El mes pasado nos preguntábamos: ¿después del ocho de marzo qué?
SEGUIMOS EN EL 8 DE
MARZO TRAS LA SENTENCIA DE “LA MANADA”.
Estoy indignado y me hace escribir la vergüenza.
Estoy indignado y me hace escribir la vergüenza.
En este blog me cuestiono todos los rasgos de mi masculinidad
y “los de mis colegas”.En este caso me refiero a los relacionados con la violencia, la
sexualidad (de los hombres), el ocio de las fratrías masculinas ("jolgorios" incluídos) y veo las grandes dificultades
que tenemos los hombres para empatizar, por un machismo incrustado y atávico que
se resiste a desaparecer. Hoy siento vergüenza, mucha vergüenza.
Voy a procurar NO
repetir las mismas ideas que estamos leyendo y escuchando estos días, a modo de debate colectivo, tras
conocer la sentencia sobre el caso de “la manada”: cinco hombres que violan a
una mujer en un portal, en el contexto de las fiestas de San Fermín, en
Pamplona.
El movimiento feminista ha tenido que volver a salir a la calle. La sociedad española se ha sentido indignada por una sentencia que creemos injusta, alejada de lo que “empezamos a creer hoy” que YA no es de sentido común.
Es lógico y saludable que la sociedad civil salga, (salgamos), a la calle. Permitidme entre la indignación y la verguenza resaltar tres puntos "positivos".
1- Al recuperar el espíritu del ocho de marzo volvemos a expresarnos como sociedad. Mantenemos la llama con fuerza, aplicado ahora a un caso concreto.
2- Colocamos las desigualdades de género en el centro del discurso. Colocamos “la violencia sexual de cinco hombres hacia una mujer” en el centro del discurso, como problema importante. Hemos visto que la agenda mediática lo refleja en calidad y cantidad, y espero que también lo vean (de verdad) las personas responsables de la agenda política, recordando que la violencia de género-machista-patriarcal (incluyo este caso obviamente) es una lacra grave y principal.
Y me niego a cuestionar a la víctima (victimización secundaria). Pongo en este blog el dedo en la llaga de los violadores. El problema lo sufren ellas pero lo tenemos nosotros, en "nuestra sexualidad".
3- Sabemos de nuevo que la Igualdad de Género es un valor principal como sociedad. Comprobamos todo lo que falta por hacer, y dónde AÚN chirría el sistema. El modelo de sociedad es el que está en juego.
Es lógico y saludable que la sociedad civil salga, (salgamos), a la calle. Permitidme entre la indignación y la verguenza resaltar tres puntos "positivos".
1- Al recuperar el espíritu del ocho de marzo volvemos a expresarnos como sociedad. Mantenemos la llama con fuerza, aplicado ahora a un caso concreto.
2- Colocamos las desigualdades de género en el centro del discurso. Colocamos “la violencia sexual de cinco hombres hacia una mujer” en el centro del discurso, como problema importante. Hemos visto que la agenda mediática lo refleja en calidad y cantidad, y espero que también lo vean (de verdad) las personas responsables de la agenda política, recordando que la violencia de género-machista-patriarcal (incluyo este caso obviamente) es una lacra grave y principal.
Y me niego a cuestionar a la víctima (victimización secundaria). Pongo en este blog el dedo en la llaga de los violadores. El problema lo sufren ellas pero lo tenemos nosotros, en "nuestra sexualidad".
3- Sabemos de nuevo que la Igualdad de Género es un valor principal como sociedad. Comprobamos todo lo que falta por hacer, y dónde AÚN chirría el sistema. El modelo de sociedad es el que está en juego.
No soy abogado, ni juez. No es un debate técnico. Volverlo "técnico" es una cortina de humo que el patriarcado utiliza para desacreditar o desautorizar a las mujeres de nuevo. Yo no he leído el sumario (me lo han leído entre todas), ni he escuchado las pruebas en el juicio (eso no importa ahora).
Mi foco no es un tema técnico acerca de la modificación del código penal y sus leyes que comprobamos que es imprescindible hacer.
Gracias al punto positivo nº3, las personas autorizadas para opinar sobre el caso somos TODAS. Es la sociedad democrática la que exige cómo quiere que sean sus leyes o reglas de convivencia y los valores que decimos querer potenciar. La justicia tiene que ser JUSTA.
Mi foco no es un tema técnico acerca de la modificación del código penal y sus leyes que comprobamos que es imprescindible hacer.
Gracias al punto positivo nº3, las personas autorizadas para opinar sobre el caso somos TODAS. Es la sociedad democrática la que exige cómo quiere que sean sus leyes o reglas de convivencia y los valores que decimos querer potenciar. La justicia tiene que ser JUSTA.
Supongo que el abogado defensor (el de los hombres violadores) ha hecho bien su trabajo. Le he escuchado con detenimiento, y parece que no entiende nada, o al menos lo importante. O no lo quiere entender, al igual que muchos otros (y alguna "otra") opinadores.
Como antropólogo mi foco de preocupación es LA VIOLENCIA SIMBÓLICA DEL SISTEMA que actúa una vez más en este momento. La pedagogía machista que se transmite en este caso a las chicas jóvenes y a los chicos jóvenes. El mensaje que estamos dando a las chicas es que están totalmente desprotegidas. Es como si el espejismo de la igualdad nos explotara en la cara en este caso.
Como antropólogo de las masculinidades me ocupa y preocupa el estilo de sexualidad que se transmite a los chicos. Cómo se puede ser, cómo se debe ser, la línea roja de lo permitido y sus triquiñuelas, y algunas de sus consecuencias. Violar sale (casi) gratis. Inconscientemente notamos que la agresión o el abuso sexual se legitiman, se justifican, se les quita importancia. La violencia simbólica del modelo ideológico (cultural).
¡Chicos, repitamos juntos varios cientos de veces, con sus miles de variantes prácticas!
¡NO ES NO!
¡SÓLO SÍ ES SÍ!
LA FALTA DE CONSENTIMIENTO ES VIOLACIÓN. No te preocupe ahora cómo está la ley, preocúpate en "auto-educarte" en una sexualidad consentida, placentera, igualitaria, saludable, recíproca... por tu propio bien y el de la persona que elijas y seas elegido.
No soy antisistema, antes al contrario. No quiero arremeter contra un juez concreto, contra los procedimientos, ni legislar en caliente, ni bla, bla, bla... NO. El sistema tiene grietas que hay que reparar, y profesionales que han de formarse y sensibilizarse en perspectiva de género. Soy muy pro-sistema. Es muy fácil. El pueblo es soberano en democracia y queremos que las leyes y sus agentes intermediarios sean apropiados.
La violencia sexual es un tema machista, de género, por tanto la ley sobre delitos sexuales es una categoría enmarcada en la violencia de género ¿Qué hubiera pasado si hubiera sido un jurado popular?
LA FALTA DE CONSENTIMIENTO ES VIOLACIÓN. No te preocupe ahora cómo está la ley, preocúpate en "auto-educarte" en una sexualidad consentida, placentera, igualitaria, saludable, recíproca... por tu propio bien y el de la persona que elijas y seas elegido.
No soy antisistema, antes al contrario. No quiero arremeter contra un juez concreto, contra los procedimientos, ni legislar en caliente, ni bla, bla, bla... NO. El sistema tiene grietas que hay que reparar, y profesionales que han de formarse y sensibilizarse en perspectiva de género. Soy muy pro-sistema. Es muy fácil. El pueblo es soberano en democracia y queremos que las leyes y sus agentes intermediarios sean apropiados.
La violencia sexual es un tema machista, de género, por tanto la ley sobre delitos sexuales es una categoría enmarcada en la violencia de género ¿Qué hubiera pasado si hubiera sido un jurado popular?
Como antropólogo social y cultural de las masculinidades, insisto, le pongo el foco en el problema que me preocupa.
Es un asunto de competencias, de habilidades sociales, de competencias sexuales, competencias emocionales individuales y en grupo (de los hombres). Lo preocupante aquí son las actitudes machistas individuales y en grupo.
Como diría Bourdieu, ¿cuál es hoy nuestro capital erótico?¿CUÁL ES NUESTRO CAPITAL SOCIAL? ¿Cómo nos empoderamos los hombres en los mimbres igualitarios necesarios del punto positivo nº3 del siglo XXI, para seducir, compartir, convivir, corresponsabilizar, cuidar y ser cuidados, amar, “retener libremente”, atraer, desear, complacer?
ESTA ES PARA MÍ LA PREGUNTA CLAVE.
Es un asunto de competencias, de habilidades sociales, de competencias sexuales, competencias emocionales individuales y en grupo (de los hombres). Lo preocupante aquí son las actitudes machistas individuales y en grupo.
Como diría Bourdieu, ¿cuál es hoy nuestro capital erótico?¿CUÁL ES NUESTRO CAPITAL SOCIAL? ¿Cómo nos empoderamos los hombres en los mimbres igualitarios necesarios del punto positivo nº3 del siglo XXI, para seducir, compartir, convivir, corresponsabilizar, cuidar y ser cuidados, amar, “retener libremente”, atraer, desear, complacer?
ESTA ES PARA MÍ LA PREGUNTA CLAVE.
La sociedad heteropratriarcal machista sigue muy firme. No me gustaría pecar de optimismo, pero tengo la sensación de que, ¿rebuznan y dan coces?, luego cabalgamos.
Voy a hacer una afirmación muy dura, que espero que se entienda. A medida que avancemos en mayores cotas de igualdad de género, y vayamos convenciendo e incorporando más hombres, muchos aún desorientados en diferente grado, de buena voluntad, a las ganancias del punto positivo nº3, a medida que ocurra eso, COMPROBAREMOS DESGRACIADAMENTE LA EXISTENCIA DE MUCHOS OTROS HOMBRES APARENTEMENTE IRRECUPERABLES, con muy poca competencia igualitaria.
No sé cuántos son. Debido al punto positivo nº2, (estar por fin en el centro del discurso), y al nº3 (ser un auténtico cambio social que decimos aspirar), es normal que crezcan, sean cada vez más (machistas reactivos) porque se les obliga a tomar partido (antes estaban muy tranquilos). Todo lo que hemos barrido debajo de la alfombra, o hemos mirado para otro lado, o hemos “ninguneado”, (en la etapa del "espejismo de la igualdad"), nos explotará finalmente en la cara y tenemos que estar preparadas.
No sé cuántos son. Debido al punto positivo nº2, (estar por fin en el centro del discurso), y al nº3 (ser un auténtico cambio social que decimos aspirar), es normal que crezcan, sean cada vez más (machistas reactivos) porque se les obliga a tomar partido (antes estaban muy tranquilos). Todo lo que hemos barrido debajo de la alfombra, o hemos mirado para otro lado, o hemos “ninguneado”, (en la etapa del "espejismo de la igualdad"), nos explotará finalmente en la cara y tenemos que estar preparadas.
Lenguaje y pensamiento están interconectados y son interdependientes. Lo lingüístico y lo cognitivo tiene mucha profundidad. Redefinir “intimidación”, “violación”, “políticas sexuales”, “agresión sexual”, “violencia”, “abuso sexual”, “sometimiento”, “pasividad” etc, hay que adaptarlos a ese punto positivo nº3. Todo tiene una ideología profunda.
Los hechos probados de la sentencia que reconocen todas las partes, espero que sirva para el debate colectivo, y consigamos comprender mejor dónde se localizan las actitudes machistas, los pensamientos cognitivos patriarcales, esa violencia simbólica de la que hablo, mientras opinamos. No hay coherencia entre esos “hechos probados” que reconocen y el resultado de la sentencia. Eso es lo que nos ha indignado. En sentencias como esta parece que se quiere transmitir una cínica ceguera moral de que las preferimos muertas para que no haya duda de qué es violencia de género (violación en este caso).
Los hechos probados de la sentencia que reconocen todas las partes, espero que sirva para el debate colectivo, y consigamos comprender mejor dónde se localizan las actitudes machistas, los pensamientos cognitivos patriarcales, esa violencia simbólica de la que hablo, mientras opinamos. No hay coherencia entre esos “hechos probados” que reconocen y el resultado de la sentencia. Eso es lo que nos ha indignado. En sentencias como esta parece que se quiere transmitir una cínica ceguera moral de que las preferimos muertas para que no haya duda de qué es violencia de género (violación en este caso).
LA VIOLENCIA SIMBÓLICA DE CINCO HOMBRES JÓVENES, ATLÉTICOS, FUERTES, FORZANDO A UNA MUJER EN UN PORTAL ES MAS QUE EVIDENTE.
Podría haber sido peor y haber salido absueltos impunemente. Este no es el único caso. Hablo en un contexto de globalización mundial.
En este caso las cortinas de humo también son necesarias porque forman parte del debate pendiente. Ante la violencia de género, no podemos mirar para otro lado. El silencio nos hace cómplice.
Una vez escuché a unos jóvenes de 4º de la ESO, tres varones, vacilar con sorna entre ellos, delante de una compañera de clase, diciéndole aparentemente con intención de piropearla:
¡está para violarla!
Eso es violencia simbólica, un síntoma de lo grave del asunto y de todo lo que queda por hacer.
A otro joven recientemente le escuché (una vez más, ya que es una creencia cognitiva bastante generalizada), decir que la prostitución tiene una función social: es prevención de las violaciones. Es lógico, según la lógica interna patriarcal. El sistema prostitucional es el "paraíso fiscal" que lo invade casi todo, donde las reglas del juego son las de siempre. Están a resguardo de los tres puntos positivos, el nº1, el nº2, y el nº3. En la prostitución se expresa "una versión del placer sexual masculino" patriarcal, y un campo de entrenamiento del abuso de género. La pornografía, a su vez, es el marketing de la prostitución.
Completo la frase dura de arriba y concluyo. Los avances en igualdad de género, la mayor libertad de las mujeres, el aumento de mujeres empoderadas en el mundo es uno de los procesos sociales más transcendentales. NOS OBLIGA A LOS HOMBRES A RETRATARNOS Y TOMAR POSTURA. Algunos estamos empezando a "comprender" que también nos beneficiamos, PERO...
Aquellos hombres machistas reactivos (machistas somos todos, hemos sido socializados como tales en diferentes grados), los militantes del patriarcado, los que tienen déficit de competencias igualitarias, "muchos irrecuperables", nos indican que no va a ser fácil a partir de ahora.
Espero que estemos a tiempo. Me aferro al nº1, al nº2, y al nº3.