¿QUIÉN SOY?




Este es el blog de MANUEL BUENDÍA BERCEDO. Pretendo mostrar una propuesta profesional y particular acerca de la Igualdad de Género y las Masculinidades. Veremos algunas respuestas a la pregunta anterior pero sobre todo, haremos muchas más preguntas para invitar o implicar a otros hombres en la Igualdad.



miércoles, 29 de julio de 2015

No he pensado en ellas. Te prometo que no me he dado cuenta.

Pedro es gerente de su empresa y responsable de recursos humanos (He cambiado el nombre aunque se reconocerá en seguida cuando lo lea). Hace tiempo que le ronda la idea de contar con mis servicios para incorporar un pequeño plan de Igualdad a medida, muy adaptado a su pequeña-mediana empresa.

En esa ocasión me expresaba su dificultad para encontrar sustituto en un puesto vacante de cierta responsabilidad. Dicho desempeño cuenta con dos o tres cometidos muy sensibles según él. No valía cualquiera porque debía tener un alto nivel de confianza y complicidad con él, y alto conocimiento de los entresijos de la empresa. Eso no estaba al alcance de todos los trabajadores.

Omito los detalles. Comprendí el puesto, y los requisitos. 


Me habló de los posibles candidatos. Andrés, por ejemplo, sabía que no quería. Lo sabía porque era el candidato ideal para un proyecto en Brasil que le permitiría estar el año próximo. No tenía sentido contar con él para que al año siguiente tuviera que repetir todo el proceso de selección.

John llevaba año y medio en la empresa y aún necesitaba cierto rodaje, sobre todo con el idioma, pues había llegado de Londres y estaba demasiado concentrado en el nuevo departamento de exportaciones.

Carlos era muy joven. En la entrevista de selección se vendió muy bien. Causó una muy buena impresión a los superiores. Se puede decir que "prometía", pero al final no era para tanto. Le faltaba iniciativa y una mano izquierda o cintura para salir bien parado bajo presión. En determinadas situaciones se ponía nervioso y no sabía solucionar.

Jonás no le caía bien. Resulta una pena que no termine de fiarse de él. Da la sensación de que se guarda la información y actúa a espaldas de sus compañeros...

A medida que decía una sarta de candidatos imposibles y yo escuchaba, me iba dando cuenta de la situación.

Terminó Pedro concluyendo con una frase contundente:

- ¡Manuel, no tengo a nadie para ese puesto! ¿Qué puedo hacer para buscar fuera la persona necesaria? 

Intenté  distraerle pidiéndole que me hablara de toda la plantilla. Le pedí que me explicara los departamentos, los niveles, jerarquías, mandos, equipos y tareas, con el fín de airear el poblema y encontrar efectivamente la solución fuera, pero no de la empresa sino fuera de su cabeza, de sus creencias, de sus esquemas mentales de confort.

Así fue y tuve la oportunidad de decirle a Pedro algo que al parecer no veía y sin embargo tenía delante de sus narices. 
Le dije que en veinte minutos de conversación, aparecieron numerosos nombres de personas de la plantilla con experiencia, y que estaban llenas de cualidades.

María era la más veterana, Vanessa tenía la inteligencia y la mano izquierda suficientes como para darle la vuelta a las cosas de una manera práctica. Carla no hablaba mucho pero era debido a que conservaba con siete llaves los secretos de todo el mundo, por lo que era la persona de confianza más sólida. Carmen le caía muy bien, desde el primer día le entró por los ojos. Pretendió tener con ella hace un par de años algo más pero no pudo ser, sin embargo la complicidad que consiguieron compartir a partir de entonces fue muy bonita y util para el trabajo en equipo. Antonia tiene una capacidad de trabajo incansable. Andrea tiene otra formación pero ha demostrado que aprende muy rápido, incluso Mª Victoria o la otra María, aunque llevaban muy poco en la empresa, también prometían mucho...


¿Me sigues diciendo que no tienes a nadie?

¿No te has planteado elegir a una mujer?

Me dices que no se te ocurre nadie, y a juzgar por tus propias palabras, me salen ocho candidatas - le dije suave y con la seguridad de la contundencia del argumento.

- ¡Ah, ya, pero es que...! - me dijo balbuceando.

- ¡Pues te prometo que no lo había pensado! - me respondió a continuación con la mirada perdida dirigida hacia la izquierda como buscando dentro de su cabeza una excusa que le sacara de su sorpresa.

- ¡Ya, pero es que...!

Yo le creo. Esta vez la razón es más simple de lo que parece. Simplemente no se le había ocurrido. Cuando había asumido la responsabilidad de solucionar el papelón de buscar a la persona indicada, echo mano de los que tenía cerca, y con la inercia de siempre. Se dio cuenta de todas las veces que desde que somos niños pensamos los hombres entre nosotros. Nos buscamos entre nosotros y no vemos a las mujeres. Cuando estamos en el trabajo, inconscientemente seguimos pensando androcéntricamente. Otros muchos lo hacen a drede pero ahora no me refiero a esos.

Hay ya muchas mujeres entre nosotros en los puestos de trabajo, pero cuesta integrarlas al cien por cien, con todas las consecuencias. Hay que hacer un esfuerzo activo para tenerlas presentes o en cuenta de una manera justa, sin discriminación tácita ni sutil.

- En realidad, en esta empresa nunca se ha discriminado a las mujeres, y cada vez hay más. Se supone que es posible que esta vez debo pensar en alguna de las que dices para ocupar ese puesto - me dijo Pedro dejando claramente en evidencia que lo iba pensando sobre la marcha por primera vez.

Yo no quise (estratégicamente) analizar profundamente esa última afirmación y lo dejé pasar. Creo firmemente en este trabajo y estoy convencido que hace falta hacer un proceso de reflexión sincero y de cambio auténtico y solvente. Llevará tiempo. Cuando se llega a este tipo de conclusiones son una delicia si se viven con humildad y con ánimo de hacer mejor las cosas.

Dentro de cuatro días estará más claro que la excelencia pasa necesariamente por implementar perspectiva de género a todos los ámbitos y hacer un trabajo de desarrollo personal en clave de masculinidades.

- Te felicito Pedro, creo que eres valiente por reconocerlo - le dije sin ningún tipo de ironía o sarcasmo. Te auguro muchos éxitos si te acostumbras a salir de la zona de confort en la que el patriarcado ha socializado a los hombres (y mujeres). El éxito está en el cambio, si rompemos moldes y estereotipos estrechos discriminatorios o machistas.

Y vosotros, queridos lectores y lectoras, ¿quién creeis que seleccionó Pedro para el puesto?










 

lunes, 20 de julio de 2015

¿Dónde está el poder de unos tacones?

¿Dónde está el poder, cuando hablamos del poder de unos tacones? Reflexión realizada sobre una entrevista a Eva González, en un periódico.

Para poder leer esta entrada es necesario tener en cuenta el holismo y la buena fe como ingredientes necesarios. Me explicaré lo mejor posible.

El holismo procura tener una mirada de la realidad y de los problemas complejos lo más amplia, variada y profunda posible, atendiendo a las relaciones de todo con todo. Holismo en Antropología. Y en este blog hay que incorporar la perspectiva de género para el análisis como algo específico y obligatorio, algo que no suele hacerse casi nunca.

Y la buena fe aquí tiene que ver con la honesta transparencia de querer llegar a algún sitio, con el menor lastre posible de prejuicios y compromisos o hipotecas ideológicas.

Eva González es una presentadora con muchas cualidades. Está gustando  cada vez más, aparte de su belleza física, por su capacidad de trabajo, sentido del humor, y diversas habilidades sociales, entre otras. 

Tomo estas características de la entrevista que le hace una mujer periodista en un periódico. Yo lo comparto.

El peso de la imagen en el reconocimiento que logramos las personas en el lugar de trabajo, o en la aceptación en las relaciones personales  tiene sus reglas e importancia y las tenemos en cuenta aquí para enfocar la cuestión.

Me he llevado muchos cabreos en mi vida con ese tema y todas sus variantes. Es muy injusto que los elementos de adscripción, es decir, aquellos que no tienen relación con el mérito, como el lugar de nacimiento, la clase, el género, etc condicionen a favor o en contra. Unas personas jueguan en clara ventaja respecto a otras en este juego de la vida, ya desde el principio.

Una persona “considerada fea por las demás, (sobre todo si es mujer), dependiendo de quién se trate, en qué escenario se mueva, y el grado de fealdad (según el canon hegemónico), va tener que superar muchos más obstáculos, que otra más agraciada.

Y en aquellas situaciones donde el mérito cobra importancia (en teoría), como es el campo educativo, a la hora de optar a una selección para un puesto de trabajo, esas variables anteriormente dichas, influyen de nuevo en el proceso en mayor o menor medida.

El patriarcado pretende que solo los hombres sean sujetos, agentes de autoridad, y tiende a considerar a las mujeres como un objeto cuando salen de su ámbito doméstico. Esta es una de las cuestiones que hay que erradicar.

Nos estamos moviendo ya en el ámbito de las excepciones a esa regla. Estamos en un momento de transición ¿Qué ocurre en aquellas mujeres que han salido del espacio doméstico?

De dicha entrevista, resalto dos preguntas con sus correspondientes respuestas que me ayudaron a reflexionar.

No critico nada, solo muestro. Generalmente explicitamos los datos con la intención posterior de juzgar o criticar. Sin embargo la buena fe de la que hablaba al principio me ayuda a profundizar con mucha más facilidad.

Los juicios son cortafuegos del conocimiento.

Con buena fe, sin juicios, se aprende a fluir. (Sigamos).

Le hizo una pregunta sobre los complementos de la ropa, o sobre el fondo de armario. Me dio la sensación de que se lo preguntaba no de una manera frívola sino como un elemento de estrategia para la vida o para el trabajo.

Eva también lo debió de interpretar así porque le respondió con trucos y tácticas. Le explicó el tipo de ropa que utiliza para según qué ocasión, de tal manera que a veces sacrifica la comodidad, o sus propios gustos en función de otras muchas variables o intereses. Señal de inteligencia reconocida entre ambas mujeres. Bien, yo sigo de espectador.

Ahora no corresponde hablar de otras muchas cuestiones porque quiero llegar a un punto más sutil, y no me quiero alargar. Está claro (por decir algo) que a un hombre de negocios, es difícil escuchar que se le hacen preguntas sobre la imagen o la vida privada. (A veces si. Algo está cambiando por ahí).

Poniendo otro ejemplo, creo que es extraño preguntarle a un hombre algo parecido a lo siguiente:

- "usted era un hombre de la confianza de Emilio Botín. Ahora que ha fallecido, y es presidenta su hija, Ana Patricia Botín, (la primera mujer presidenta de uno de los bancos más importantes del mundo), ¿se atrevería a NO llevar corbata roja ahora, sabiendo que antes era obligatorio o necesario para seguir en el puesto o para ascender? ¿En qué circunstancias haría propuestas nuevas a su nueva jefa?"

El párrafo anterior es pertinente para marcar el nivel de profundidad (es un nivel alto, no te confundas) de la siguiente pregunta que le hizo la presentadora a Eva González y que es lo principal de la entrada de hoy.

- Entonces ¿prefieres tacón o zapato plano?

En la pregunta ya van implícitas muchas cosas. Eva es lo suficientemente alta como para no necesitar aparentar más altura. Su trabajo está lo suficientemente reconocido como para haber podido imponer cierto criterio personal. Va implícito también que muchas mujeres son lo suficientemente altas, que si llevaran más tacón podrían ofender al sistema, al mostrarse más altas que la mayoría de los hombres, y otras muchas consideraciones. La corbata y los tacones tienen un altísimo valor simbólico, y mucho valor en las desigualdades de género.

Eva le respondió de una manera tal que fue lo que llamó mi atención:

- "Creo que todas preferimos plano. Pero también creo que el zapato de tacón nos hace sentirnos más poderosas”

Por varios indicadores personales, y cierto trabajo de campo sobre el perfil de los lectores y lectoras de este blog tengo calculado que son mujeres en un 90%.

Por eso me voy a dirigir a los hombres que están leyendo estas líneas, (que no son pocos, aunque sean el 10%) y decirles por qué llamó mi atención la respuesta de Eva. De hombre a hombre…

Cuando dice que todas prefieren zapato plano, pienso que dice que, (según su experiencia),  en condiciones de libertad absoluta las mujeres preferirían estar cómodas. Eso es lógico.

Al incorporarse las mujeres al trabajo remunerado en la esfera pública y tener que competir con sus compañeros, para jugar con la menor desventaja posible, lo lógico sería en principio que fueran lo más cómodas posible para aguantar muchas horas de trabajo sin fatiga. Si usan tacones a pesar de eso es porque creen o les han hecho creer que "ganan por otro lado", o "tienen salvoconducto o menos desigualdades que las que no consienten". (Todo entre múltiples comillas).

Aquellas mujeres que se han acostumbrado a llevar tacón y dicen que lo prefieren, probablemente les compensa por la razón que sea. Han conseguido un nivel X que de momento les vale, y asumen los inconvenientes de unos tacones incómodos (repito que porque les compensa, o las hace más competitivas).


Cualquiera que quiera ver una radiografía de un pié en su tacón de aguja comprenderá facilmente que no puede ser saludable y tiene que doler llevándolo horas.

Cambia la estrategia cuando es para una boda, o dos horas en una fiesta. (Dicho por varias mujeres).
Opino que en el momento que un zapato plano tuviera un prestigio social alto, muchas automáticamente dejarían de usarlo.

Cuando he preguntado a mujeres su opinión al respecto, me han dado diversas razones y hecho comentarios, pero yo me pregunto:

Decir que te pones tacones para ir a la oficina porque el cuerpo se estiliza y te ves más sexy, ¿no estás reconociendo que vas al trabajo a seducir o que lo necesitas hacer para supervivir en él? ¿No estás dibujando las normas o reglas del medio en el que te mueves? ¿No estás admitiendo (dando por buenas) las reglas de la erotización de las mujeres? ¿No estás admitiendo sin cuestionar los cánones estéticos impuestos de un determinado tipo de mujer propio de sociedades machistas? Como estoy hablandole a otros hombres... ¿te das cuenta cómo te complica todo esto para hacerte una imagen mental positiva e igualitaria de tus compañeras de trabajo?

Pero la respuesta que da Eva dice más cosas , dice que NO hay libertad. El tacón hace poderosa a una mujer porque son las reglas del patriarcado las que se imponen. La mujer sin tacón no es poderosa. Entra en el canon cuando es aprobada por la mirada de los hombres. Cuando es deseada, admirada como objeto estético o sexual. Preferirían estar cómodas pero no lo hacen porque se les inculca constantemente cuál es el modelo de mujer o de feminidad que se busca.


Las mujeres que no quieran ser objetos y aspiren a ser alguien pueden optar a ser sujetos (sujetas a una tortura) pero con la obligación de utilizar ese nivel de empoderamiento que se le permite, con lo que ahora se llama en los manuales de economía o empresariales “capital erótico”, y hace treinta años se hablaba de “armas de mujer”.
Las armas de hombre son las armas propiamente dichas, y las mujeres están en posición subordinada. Si pretenden tener algún tipo de poder, han de usar las armas de su capital erótico, que ahora ya cotiza en el mercado patriarcal, el de las reglas de los hombres.
¿Me expliqué?
Pues bien, amigo mío, de hombre a hombre te digo que cada vez hay más Evas y más periodistas. Se están preparando en la clandestinidad. Afirman NO ser feministas, (muchas de ellas) como parte de su particular estrategia. 

Dentro de unos pocos años se notará la influencia y las interacciones del trabajo oculto durante años de  muchas de ellas.  En unos pocos años, cuando el  poder real y efectivo esté más repartido, la diversidad de las estrategias se multiplicará.


Únicamente los hombres sensibles que se hayan dado cuenta de todo esto, y vayan haciendo un proceso de cambio personal hacia la igualdad entenderán algo y serán competentes para las nuevas reglas (menos patriarcales). Mi trabajo consiste en acompañarlos en este proceso.

Muchas abandonarán los tacones o los usarán de otra manera. (Hoy los tacones es un símbolo. Supongo que os habréis dado cuenta que me refiero a otros muchos).

Muchas se empoderarán de otras maneras, como ya lo hacen.

Repito que todo esto también forma parte del trabajo diario de los profesionales de la igualdad y las masculinidades. Los Planes de Igualdad de las empresas es mucho más que el no discriminar el acceso, la formación, iguales salarios, conciliación, o prevención del acoso a las mujeres. Es muchísimo más. Las vestimentas y la imagen en el trabajo, la convivencia y los conflictos, el trabajo comercial y de marketing, las relaciones de poder, afinidades, etc en las nuevas empresas, nuevos escenarios, nuevas relaciones...Planes de Igualdad

Y los hombres tenemos que ponernos las pilas en todo esto.

Holismo, buena fe, y masculinidades…

sábado, 11 de julio de 2015

¿Un curso de verano de feminismos y masculinidades? ¡Por fin, no me lo puedo creer!

Historia de las desigualdades
Hoy han "venido a cenar a mi blog" dos buenos amigos, y a la vez colegas en esto de las masculinidades, Jesús Espinosa y Octavio Salazar. Cada uno en su campo, son el mejor referente sin ningún tipo de duda. Con un poco de humor, eso es normal porque han sido los primeros, cada uno en su disciplina, por tanto son aún casi únicos; Octavio en el mundo del derecho, y Jesús dentro de la historia en el campo de los hombres profeministas.

Han venido a hablar de un evento del que están muy satisfechos, y que YO RESALTO ESPECIALMENTE POR LO QUE SUPONE DE INDICADOR DE SEGUIMIENTO, O REFERENCIA PARA MI CAMPO, el curso de verano de la universidad de Huelva, sobre feminismos y masculinidades, del 20 al 22 de julio de 2015:


Los directores de ese curso son Juan José Tamayo Acosta y el propio Octavio Salazar Benito. Insisto la importancia que para mí tiene, el que este tema de las masculinidades y su incorporación al discurso feminista con todas sus sinergias, estén teniendo cada vez más espacio en todos los ámbitos. En este caso, en el campo académico y universitario.

Hay alegorías encriptadas por todos los sitios.
Octavio es Doctor en Derecho, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Córdoba, y miembro de la Red Feminista de Derecho Constitucional entre otras muchas ocupaciones.
Autor de libros como "Las horas.El tiempo de las mujeres", o "cartografías de la Igualdad". Yo en realidad le admiro y me apoyo frecuentemente en sus consideraciones puesto que el mundo del derecho y la formación en leyes, es la parte del conocimiento donde más lagunas tengo, y me generan resistencias en la praxis.
Dicho de otro modo, me muevo mejor en la praxis, en la intervención con otras personas, en la vida cotidiana, y son los ajustes de la regulación o el derecho positivo donde me parece que lo complicamos todo.

 
Por eso resalto otro libro, especialmente útil para este blog. Con el título de "masculinidades y ciudadanía" y el subtítulo de "los hombres también tenemos género"

¿Acaso no es normal que nos replanteemos los hombres nuestra ciudadanía, en un mundo mixto o paritario? Es diferente y forma ya parte del presente. La ciudadanía ilustrada del siglo XVIII, de un mundo de hombres sin la ciudadanía de las mujeres ya no nos vale.
El nombre de su ponencia en el curso precisamente es ese:

"masculinidades, ciudadanía y democracia paritaria"

Este cordobés, de Cabra, aparte de investigador, profesor, y escritor, también se considera padre queer, y militante en igualdad de género y en derechos LGTBI.

Cuando le pregunto si él se considera "feminista", me responde...

- , y reivindico el término en unos tiempos en los que es atacado con tanta frecuencia desde el prejuicio y la ignorancia.. Y lo soy desde una doble perspectiva. En cuanto investigador que asume la teoría y el método feminista para desentrañar y analizar críticamente la realidad y el Derecho. Y en cuanto ciudadano demócrata que considera que sin igualdad efectiva de mujeres y hombres no puede haber auténtica democracia. El feminismo es una propuesta crítica y emancipadora desde la que es posible revisar el orden político, el económico, el cultural, pero también nuestra propia subjetividad. Es decir, el feminismo es también para mí una herramienta para reconstruir una identidad masculina que el patriarcado me ha impuesto y con la que nunca me he sentido cómodo.



Quienes sois lectores o lectoras de este blog comprobaréis que no puedo estar más de acuerdo. Aspiramos a mucho más que a analizar las respuestas reactivas masculinas a las demandas feministas o del feminismo, femeninas, o de las mujeres (como quieras verlo)... Queremos ser activos de nuestro propio cambio.


¡Hay pollo en escabeche para cenar!
En todo el Estado español hay dos organizaciones de  hombres igualitarios que nos hemos puesto las pilas para integrar o asumir en nuestras propias vidas este mismo empeño.
Por un lado la Red de hombres por la Igualdad, a la que pertenece Octavio, y por otro lado la asociación Ahige, a la que tenemos el gusto de pertenecer Jesús y yo, y de la que hablo constantemente. Asociación de Hombres por la Igualdad de Género Han pasado ya cuatro años desde el Congreso de masculinidades CIME, en Barcelona, donde hubo un antes y un después en esta disciplina. Y tuvimos la oportunidad de conocernos muchos de los que allí estuvimos, de las dos organizaciones.


Con Octavio, tuve la ocasión de coincidir en una actividad de "clásicas y modernas". Para explicar a quien no lo conozca le pregunté quienes son y me dijo:

- Clásicas y modernas es una asociación creada y formada por mujeres, en la que ya empezamos a estar algunos hombres, y que se ocupa fundamentalmente de la promoción de la igualdad de género en la cultura. Es decir, pone el foco en las diversas dimensiones de un orden cultural en el que se sigue prorrogando la diferenciación jerárquica entre nosotros y ellas. Y desde esta perspectiva organiza distintas actividades mediante las que pretende subrayar las más que evidentes discriminaciones de las mujeres en el ámbito de la cultura, al tiempo que plantea modelos alternativos en un mundo controlado también mayoritariamente por nosotros.

Me explicó una de las campañas de dicha asociación que me pareció muy interesante:

-Clásicas y Modernas ha lanzado una carta abierta a los hombres pidiéndoles que se nieguen a participar en tertulias, congresos, conciertos, antologías, etc, etc, donde no haya mujeres. Se trata, de momento, de un gesto simbólico coincidiendo con las celebraciones de marzo de 2015, pero con el objetivo de crear conciencia del problema, en general, y en particular, concienciarnos a nosotros, los hombres, de que somos responsables de la desigualdad, aunque solo sea por omisión.

Yo estoy completamente de acuerdo. No hay marcha atrás y animo a todos los hombres, no solo en las fechas señaladas sino en todo momento, todo el año,  a reclamar, criticar y cuestionar allí donde nos llaman a mesas redondas, foros o conferencias, y exigir las explicaciones necesarias por las cuales solo aparecen hombres en las fotos o en dichas mesas, para su reparación. Así ayudaremos a sensibilizar sobre el problema.
Yo hace tiempo que lo hago, y lo tengo tan asumido que me resulta muy cansado observar tantas resistencias aún para algo tan evidente.

Octavio siguió explicando:


-El objetivo es que se sumen a esa iniciativa personas individuales pero también colectivos que crean en la igualdad y muy especialmente en la necesidad de que los hombres adquiramos conciencia feminista y asumamos nuestra parte de responsabilidad en esta lucha.
Como no somos ingenuos, Octavio lo dejo muy claro:

-Lo cual pasa necesariamente por renunciar a privilegios y por compartir con las mujeres derechos y obligaciones. De ahí la importancia de que, más allá del gesto simbólico, nos neguemos a participar en cualquier iniciativa donde ellas no estén presentes en igualdad de condiciones que nosotros. Solo así podremos ir modificando esa fotografía fija del patriarcado en la que todo lo relacionado con el poder, lo público, y también la cultura, aparece dominado por nosotros.

Si creemos en la democracia, las dos mitades deben estar presentes de manera equilibrada.

E insisto: los hombres, en cuanto sujetos privilegiados del contrato, tenemos una responsabilidad añadida en el cambio de los espacios de poder y en el imaginario social.
 


Feminismos, género y masculinidades
Estamos en pleno verano. Una buena manera de hacer vacaciones es con las excelentes ofertas de las universidades de verano.
Yo tengo el lujo de residir en Santander y tengo experiencia de la UIMP (Universidad Internacional Menendez Pelayo).
Andalucía tampoco está mal. Todavía hay plazas para asistir al campus de Santa María de La Rábida. Unos estupendos días de verano en Palos de la Frontera en la provincia de Huelva.UNIA 2015.



Son ocho ponentes de lujo representando a ocho universidades de toda España.
El plantel de primeras figuras es paritario. Celebro la coherencia, y valoro muy positivamente que no sea una pose de apariencia sino un detalle de excelencia y de buenas prácticas.

Hace cuatro años tuve el gusto de participar en Santander en un seminario sobre los Planes de Igualdad de las Universidades, con representantes de toda España. Pude comprobar que hay mucho hecho en la mayoría de ellas. Octavio es miembro de la comisión de Igualdad y forma parte de la comisión redactora del I Plan de la universidad de Córdoba, por lo que me consta que sabe mucho de eso.
Mi  desempeño profesional en Planes de Igualdad en empresas privadas me hace reconocer que van muy por detrás, llevan mucho retraso con respecto a las instituciones públicas.
Existe el mismo retraso en los protocolos (habitualmente anexos a los Planes), de acoso sexual, laboral, o por razón de género. Coincidimos Octavio y yo de nuevo en ese campo de interés, no en vano es coautor del protocolo de acoso de su universidad.

El puñado de profesionales que estamos trabajando con hombres e igualdad practicamente nos conocemos. Aparte de los hombres ya citados, tenemos el gusto de contar también en La Rábida con Miguel Lorente Acosta.

Pues bien, entre los cientos de profesoras y colegas feministas que podrían intervenir en el curso, esta vez tendremos el gusto de contar con Rosa Cobo Bedia, Ana de Miguel Álvarez, Soledad Murillo de la Vega y Alicia Puleo García, algunas de las cuales viejas colegas de militancia o en el caso de Ana, fue profesora mia del master.
¡No te lo puedes perder!
 
Jesús en un momento de la cena intervino con una aportación muy interesante y clarificadora. El título de su exposición en el curso será:
"Masculinidades y hombres feministas. Una visión historiográfica"
y nos advierte que...

-¡No somos los primeros ni mucho menos! Hablaré del pensador liberal John Stuart Mill, o del clérigo cartesiano Poulain de la Barre, del ilustrado girondino Nicola de Condorcet, y muchos más.
Estos hombres no actuaron solos, sino que incluso se llegaron a organizar como nosotros ahora, en grupos de hombres. 

Octavio también nos dijo que su grupo de hombres es muy importante para él. Se reunen todos los meses para reflexionar y compartir en la práctica sobre el modelo de masculinidad, el feminismo y las desigualdades de género. Jesús y yo compartimos la experiencia.

Hoy nos hemos reunido tres hombres a cocinar, reflexionar y compartir. Esto ya no es nuevo, puesto que en numerosos lugares del mundo hay sociedades gastronómicas o eventos parecidos, pero no nos podemos quedar ahí. La clave está en hacerlo,  para integrarlo después en la vida cotidiana.

Jesús una vez arrancado nos contó que...
La sufragista Emmeline Pankhurstdetenida en una manifestación
 
- La Mens´s League for Women Suffrage, o la Men´s Social and Political Union, entre otras, al principio del siglo XX, lucharon codo con codo con las mujeres sufragistas, y aunque no se reunieran para deconstruir su masculinidad hegemónica y patriarcal, ni para intercambar emociones, inquietudes, ni preguntarse ¿Qué es eso de ser hombre?, tuvieron claro que algo tenían que hacer y que las mujeres no podían ser excluidas de disfrutar de sus derechos políticos.  

Jesús aparte de buen amigo, es nuestro "historiador de cabecera" que nos ayuda a darle continuidad al proceso. Pretendemos que TODO ESTO sea un cambio social auténtico, donde integremos el proceso de transformación personal (deconstrucción del modelo tradicional) a la militancia política. Lo personal es político. Después el hacer profesión de lo que nos apasiona en una simple consecuencia. Y terminó diciendo...


-Así veremos que hubo otros hombres, que son nuestra genealogía… ya no tenemos excusa. Ellas nunca estuvieron totalmente solas, ni nosotros debemos de estarlo ahora, encerrados en nuestra fortaleza y sin renunciar a nuestros privilegios. La masculinidad no es estática ni inmutable, evoluciona históricamente, por lo que es plural y dinámica (aunque mantenga su núcleo patriarcal y bañado de poder).

Por tanto Jesús nos hablará de la historia de los grupos de hombres y las asociaciones de hombres por la igualdad que aparecieron por primera vez en los años 70 del siglo XX.




Insisto una vez más. Este curso dentro de mi especial observatorio de las masculinidades es crucial. Me consta que lleva mucho trabajo detrás su preparación, y será sin duda un hito.
Durante tres días se hablará de patriarcado, ecofeminismo, feminismos en plural, de la legitimación de las desigualdades, o su reproducción en sociedades aparentemente igualitarias,  de ciudadanía y democracia paritaria, de violencia de género,  incluso de una teoría crítica feminista de las religiones.
Cada vez habrá más oferta y más demanda de estos temas. Y algunos como yo, y sobre todo muchas mujeres inventaremos nuevas fórmulas, enfoques, talleres, dinámicas para explicarlo y hacerlo significativo.

Colaborando y con mucho trabajo y paciencia conseguiremos comunicar y extender. Utilizando un neologismo acuñado por Octavio en su libro, los hombres estamos construyendo una auténtica cuidadanía o ciudadanía de los cuidados.


A Jesús le tengo más a mano y habrá más ocasiones para que nos explique su trabajo. Estoy convencido de que a pesar de su juventud tiene un enorme potencial. Se presentó con una estupenda botella de vino, que sirvió para completar la excelente velada.

Sé que Octavio es muy goloso, y por eso hemos podido también degustar de un estupendo dulce cordobés que nos ha traido.

¡Gracias amigos!