Hoy voy a tomarle un poco el pelo a Sócrates con una crítica para aprovecharme de sus palabras y jugar al final con una sorpresa.
En una ocasión le escuché decir a un alumno de 4º de la ESO, (educación secundaria), que en su clase esa mañana, la profesora les habló de Sócrates, pero necesitó aclarar que no del ex-futbolista, sino del otro, el filósofo.
Sócrates, ¡el filósofo!, fue el padre de la mayéutica, hace 2500 años. La expresión hace referencia a la forma de ayudar a sus discípulos a
aprender, por medio de numerosas preguntas, y dejar que ellos (¿hubo ellas?)
encontrasen las respuestas de sus propios interrogantes por sí mismos. Él lo expresó como el arte de las parteras, inspirado seguramente por el hecho de que su madre lo fue.
Con la mayéutica y sus preguntas poderosas les ayudaba a parir conocimiento y así enfrentarse mejor a los problemas de la vida. Ayudar a nacer a la sabiduría, o dar a luz.
Con la mayéutica y sus preguntas poderosas les ayudaba a parir conocimiento y así enfrentarse mejor a los problemas de la vida. Ayudar a nacer a la sabiduría, o dar a luz.
Os copio un texto suyo:
Los que tienen trato conmigo, aunque parecen más ignorantes al principio, en cuanto avanza nuestra relación hacen admirables progresos. Es evidente que no aprenden de mí, pues son ellos mismos y por sí mismos los que descubren y encuentran muchos bellos pensamientos. (Teeto:150d).
Mi arte de partear tiene las mismas características que el de ellas (las parteras), pero se diferencia en el hecho de que asiste a los hombres y no a las mujeres, y examina las almas de los que dan a luz pero no sus cuerpos. (Teeto:150).
Traducciones o perspectivas históricas aparte, parece que queda clara la separación entre hombres-razón-alma, y mujeres-cuerpo-naturaleza. Me parece que habría que fiarse de Platón, si quisiéramos deducir algo (con los ojos de hoy) de la masculinidad de Sócrates, o de sus comportamientos como esposo o padre, por ejemplo, pero tengo la idea o sensación de que fue un buen hombre, aparte de sabio griego. Me gusta pensar eso. Y para ser un poco más justos me gustaría tener la versión de Jantipa de primera mano para justificar o salvar su mala fama pero eso lo dejaré para otra ocasión.
El humor o la traición trastolilla viene, porque ya de paso, resalto que el simil es muy bueno, (¡como simil!) , pero al exponer la división sexual de tareas tan explícitamente separadas queda evidente, a mi modo de ver, que toda la filosofia griega, y quienes hablan de ella, cuando dicen hombre se refieren únicamente a varones. Eso es lógico y ya lo sabíamos. Lo chocante para mí es encontrar esta cita en varios lugares diferentes, y cuando señalo con el dedo, nadie parece haberse dado cuenta de ello.
¡Qué complicado es, fuera de contexto, para la mayoría de la gente, incorporar perspectiva de género como categoría de análisis! Como no estés con el chip puesto...
Toda la historia o los diversos humanismos de la historia de las ideas supuestamente antropocéntricas (anthropos, o sea poner al ser humano en el centro concebido como una única especie biológica), han sido y siguen siendo androcéntricos, (andros, con el varón en el centro, como ya hemos repetido mil veces).
¡Qué complicado es, fuera de contexto, para la mayoría de la gente, incorporar perspectiva de género como categoría de análisis! Como no estés con el chip puesto...
Toda la historia o los diversos humanismos de la historia de las ideas supuestamente antropocéntricas (anthropos, o sea poner al ser humano en el centro concebido como una única especie biológica), han sido y siguen siendo androcéntricos, (andros, con el varón en el centro, como ya hemos repetido mil veces).
Pues bien, mi experiencia me dice que actualmente, muchos, muchísimos, requete-muchísimos que dicen usar el universal masculino, hombre, para referirse tanto a hombres como mujeres, mienten. Se defienden así porque es politicamente correcto, pero es mentira, no se lo creen y por eso a veces se les escapa. Hemos realizado un trabajo cultural colectivo para actualizarlo sin avisar y así disimular. Como repito a menudo, muchas mujeres se autoengañan y se sienten incluidas al oirlo, pero ignoran que no es verdad, parece que no saben que no se cuenta con ellas. Normalmente, los socrates modernos no bajamos la guardia salvo que estemos seguros de que no hay ninguna feminista a la vista. Ahora parece que no las hay, se muestran un poco cansadas, o se mezclan con otras con diferente estrategia, pero, insisto, ¡a veces se nos escapa! (Fin del sarcasmo trastolillo).
No te lo vas a creer pero hoy de lo que quería hablaros no es de las mujeres de Sócrates, ni las mujeres de la época que produjeron o practicaron filosofía, que ¡Sí las hubo!
Según U. Eco, podríamos en ese caso dialogar con Diótima la socrática, Hiparquia la cínica, Arete la cirenaica, Nicarete la megárica, Leontion la epicúrea, Temistóclea la pitagórica o Teodora la peripatética por poner unos pocos ejemplos...
Ni tampoco quería hablaros de tantas y tantas mujeres actuales que son también padres-madres de la mayéutica en muchos campos, (tampoco me quiero perder, en el mismo tono de ironía, con los interrogatorios a hijos o hijas adolescentes un domingo por la mañana). Muchas mujeres Maestras y Sabias. O mis colegas del coaching, que no es otra cosa que mayéutica y acompamiento más o menos dirigido. Es una profesión muy feminizada, como todas aquellas basadas en la escucha activa.
Propuestas de este blog al respecto: (resalto la labor de numerosas autoras y lo envuelvo para comunicarselo a los hombres).
1- Aplicar perspectiva de género y masculinidades a la historia de la filosofía y su genealogía. Visibilizar la labor de las mujeres en la historia. Replantear la enseñanza de la asignatura en la educación formal en esta línea y ahora en adelante.
2- Una actitud filosófica ante la vida, política, ética y estética, práctica, atendiendo a las desigualdades de género, roles, y tareas, cargando las tintas en el buen vivir, los cuidados, los afectos, la escucha, el mantenimiento de la vida y el bienestar, (lo importante para el ágora). Hacérnoslo significativo entre los hombres, junto a las mujeres.
3- El acceso de los varones a la profesión y vocación de la enfermería, en la especialidad de partera.
De eso quería hablaros, de los hombres parteros, los "hombres matronas" , o el matrón, vete haciéndote a la palabra.
Según U. Eco, podríamos en ese caso dialogar con Diótima la socrática, Hiparquia la cínica, Arete la cirenaica, Nicarete la megárica, Leontion la epicúrea, Temistóclea la pitagórica o Teodora la peripatética por poner unos pocos ejemplos...
Ni tampoco quería hablaros de tantas y tantas mujeres actuales que son también padres-madres de la mayéutica en muchos campos, (tampoco me quiero perder, en el mismo tono de ironía, con los interrogatorios a hijos o hijas adolescentes un domingo por la mañana). Muchas mujeres Maestras y Sabias. O mis colegas del coaching, que no es otra cosa que mayéutica y acompamiento más o menos dirigido. Es una profesión muy feminizada, como todas aquellas basadas en la escucha activa.
Propuestas de este blog al respecto: (resalto la labor de numerosas autoras y lo envuelvo para comunicarselo a los hombres).
1- Aplicar perspectiva de género y masculinidades a la historia de la filosofía y su genealogía. Visibilizar la labor de las mujeres en la historia. Replantear la enseñanza de la asignatura en la educación formal en esta línea y ahora en adelante.
2- Una actitud filosófica ante la vida, política, ética y estética, práctica, atendiendo a las desigualdades de género, roles, y tareas, cargando las tintas en el buen vivir, los cuidados, los afectos, la escucha, el mantenimiento de la vida y el bienestar, (lo importante para el ágora). Hacérnoslo significativo entre los hombres, junto a las mujeres.
3- El acceso de los varones a la profesión y vocación de la enfermería, en la especialidad de partera.
De eso quería hablaros, de los hombres parteros, los "hombres matronas" , o el matrón, vete haciéndote a la palabra.
Han pasado treinta y cuatro años desde que Jose Luis García, enfermero de Cantabria, (mi región), sacara la especialidad de "matrona". Fue el primer partero y actualmente ya son tres de un total de ochenta, es decir, un 3,75% (en 34 años). En España es el 6% de hombres, casi el doble y un 94% de mujeres. Se han tenido que abrir hueco en un campo nuevo, al igual que las mujeres que lo están haciendo en el ejército, el futbol, los negocios, el camión, o en una nave espacial. En este blog también hablamos a menudo de ellas recalcando las adaptaciones y ajustes de los varones a la libertad de las mujeres.
Recuerdo una experiencia personal que nos puede ilustrar. Actua como una marca en el suelo o referencia del avance durante estos años sobre la implicación de los varones. Hemos avanzado. Pocos años después de la fecha citada, a mediados de los ochenta, era yo precisamente estudiante de cuarto de medicina. Casualmente realizaba las prácticas de ginecología y obstetricia cuando nació mi sobrina Laura.
En España, aún era poco frecuente que los hombres entraran en las salas de parto o acompañaran en las clases de preparación. Se hablaba de ello, todos conocíamos alguien que lo hacía, pero era relativamente frecuente también encontrarte con matronas que prohibían el acceso a los hombres, me explicaré.
Cuando vivimos los momentos, podemos no darnos cuenta, pero el paso del tiempo recoloca genealogías y significados. En este caso el de hombres por la Igualdad. Mi cuñado quería entrar, pero no lo tuvo fácil por barreras físicas y simbólicas. Recuerdo que lo acompañaba para darle un poco de ánimo, y facilitar la jugada puesto que "mi bata" permitía que yo si pudiera pasar. Nunca lo olvidaré. La matrona, después de varios "tiras y aflojas", le amenazó con quitarse los guantes si no abandonaba la sala de dilatación. Pasé sólo yo, y él quedó fuera.
Era una matrona de la vieja escuela. Hoy ninguna haría eso. Hemos avanzado mucho en ese aspecto. Años siguientes ayudamos a algunos otros hombres a tenerlo fácil. Hoy veo que en cierta forma eran pequeños gestos. Acciónes políticas, de micro-activismo, de ayuda al cambio social. Es lento, lo se. Hoy están presentes los que quieren, y cada vez más las madres demandan la presencia de sus parejas,esa parte parece muy fácil.
Respecto a los parteros, tres pueden parecer pocos, pero lo importante es eliminar las discriminaciones tanto horizontales como verticales en todas las tareas laborales.
Que tanto mujeres como hombres puedan acceder a donde quieran, y que se planteen qué quieren y por qué lo quieren o no.
He de observar, por experiencia personal en numerosos escenarios en los que participo, donde abundan mujeres, que lo tenemos mucho más fácil que las mujeres antes citadas.
Muchas de ellas también expresan algo parecido. Pienso que no desvelan en público, que seguramente, la razón por la cual les ha parecido fácil es porque han aprendido muy bien a jugar con las reglas de ellos.
Cuenta Jose Luis que lo tuvo fácil, simplemente fue a apuntarse. La persona encargada de inscribirle tuvo que llamar por teléfono a Madrid para preguntar si se podía. En ningún lugar decía que no. En todos estos años, aunque haya sido el único, no se ha sentido raro, ni discriminado, ha sido una más. No quiero insistir en eso.
¿Matrón o matrona?
¿Patrón o patrona? ¿Patrimonio o matrimonio? Me conformo con que reflexionemos y profundicemos un poco más en las palabras, pero sobre todo en los significados que les damos y sus prácticas. Cuidado con las etimologías aparentemente muertas. La estrategia puede ser múltiple.
El lenguaje es muy importante, porque es pensamiento y sentimiento, y ese es el que queremos transformar, pero no se conoce un país desde su frontera. No debemos entretenernos demasiado en la aduana, que queda mucho por caminar...y quien se conforme con simples maquillajes, cualquier día se le va a escapar.
Recuerdo una experiencia personal que nos puede ilustrar. Actua como una marca en el suelo o referencia del avance durante estos años sobre la implicación de los varones. Hemos avanzado. Pocos años después de la fecha citada, a mediados de los ochenta, era yo precisamente estudiante de cuarto de medicina. Casualmente realizaba las prácticas de ginecología y obstetricia cuando nació mi sobrina Laura.
En España, aún era poco frecuente que los hombres entraran en las salas de parto o acompañaran en las clases de preparación. Se hablaba de ello, todos conocíamos alguien que lo hacía, pero era relativamente frecuente también encontrarte con matronas que prohibían el acceso a los hombres, me explicaré.
Cuando vivimos los momentos, podemos no darnos cuenta, pero el paso del tiempo recoloca genealogías y significados. En este caso el de hombres por la Igualdad. Mi cuñado quería entrar, pero no lo tuvo fácil por barreras físicas y simbólicas. Recuerdo que lo acompañaba para darle un poco de ánimo, y facilitar la jugada puesto que "mi bata" permitía que yo si pudiera pasar. Nunca lo olvidaré. La matrona, después de varios "tiras y aflojas", le amenazó con quitarse los guantes si no abandonaba la sala de dilatación. Pasé sólo yo, y él quedó fuera.
Era una matrona de la vieja escuela. Hoy ninguna haría eso. Hemos avanzado mucho en ese aspecto. Años siguientes ayudamos a algunos otros hombres a tenerlo fácil. Hoy veo que en cierta forma eran pequeños gestos. Acciónes políticas, de micro-activismo, de ayuda al cambio social. Es lento, lo se. Hoy están presentes los que quieren, y cada vez más las madres demandan la presencia de sus parejas,esa parte parece muy fácil.
Respecto a los parteros, tres pueden parecer pocos, pero lo importante es eliminar las discriminaciones tanto horizontales como verticales en todas las tareas laborales.
Que tanto mujeres como hombres puedan acceder a donde quieran, y que se planteen qué quieren y por qué lo quieren o no.
He de observar, por experiencia personal en numerosos escenarios en los que participo, donde abundan mujeres, que lo tenemos mucho más fácil que las mujeres antes citadas.
Muchas de ellas también expresan algo parecido. Pienso que no desvelan en público, que seguramente, la razón por la cual les ha parecido fácil es porque han aprendido muy bien a jugar con las reglas de ellos.
Cuenta Jose Luis que lo tuvo fácil, simplemente fue a apuntarse. La persona encargada de inscribirle tuvo que llamar por teléfono a Madrid para preguntar si se podía. En ningún lugar decía que no. En todos estos años, aunque haya sido el único, no se ha sentido raro, ni discriminado, ha sido una más. No quiero insistir en eso.
¿Matrón o matrona?
¿Patrón o patrona? ¿Patrimonio o matrimonio? Me conformo con que reflexionemos y profundicemos un poco más en las palabras, pero sobre todo en los significados que les damos y sus prácticas. Cuidado con las etimologías aparentemente muertas. La estrategia puede ser múltiple.
El lenguaje es muy importante, porque es pensamiento y sentimiento, y ese es el que queremos transformar, pero no se conoce un país desde su frontera. No debemos entretenernos demasiado en la aduana, que queda mucho por caminar...y quien se conforme con simples maquillajes, cualquier día se le va a escapar.
¡Cosas de la mayéutica!