampoco sentía nada por ellos. En la radio le habían enseñado una nueva etiqueta que podría servir para  rebajar algo su ansiedad: ¡resulta que era un chico asexual! Jaime en vez de encontrar respuestas, lo que hizo fue cambiar de pregunta.
- ¿Si soy asexual, seré menos hombre?- se preguntaba.


Rescato esta Buendióldora que apareció en septiembre en la  (Revista de AHIGE, Hombres Igualitarios) para recordar algunas consignas patriarcales. Uno de los principales pilares en los que se apoya el modelo tradicional de masculinidad es el de la promiscuidad sexual. 

El machismo es una ideología de poder y dominación de las mujeres. A esa ideología le interesan hombres agresivos, sexualmente muy activos, "adictos al sexo", impulsivos, arrogantes, vanidosos... Al patriarcado le interesa hombres sin control de su subjetividad, sin control emocional, con una identidad masculina tendente a un único modelo. Se parecerán entre si aquellos hombres que se socialicen imitando ese modelo concreto de virilidad. Pero en el fondo sabemos, hombres y mujeres, que cada hombre es único, máxime si se trabaja a si mismo en libertad, según sus propios rasgos individuales.


Los sentimientos de éxito o fracaso en el campo afectivo-sexual, en los hombres, está atravesado queramos verlo o no, por el modelo de masculinidad que encarnemos. Al protagonista de esta viñeta (Jaime) le vendría bien hacer limpieza de muchas influencias externas e internas que le "desubican" y le dificultan la vida. Con un trabajo personal se conocerá mucho mejor. Con un disfrute de las relaciones "sin agobios", sin presiones externas ni internas, permitirá que surja lo que tenga que surgir. Habrá mayor auto-aceptación. La sexualidad tiene un componente bio-político (Foucault). Aquellas personas, militantes del patriarcado que se crean un "esencialismo" masculino, instintivo, determinista biológico, un naturalismo con una impulsividad genética, les parecerá "lógico" que la prostitución, por poner un ejemplo, tenga una función social positiva y preventiva de las violaciones de mujeres y del abuso sexual, cuando en realidad no es más que un oasis patriarcal donde se desarrollan impunemente las relaciones de poder de dominación/sumisión. La satisfacción sexual que dicen saciar con la prostitución no hace más que calmar durante un instante una "perversa adicción" amén de mirar para otro lado sobre las fallas terribles en materia de Igualdad de las relaciones de pareja.


Estos dos casos, Jaime y un "prostituidor", probablemente son los extremos opuestos. Jaime puede ser un indicador indirecto de todo esto, o viéndolo positivamente puede reflejar una grieta del patriarcado o representar sutilmente una acción social y cultural de resistencia política, aunque él no lo sepa. De momento, para Jaime esta nueva etiqueta le reduce la ansiedad (provisional) para digerir el ser una masculinidad NO hegemónica, pero a mi me gustaría que fuera el comienzo de un bonito viaje de comunicación afectiva, de ricas relaciones sexuales "a su modo", de unas relaciones de género igualitarias, de tú a tú, íntimas, "dérmicas", placenteras, que miran a los ojos, con una "antropología del cuerpo" real, positiva. Insisto en rechazar una sexualidad no "falocéntrica", no "coitocéntrica exclusiva", y por supuesto sin violencia. 

A esta sexualidad que  tiene en cuenta la perspectiva de género, es inclusiva,y diversa, 
habría que añadirle una demanda social y cultural, un prestigio estructural, para que fuera algo valioso y deseado por más personas cada vez. En cierta forma "cada cama es soberana" y esta es una idea poderosa y muy esperanzadora.