¿QUIÉN SOY?




Este es el blog de MANUEL BUENDÍA BERCEDO. Pretendo mostrar una propuesta profesional y particular acerca de la Igualdad de Género y las Masculinidades. Veremos algunas respuestas a la pregunta anterior pero sobre todo, haremos muchas más preguntas para invitar o implicar a otros hombres en la Igualdad.



martes, 28 de mayo de 2013

Pienso luego insisto. El patriarcado es terrorismo y viceversa.




Esta semana en Santander, un hombre asesino de 37 años ha estrangulado a su exmujer, delante del hijo de ambos de cuatro años de edad. Fue el primer caso de muerte por terrorismo machista en mi ciudad. Los otros dos casos anteriores en Cantabria fueron en 2007 en las localidades de Cabezón de la Sal y Puente Arce.
El comunicado de repulsa del caso podemos verlo completo en comunicado de repulsa

Pienso luego insisto. Es la punta del iceberg. Las cifras oficiales reveladas el año pasado refieren que más de 700 cántabras viven violentadas y necesitan estar en contacto con la protección policial. Son muchas más en España y en el mundo, en todos los rincones del planeta. Los medios de comunicación se entretienen en esa línea roja, que separa el riesgo grave potencial y la muerte. Se pueden leer frases como: se desconoce el desencadenante del suceso, la hipótesis es una discusión en el momento que le entrega su hijo, (estaban separados y anteriormente tenía una condena y orden de alejamiento por agredir a su exmujer), u otros comentarios como las razones para que tuviera el arrebato era..., tenía mal carácter, tomaba ansiolíticos… 


Pienso luego insisto. De todo lo que podemos decir, resalto hoy, que los hombres no podemos permanecer callados pretendiendo no tener responsabilidad moral ante las víctimas. El silencio nos hace cómplice. Es el sistema patriarcal el que también hay que cambiar. Es el modelo de masculinidad concreto que cada hombre tenemos, sobre el que tenemos que reflexionar y controlar. Ese esquema o modelo actúa en el día a día, a veces en forma de una escalada violenta y en unos pocos casos llega a los casos extremos.


Pienso luego insisto. ¿Usted, hombre, cómo se va a comportar cuando se le tuerzan las cosas? Bajo qué consigna, marca, logo, organización, se va a escudar para mantener el orden de las cosas que tiene tan bien aprendido. Ese orden que entiende que hay que mantener como sea. Esa es la clave, procurar y perpetuar o no el modelo patriarcal. Hay que salirse de eso sin medias tintas, sin excusas.

Es el patriarcado, o como queramos llamarlo, no debemos distraernos buscando el término. Es el sistema machista normativo, lo normal, lo que se espera de ti por ser hombre, el caldo de cultivo para producir la tragedia en sus diferentes grados. Tiene todos los elementos de cualquier terrorismo, en formas de violencia real o simbólica.


Pienso luego insisto. Para los amantes del estereotipo patriarcal en sus grados menores, no cuela que puntualmente se rasguen las vestiduras cuando se sobrepasa esa línea roja. Hay un pacto de silencio, se marea el tema desde todos los puntos de vista, se rodea la cuestión, incluso hasta remarcar nítidamente la silueta. Se habla de mujeres y de toda la sociedad, pero es un tabú los valores, estereotipos, masculinidades que subyacen en cada conducta. Hace falta educación emocional. No pretendo culpabilizar a los hombres, al contrario. Yo voluntariamente renuncio. Son quienes lo omiten los que tienen miedo a reflexionar o piensan que es inevitable.


Por tanto la violencia de género en todos sus grados es terrorismo patriarcal. Pero este oxímoron es una redundancia (El coleccionista de oximoron) En todo caso de terrorismo, en general, se da una estructura patriarcal más o menos completa con todos sus signos y síntomas.

El número 12 de la sección de La Soledad del macho alfa que ha salido publicado este mes en la revista de Hombres Igualitarios de ahige, es la tercera parte que trata los mal llamados lobos solitarios de las matanzas masivas, que no son más que soldados patriarcales escondidos en consignas, logos, marcas u organizaciones. Allí he relatado de una manera más prolija y argumentada algunas pistas necesarias para la comprensión. Otro objetivo de esta entrada es aprovechar  una vez más para invitar a leer. Es cierto que requiere invertir quizá un poco más de tiempo que una lectura superficial, y tal vez algo más de esfuerzo, pero si me concedes esos dos elementos creo que es muy fácil ver. (La soledad nº 12) Para que exista un cambio social tenemos previamente que cambiarnos. Aquí hay que comprender por qué he puesto aquí esta foto.


Esta semana ha ocurrido el último  caso de terrorismo en Londres. El patriarcado cuando las víctimas son las mujeres, por definición, tiende a invisibilizarlo, a taparlo, disculparlo, desviar la atención. Mientras que el patriarcado a su vez, cuando hay una pelea de machos alfa, en forma de una batalla viril, o una cruzada de unos contra otros, acaparan el discurso y lo hipervisibilizan. Trata a las mujeres y/ o niños como menores de edad, o como objetos. Siempre es así.

En esta ocasión unos jovenes amparados en el Islam político patriarcal dirigen su acción hacia otro hombre militar de otra confesión. Otra cruzada entre guerreros de Oriente y Occidente. El balance es que sirve para que la xenofobia o la islamofobia también patriarcales, de Europa, proliferen y produzcan nuevas revanchas, nuevos casos ,etc Parece inevitable que los partidos de extrema derecha como el Partido Nacional Británico o la Liga de Defensa Inglesa emponzoñen el ambiente. En las imágenes de videos sobre estos grupos o fotos de prensa solo se ven varones. Da igual que las comunidades musulmanas condenen la violencia e insistan en que esa atrocidad nada tiene que ver con su fe. Y ni que decir tiene lo que opinen las mujeres musulmanas. De la misma manera en el caso de Santander se ha repetido hasta la saciedad que era un matrimonio inmigrante. Las posibles conclusiones y desvíos de la situación son evidentes (...)


Volviendo al caso de Londres, el mismo autor lo ha dejado muy claro: “Lo siento por las mujeres que han tenido que ver esto, pero en nuestra tierra las mujeres tienen que ver lo mismo”. ¿Queremos algo más para darnos cuenta? Pongamos un ejemplo.Tenemos dos pirómanos que se queman mutuamente la casa y el jardín. Podemos decir lo mismo, los árboles de uno han tenido que fastidiarse, igual que los árboles del otro. Y los ladrillos de la casa de uno, se tienen que fastidiar igual que el inodoro de la casa del otro, que también fue destrozado por venganza. Los medios de comunicación grabarán cómo los árboles se queman, cómo las casas se destrozan, pero la entrevista se la hacen a los pirómanos, no hay protagonismo para la Naturaleza. El ejemplo, de una manera poética, nos anima a pensar que los árboles están hablando por medio del cambio climático, pero esa es otra historia.


Pienso luego insisto. En definitiva, tanto en el caso del terrorismo machista como en los otros múltiples terrorismos, las mujeres nunca estarán seguras si alteran el orden patriarcal. Y los varones que nos colocamos al margen del patriarcado tampoco. En ambos casos ocurre otros casos de halcones y palomas.La Soledad nº 6. Es un asunto de Derechos humanos. (De los humanos y de las humanas) Y además, hasta que los discursos, las políticas, el poder, y los sujetos que las generan, no sean hombres y mujeres por igual, no se reparta  paritariamente, (o como quieras decirlo), será siempre igual. 
¿Podemos hacer algo más que rezar y pagar los platos rotos?


También podemos verlo por el lado positivo. La cultura de Paz es el único camino a largo plazo, el amor es la alternativa a la violencia, para hombres y para mujeres. Aunque en un principio actúa aparentemente desarmada.
¿Quién manda realmente? ¿Quién pone el dinero? ¿Quién se beneficia? Serán preguntas que nos tengamos que hacer. Habrá que pensar un poco, no solo sufrir las consecuencias. ¿Cual es el lado positivo? Ya conocemos el camino. Sí se puede, no se quiere.  Se arreglará cuando la mayoría quiera y cuando sea la mayoría la que pueda o tenga el poder.

martes, 21 de mayo de 2013

Desde la frontera se divisan más países. Sacramentos y Andrés Torres Queiruga.





Te invito a que antes de hacerte una idea de lo que vas a leer, esperes al final.

Todos somos teólogos o somos teólogas porque interpretamos nuestra Fe. La  comunidad de base Ignacio Ellacuría (Ignacio Ellacuría), a la cual tengo el honor y la alegría de pertenecer, tuvimos en casa al teólogo Andrés Torres Queiruga. Es uno de los más lúcidos, honestos e interesantes de la teología internacional para todo el mundo, creyentes o no. Tiene libertad para hacer teología. Eso le ha dado algunos problemas pero ningún profeta lo tuvo fácil, ni siquiera un tal Jesús del que decimos ser seguidores. Fue un momento de diálogo para compartir la Fe, personas de Iglesia que como nos enseñó el Concilio Vaticano II, la Iglesia es la Asamblea del Pueblo de Dios. Nos habló de los sacramentos y de cómo se pueden vivir hoy mejor.

¿Sigues ahí? Vamos a utilizar la herramienta nº 2 y desagregaremos minuciosamente por sexos. En charlas diversas, el aula de Teología, o conferencias del Obispado, donde las imparten teólogos, sacerdotes, hombres en su gran mayoría, escogidos por la jerarquía,  la participación suele ser paritaria o con presencia mayor masculina, en torno al 60% de hombres. Cuando la persona invitada es teólogo de frontera, adaptado a los tiempos, joven, o persona invitada por grupos progresistas, la participación de mujeres en este caso siempre es mucho mayor. Esa tarde estuvimos en la sala un 68% de mujeres y 32% de hombres. Es parecida a la habitual hoy por hoy en actividades cotidianas o celebraciones en temas de Iglesia. Y muy parecida a encuentros literarios, por poner otro ejemplo. Dentro de temas teológicos, cuando la conferenciante es una mujer teóloga o se trata de temas de mujeres en la Iglesia o fuera de ella, la asistencia de mujeres es mucho mayor, cercana al 80% de mujeres de media. Sin llegar al porcentaje de mujeres que suele haber en temáticas laicas puramente feministas, donde pasa siempre de un 90% de mujeres. Quien esto no lo vea lógico, o le haya extrañado este párrafo, por favor que lo vuelva leer. Es preciso entender bien esto, verle la lógica para comprender lo demás. Es lo más importante.

Voy a trufar de cosecha propia algunas de las múltiples indicaciones que nos dio Queiruga. Yo mismo o cualquiera podemos hacernos las trampas en el solitario que queramos, es asunto de cada cual. Supongo que eso es a lo que se refieren personas agnósticas o ateas que explicitan que la religión debe confinarse a lo privado. ¡Tú a lo tuyo y no molestes con tus cosas! Estoy de acuerdo. Si las creencias o las prácticas de las religiones suponen daños a  terceras personas, seguramente no lo estamos haciendo bien. Seguramente estamos cometiendo una estafa, somos propagadores de opio para los pueblos o simplemente unos impostores. (Ver Espiritualidad masculina )

Pero aparte de jugar al solitario también podemos ser honestas y honestos  con nosotros mismos, yo lo recomiendo. Lo personal es político. Lo religioso debe ser muy íntimo y personal. Pere Casaldáliga (blog) nos recuerda que la religión también es política, todo cobra sentido en la Encarnación. Eso es ser seguidores y seguidoras de Jesús y compartir la fe en comunidad.

Si queréis os comento telegráficamente alguna otra cosa que nos dijo Andrés. Los sacramentos son signos e instrumentos que producen gracia. ¿Pero eso cómo se come? ¿Cuál es el significado hondo y vital? Por supuesto que no es magia. Por supuesto que no nos vamos a perder ahora con San Agustín, Santo Tomás, la filosofía de Aristóteles sobre materia y forma, o vino y alimento, vida, palabra, tradición, agua, limpieza… No creo que haya que recordar que son tres hombres de hace muchos siglos. El siguiente paso lo tenemos que dar ahora, un significado actual, pero reeligiendo lo que nos vale. 

No nos vamos a perder ahora en el siglo XIV con la peste, donde todo se llenó de procesiones y los nuevos sentidos de las manifestaciones colectivas. O el momento clave de la modernidad y la evolución de la ciencia, no es el momento. Las cosas físicas tienen efectos físicos, nos decía. La lluvia no la manda Dios, sino que es una borrasca. La ciencia nos ha explicado que las placas tectónicas, por ejemplo, son las responsables de los terremotos. El ateísmo moderno tiene las causas ahí y a veces se ha quedado anclado en algunas personas y en mi opinión con el mismo sesgo androcéntrico. Tenemos muy claro que si no cambiamos las políticas no acabaremos con el hambre en el mundo. Desde luego que no se erradica con novenas. Quien se dirige a mí pensando que yo creo lo contrario, me está faltando al respeto. Los sacramentos por tanto no son magia.

La clave está en cómo reconfiguramos nuestra vida. ¿Cómo actúa Dios, que es Abba, padre o madre, (o añado yo, o la divinidad, o el centro amoroso, o la nada como queráis decirlo), en la realidad y en mi persona? ¿Por qué rezo, o cuáles son mis sentimientos, momentos antes de abrir unos informes médicos?

¿De dónde surge la fuente viva de nuestro ser que nos sigue creando en el amor o en el odio? ¿Cómo actúa todo eso a través de mi propia libertad? ¿Cómo puede  cambiar mi actitud ante la muerte? ¿Eso que algunas personas podemos llamar acción de Dios, por qué molesta a quienes no lo viven?...

Insisto, todo lo que impongas en estos temas a otras personas será una demostración per se de que eres un farsante. Es posible, por ejemplo, que el nacionalcatolicismo con sus inquisiciones políticas haya logrado amputar en varias generaciones la capacidad de arrepentimiento, de pedir perdón, de pedir ayuda, de reconciliaciones sinceras. Obligar a mostrar la intimidad es terrible. Trento explicaba el perdón como un tribunal, esto es más terrible todavía, nos decía Queiruga. Y yo añado que el patriarcado cuando utiliza el púlpito o el confesionario para controlar la moral de las mujeres, es la peor de las imposturas.

Es posible que las rigideces sobre los matrimonios, apoyados en desigualdades, los haya convertido en jaulas legales simbólicas. Una planta está nula y muerta en el momento que se corta y guarda en una urna, en lugar de darle luz, agua, y cuidados. Esos cuidados o ayuda pueden venir de muchas formas, adoptar diversas providencias.

Por tanto hablamos de signos, gestos, ritos de iniciación o despedida, de acompañamiento comunitario en momentos cercanos de la muerte, u otros momentos de cambios importantes. Es algo voluntario, como regalo, como don, como gracia. Son regalos que se pueden aceptar o rechazar, pero sobre todo celebrar. Y han de hacerse en comunidad. Las conexiones fraternales se concretan en signos y símbolos. Por eso los sacramentos o son comunitarios o no son, son regalos colectivos. Supone en cierta forma un compromiso con la comunidad, con la tensión habitual entre autonomía y pertenencia. Cualquier signo cultural, como la lengua, o estos ritos,  pueden utilizarse como armas arrojadizas. El patriarcado lo hace constantemente.

Repito, ni es magia ni puro rito social. Por supuesto que el mercado, la sociedad de consumo, lo va a querer abarcar todo. Cada persona tendrá que plantearse eso. Se dice que son siete, pero en algún momento se ha llegado a hablar de cien sacramentos. En sentido amplio, recomiendo el libro los sacramentos de la vida de Leonardo Boff (pdf). Los ritos de iniciación o cambio de filiación o pertenencia o son gozosos o no son. Así me autoproclamo o me vivo como hija e hijo de Dios, en un compromiso con la comunidad con la cual me religo, como yo quiera. ¿Dónde está el problema? Si hay problema, algo seguro estamos haciendo muy mal. Hemos de aprender a gestionar nuestros miedos y nuestras fortalezas. Saber pedir ayuda, confiar o fiarse, saber en manos de quién o de qué nos abandonamos…

¿Sigues ahí? Este blog es de masculinidades. En esta entrada, junto con el que escribe, hemos aparecido varios hombres contemporáneos que intentamos progresar como podemos. Al terminar la charla hubo un turno de cinco preguntas, el 80% fueron hechas por hombres. ¿Qué dicen las mujeres? ¿Se os ocurre por donde nos va a llegar la renovación y la inspiración divina? A mí sí, esa es la clave. Andrés Torres Queiruga terminó su exposición diciendo: cuando una parroquia está viva, tiene sacramentos vivos. Gracias Andrés.