¿QUIÉN SOY?




Este es el blog de MANUEL BUENDÍA BERCEDO. Pretendo mostrar una propuesta profesional y particular acerca de la Igualdad de Género y las Masculinidades. Veremos algunas respuestas a la pregunta anterior pero sobre todo, haremos muchas más preguntas para invitar o implicar a otros hombres en la Igualdad.



viernes, 15 de noviembre de 2013

¿Qué tiene que ver la sangre con el riñón o con la piel, con el corazón o con el cerebro?



Hoy voy a contar dos chistes, nombrar los problemas abiertos y presentar un simil de arterias y venas para que se entienda bien el título.Esta entrada es fundamental, como casi todas, pero en este caso tenía que haber aparecido entre las primeras. Utilizaré como herramientas los dos chistes y el símil. Explicaré a mi manera los problemas abiertos como concepto.


Chiste nº 1: ¿Dónde están las llaves?

Los dos chistes seguramente tienen poca gracia, pero son muy útiles. El humor filosófico es una herramienta  fundamental, una válvula de escape provisional entre la locura, la neurosis y la anestesia.


Están un grupo de personas buscando por el suelo unas  llaves muy necesarias. Tienen líder, están organizadas, aplican  jerarquías, planes de trabajo o de búsqueda, roles repartidos, con unas reglas de juego muy bien aprendidas. Unas personas entran y otras salen. En un momento determinado  una de las personas que entra,  pregunta al cabo de un rato para asegurarse:


-          ¿Estáis seguros de que se os han caído aquí?


-          No, se nos han caído en la otra sala- responde uno que estaba desde el principio- pero allí no hay luz.

-          Ya, pero entonces, ¿por qué no buscáis allí, aunque sea a ciegas?, o lo hacéis con una linterna- vuelve a insistir.

En ese momento, un tanto ofendidos, le responden un grupo de ellos:

-          Aquí es más cómodo, estamos entretenidos, a muchos de nosotros y de nosotras nos vale con esto,  simplemente obedecemos a la inercia.La mayoría se beneficia de distintas formas.


Hay multitud de perfomances y representaciones por todos los sitios, un gran surtido de políticas e intereses.  Yo prefiero buscar a tientas, y me da igual de momento hacerlo casi solo. Es más incómodo, eso es verdad, produce mucha ansiedad, pero a la larga encontraré esas malditas llaves, desde luego que las encontraré. Tengo la sensación de que de las personas allí presentes muchas de ellas buscan en el lugar equivocado no porque no vean sino porque no les miran, porque en la otra sala no pueden verles.


Chiste nº 2: ¿A qué hemos venido, a setas o a Rolex?


Un matrimonio había decidido madrugar todos los domingos de Otoño para buscar setas en el campo, a 50km de su casa. Él llevaba la cesta, ella proponía el trayecto, parecían felices. De repente a los pies de un castaño se encontraron un reluciente  reloj aparentemente muy caro, brillando por la escarcha y brillando por sí mismo. Ella lo cogió en sus manos improvisando un nuevo deseo, y él le responde:

-          ¿A qué hemos venido, cariño, a setas o a Rolex? ¡El día que decidamos venir a buscar relojes y nos encontremos uno nos lo llevamos, pero hoy déjalo ahí!

¡Qué chunga está la cosa cuando el que manda es el más tonto! Supongo que muchas veces decidimos ir a por setas pero tenemos que tener la mente abierta, y el corazón abierto a la improvisación de todo lo valioso nuevo que nos encontramos por el camino. Incluso puede ocurrir que el problema está en que lo que para una persona es valioso para otra no lo es. En este caso el famoso reloj puede representar a las cosas materiales o no, y a ese respecto se dan todas las combinaciones tanto en los hombres como las mujeres.


PROBLEMAS ABIERTOS


Hay problemas matemáticos o de la física donde cambiando las magnitudes y las fórmulas, la comunidad científica acuerda resolverlos de una determinada manera. Los problemas abiertos son aquellos que no tienen una solución única. Todos aquellos problemas o conflictos relacionados con la Igualdad, las masculinidades y las feminidades, la conciliación, y todas las demás pertenecen a este grupo.

Los problemas abiertos requieren una formación compleja. Hay que acostumbrarse a trabajar las relaciones, las interacciones, multitud de sinapsis, diferentes ramas del conocimiento. Es muy difícil encontrarse seguro o segura en cuestiones globales o sistémicas, de visiones  complejas de conjunto. Es complejo obligarse uno a sí mismo a tener en cuenta todas las variables posibles y después actuar en consecuencia. Por tanto, es normal que todas las personas simplifiquemos la realidad de una manera diferente, de tal forma que uno mismo se vea favorecido, en buena posición. O sino lo consigue lo ajusta a un rango de niveles emocionales de autoestima donde se encuentre cómodo.  Entre la locura, la neurosis y la anestesia nos conformamos simplemente con saber qué hacer, consumir y obedecer. Pero no se nos olvide hay que tomar decisiones para intentar ser feliz.


Normalmente nos movemos en compartimentos estancos. Ocurre con las profesiones, eso se ve en los c.v. donde quien ha trabajado de peluquera se encasilla ahí. En el caso de una mujer, al parecerse a todas las demás es fácil ver que también puede servir para limpiar o cuidar. En ellos, parece más aceptado socialmente el  ir a por setas o a por rolex. Si un hombre ha trabajado diez años como tornero aparecerá así en los filtros de las bases de datos. En estas épocas de crisis a lo máximo que se llega es a formar a un recolector de setas y hacerlo relojero.


Respecto al campo educativo el conocimiento no se estudia de manera transversal. Lo que entra en la asignatura de lengua no entra en la de historia. Incluso nos pueden convencer de que los contenidos de Educación para la ciudadanía no tienen nada que ver a una asignatura de Educación cívica. Repito lo dicho con las setas. En cierta ocasión a un alumno de Secundaria, hablándole de las Olimpiadas  Paraolímpicas le mostraron un atleta sin un brazo, y le dijeron que era como Cervantes. Le costó mucho entender que el tal Cervantes del que le hablaban era el mismo escritor que había estudiado en Literatura. No podía comprender que en una asignatura apareciera algo de la otra. No enseñamos a relacionar. Y no lo hacemos porque no interesa, cuesta mucho, ¡allí no hay luz!

Cuando educamos con problemas cerrados actuamos como si el conocimiento fuera algo acabado y cierto, dogmático. Cuando un alumno o alumna saca un diez en un examen, parece que se nos olvida que ese diez es la perfección en cantidad y calidad, pero únicamente según el marco que establece la policía, en este caso el maestro o la maestra.  La verdad y la respuesta correcta es una concreta. Ese mismo examen en un marco más exigente puede ser un aprobado raspado, y veinte años después un examen cargado de errores o imprecisiones. El arco iris tiene siete colores, y es lo que hay que enseñar o adaptar a cierta edad, pero si ampliamos el marco de referencia podemos hablar de longitudes de onda, de integrales, de miles de tonalidades en el arco iris, no solo siete. Se puede también  ir a por setas, a por castañas y de paso a por relojes. Los problemas abiertos al no tener solución única da pie a múltiples interpretaciones. La ciencia está en movimiento, no está acabada y las ciencias sociales en particular tampoco.


SIMIL 
 Un simil para iluminar la búsqueda un poco mejor. La perspectiva de género, el enfoque de masculinidades son transversales. Las gafas violetas que utilizamos a menudo son como esa linterna que da un poco de luz a los problemas abiertos. Quienes preferimos buscar a tientas vamos por delante, llevamos un poco de ventaja. Esto es para tomar decisiones, para ser más feliz. Hasta la fecha es la visión más amplia, más completa que incluye todo lo demás.


La igualdad de género es como la sangre del cuerpo humano.Los hombres abiertos al cambio, con ganas de adquirir competencias, también tenemos que aprender a pensar, aprender a aprender y debemos incorporar a nuestra cosmovisión todo lo relacionado con los cuidados, la corresponsabilidad, la justicia en las relaciones de género. Con modelos de masculinidad viejos es imposible aprobar. Algunos pequeños maquillajes simplemente ganan un poco de tiempo.Hay sangre en todas y cada una de las células de todos y cada uno de los órganos. Hay sangre en el riñón, en el cerebro, en la piel, e incluso el corazón que es el órgano impulsor de la sangre a todos los sitios, también necesita a su vez la sangre de las arterias coronarias, las cuales al ser más pequeñas son las que se infartan u obstruyen. Para quien me está entendiendo el corazón corresponde al Ministerio de Igualdad. Y para quien me está entendiendo estoy hablando de mainstreaming de género, que ya trataré otro día. ¿Qué tiene que ver la Igualdad con la Educación, con la sanidad, con los problemas sociales de raza, etnia, o con la economía, con el derecho... La perspectiva integral de género supone incluir políticas de Igualdad dirigidas a hombres. Tanto las arterias como las venas son necesarias. De la misma manera que no podemos volar solo usando un ala, necesitamos los dos. Los capilares serían los billones de interacciones entre hombres y mujeres, y ahí rechazo la guerra de sexos. Y para facilitar el modelo hay que ponerse de acuerdo en la complementariedad, pero con una condición un poco Queer. ¡Qué bonito sería que cualquier célula de cualquier órgano se tornara en célula madre y pudiera migrar a cualquier otro órgano y ser una célula de otro sitio, pero para eso hacen falta setas y relojes, abrir los problemas, y sangre, mucha sangre. La sangre es la llave...

P.D: El matrimonio discutió. Las setas son venenosas y la viuda devolvió el reloj a su dueño. No me quedó claro si el reloj era falso. Yo también estoy simplificando la realidad intentando como puedo llevarla donde me favorece.

4 comentarios:

  1. Que interesante!:

    "No enseñamos a relacionar. Y no lo hacemos porque no interesa, cuesta mucho, ¡allí no hay luz!!

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    1. Muchas gracias, Jesús. Y es muy interesante que me resaltes ese aspecto. A partir de ahora me va a servir y facilitar a seguir colaborando contigo. Un abrazo.

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  2. Realmente Manuel me encanta lo que escribís. Felicitaciones.

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    1. Muchas gracias Alejandra. Saberlo funciona como ese oxígeno para seguir "viviendo". Pero esa es otra historia. Un abrazo.

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