¿QUIÉN SOY?




Este es el blog de MANUEL BUENDÍA BERCEDO. Pretendo mostrar una propuesta profesional y particular acerca de la Igualdad de Género y las Masculinidades. Veremos algunas respuestas a la pregunta anterior pero sobre todo, haremos muchas más preguntas para invitar o implicar a otros hombres en la Igualdad.



miércoles, 30 de septiembre de 2015

Masculituits, un toque de masculinidades en poco más de 140 caracteres.



Me fascinan estas tortugas gigantes, Me identifico.
¿Qué son los MASCULITUITS?  Mi intención es esforzarme en aprender a comunicar en diversos formatos. Esta vez en uno más corto todavía. Con algo más de 140 caracteres voy a intentar comunicar aspectos de las masculinidades para que veamos que son asuntos cotidianos y sencillos.
Mantengo la consigna de intentar responder a la siguiente pregunta ¿Qué tipo de hombre quiero ser?
La igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres y las relaciones de género son aspectos también significativos para los hombres, y merece la pena seguir intentando explicarlo de muchas maneras.
Los enumeraré... 

1-¿Por qué hay cada vez más mujeres en la universidad? Las mujeres consciente o inconscientemente saben que en el campo educativo hay menos trampas que en la empresa privada o en otros sitios. Las mujeres optimizan  mejor sus méritos en los carriles formativos o en las oposiciones.

Todas las mujeres, todos los derechos, en todos los lugares, todos los días, ¿qué es lo que no se entiende?



2-¿Has pensado alguna vez qué hábitos o conductas machistas te complican la vida, o te dificultan ser feliz? ¿A qué esperas? Intenta averiguarlo y libérate de ello como si fuera un lastre. Trabajar por la Igualdad es desaprender el machismo.



3-No me gusta la violencia. Elijo la ternura. La violencia me asusta cuando la presencio en los demás y me sitúa  en una posición inferior. Muchos hombres de éxito son respetados por haberse impuesto a los demás en algún momento  determinado. Prefiero de momento el metro cuadrado, libre de violencia, que señalo con mi brazo.



4-Leemos que Rolando, el soldadito del narco”, murió con doce años en una refriega entre narcos rivales. Es urgente proteger a la infancia. Es urgente educar bien a nuestras niñas y niños. Parece que cada vez hay más niños incorporados a la violencia, y hay más niñas muy pequeñas prostituidas o tratadas.



5-¿Por qué vacunamos a nuestros hijos e hijas? ¿Hemos pensado en ello? El responsabilizarnos con los cuidados pediátricos es un elemento importante en la implicación como madres y como padres ¿Decidimos hacerlo por igual, o pensamos que le corresponde sólo a las madres? ¿Hacemos todo lo posible para informarnos y formarnos? Cuando decidimos no vacunarles, ¿lo hemos decidido con responsabilidad y en Igualdad?



6-¿Para qué pide la FIFA hacer “pruebas de género a las mujeres futbolistas que han acudido al mundial de Fútbol femenino? ¿Es necesario que a las jugadoras Guineanas se les pida quitarse la ropa delante de su equipo y delante de los hombres trabajadores de la CAF (Confederación Africana) para asegurarse de que no son hombres?



7-Se entiende el desarrollo como la ampliación de libertades y oportunidades de las personas, sin exclusión. Pero, ¿es posible dejar de mirar el desarrollo sólo en términos de crecimiento económico global y empezar a tener en cuenta el aumento de las múltiples desigualdades?



8-He visto una exposición muy interesante de las primeras mujeres  fotógrafas. Fueron unas pioneras. Tuvieron la osadía de mostrarnos cómo veían el mundo desde sus ojos. Hasta hace muy poco estábamos acostumbrados a ver el mundo desde la mirada masculina. El acceso de las mujeres a fotografiar la realidad es muy esperanzador. Así también cambia la realidad, cambia la mirada, y cambiaremos los hombres. Gracias.



9-Veo una foto en el periódico con once hombres y una mujer posando en la presentación de un foro de economía y empleo. Los hombres son empresarios, y la mujer es ministra de empleo del partido popular. Veo otra foto con cincuenta y dos hombres representantes de entidades agrícolas y la ministra de Agricultura ¿Debemos suponer que el día que cambien a las  ministras puede que deje de haber mujeres en las fotos?

10-¡Hombre escucha otra vez con cariño la frase del principio! Todas las mujeres, todos los derechos, en todos los lugares, todos los días, ¿qué es lo que no se entiende?

sábado, 19 de septiembre de 2015

¿Qué hay detrás de los inútiles alardes de hombría?



ALARDES DE HOMBRÍA

Hace dos años en las fiestas de una localidad de Murcia falleció un hombre de 45 años por consumir más de seis litros de cerveza en menos de veinte minutos. El hecho es terrible. Recuerdo que me dejó impresionado por la “inutilidad del asunto”. Es muy cruel la situación de la muerte de un familiar o ser querido cuando la causa es una "imprudencia", por llamarla de alguna manera.


Las fiestas populares de verano están plagadas de concursos, excesos, competiciones. Algunas están relacionadas con deportes de riesgo en diferente grado, otras con fiestas vinculadas a animales, como toros, vaquillas, caballos, etc, y en otros casos (como en el que nos ocupa) hay numerosos retos, apuestas y competiciones relacionados con records sobre  la ingesta de comida o bebida.


Cuando desagregamos por sexo quienes se prestan a estas "proezas" observamos que son hombres en su grandísima mayoría, por lo que entonces automáticamente se convierte el tema en objeto de este blog.

No quiero ser exhaustivo en los ejemplos. Pienso que resulta muy fácil saber  qué tipo de conductas podemos agrupar o incluir en este diagnóstico.
Me interesa más el enumerar unas ideas generales, que son los ejes de mi disciplina.

1-Es otro asunto de masculinidades. Son conductas que forman parte de los alardes de la virilidad, o de la hombría. En definitiva: ¡hacer machadas! Son las consignas de la masculinidad tradicional, hegemónica o patriarcal.
Dentro de estas consignas hay algunas principales sobre las que hablamos a menudo:
-  Considerarnos los principales proveedores de la familia.
- Creernos responsables de la protección (de mujeres, menores...).
-  Tener el mandato "instintivo y  natural", de procrear
-  La autosuficiencia como rasgo de identidad que nos encargamos de dejar claro.
Ser el mejor, quedar por encima ...
Para demostrar todo ello, es preciso hacerlo permanentemente por medio de la fuerza, la autoridad, el dinero, o la violencia. (Lo que sea preciso).
Y hay multitud de consignas menores que para que queden claras, es preciso "ponernos a prueba". En otras palabras, "ellos tienen que demostrar permanentemente lo machos que son". Dicho de otro modo, son formas menores de "demostrar el poder" y la superioridad sobre mujeres, niños, u homosexuales, ante ellos, ante los otros hombres y ante sí mismos. Pueden ser gestos simbólicos. No podemos olvidar en ningún momento, que la mayoría de los alardes del patriarcado son muy útiles y eficaces para perpetuar el orden establecido.

Tanto en unos alardes como en los otros, puede ser preciso enfrentarse a peligros. Hay que ocultar los sentimientos, el dolor o los miedos.

2-Hombres y salud. Somos "tiempo en relación". Vivimos unos años limitados, en relación con las demás personas. Nos influimos unas personas a otras, y la propia conducta tiene repercusiones en la duración y calidad de ese tiempo que vivimos, con un sistema de "causas-efectos", muy complejo. 
Pero los hombres estamos socializados para la exposición a los riesgos, o vivir al límite y tiene repercusiones en la salud y en los años de vida. No hemos aprendido a cuidar nuestra salud y el único cuerpo que tenemos. Pues bien, el objetivo es aprender a cuidarnos para tener una buena vida, larga y feliz, teniendo en cuenta también todas las circunstancias por el mero hecho de ser hombres.

Masculinidades y salud es un tema complejo que también tratamos en este blog y que falta mucho por desarrollar. Es muy importante analizar la actitud de los hombres ante las enfermedades y la integridad física. La publicidad, los medios de comunicación, las revistas (¿femeninas?) etc están plagados de estereotipos de género, con una división sexual de los hábitos.

3- Hombres y homofobia. El heteropatriarcado deja muy clara su homofobia. Hace poco escuché decir que "tomar ensaladas es de maricones", por lo cual se observa en esta expresión que están relacionados los tres puntos: la construcción de la masculinidad, la salud y la homofobia. Es habitual por ejemplo ver que se "azuzan unos a otros" en los alardes para atreverse a hacerlos. Es "valiente" y viril (hetero) quien se arriesga.



4-Educación. Con nuestra conducta estamos educando a los demás constantemente, seamos conscientes o no. En múltiples direcciones. Estamos en un  permanente cambio y adaptación. Nos miramos de reojo para saber lo que se puede  hacer y lo que no. Nos hacemos una particular visión de los riesgos, en función de la percepción que tenemos de aquello que nos ocurre. Nos hacemos una idea de "los premios y castigos de la vida". 

Aprendemos por nuestra propia experiencia o de una manera vicaria, es decir, escarmentando o no por lo que vemos que les ocurre a quienes nos rodean. Estamos preparados con unas "neuronas espejo" que nos ayudan a imitar o copiar lo que vemos.

Pues bien, tenemos la responsabilidad de ser ejemplos de masculinidad positiva hacia niños y jóvenes. Educar en masculinidades positivas e igualitarias hacia los varones adolescentes es otro punto clave en este blog. Porque...

4- Ritos de iniciación. Hay muchas formas distintas  de ser hombre. Se aprende a ser hombre. Los estereotipos de género y la educación en Igualdad tienen mucha importancia en el paso a la edad adulta ¿Qué tipo de masculinidades y feminidades estamos fomentando?
En el caso de los varones hay numerosas manifestaciones de pulsos, peleas, formas de medir la fuerza, la resistencia, la "competición entre machos". (El tema de las competencias y la competitividad es clave. Por eso también lo es equiparar el prestigio del deporte femenino, por nombrar otra cuestión muy relacionada).
Dentro de la competitividad, la clave es ser lo "más algo", lo que sea, aunque sea ganar en "imbecilidades".

Adoro a Homer. La autocrítica es muy saludable pero nos entendemos...

5- Hombres y violencia. En este caso es VIOLENCIA AUTOINFLINGIDA. Es un tipo de violencia que se ejerce contra sí mismo, contra el propio cuerpo. Está muy relacionado con las autolesiones, o incluso con el suicidio (crónico). (Tema que merece apartado propio).

En el ejemplo de hoy podríamos decir que fue un accidente, ¿pero hasta qué punto? ¿La imprudencia es una forma de suicidio? Tiene mucha relación con la salud y con los demás puntos. Tenemos que analizar todo esto para comprender la relación entre las conductas no saludables y el tipo de masculinidad. 
Hay que aplicar perspectiva de género a las drogas, a la velocidad, a todas las conductas de riesgo. Es otro tema recurrente en este blog que tiene mucha importancia.
La idea general es que la socialización en un modelo machista y patriarcal "promueve y naturaliza" ejercer la violencia hacia las mujeres, homosexuales y hacia otros machos, y en este caso el "otro macho soy yo".

6-Fratrias masculinas.  Otro pilar fundamental es el contagio de estas conductas en grupo. Vuelve a relacionar todos los puntos entre sí, por lo cual no voy a repetir las conexiones con cada uno.

Para contrarrestar los efectos de la pedagogía patriarcal en grupos, propongo los "grupos de hombres" (igualitarios) donde nos podemos regalar espacios para la reflexión, para ayudarnos unos a otros a trabajar por la Igualdad, y renunciar a los privilegios (muchos son envenenados, también debo decirlo), para aprender a ser hombres (felices) en grupo.
Recuerdo hace 25 años, estando en la universidad, haciendo el servicio militar (periodo obligatorio muy rico en anécdotas sobre estos temas) y ocupándome del botiquín, me enteré de unas competiciones clandestinas que hacían en el cuartel. La machada consistía en pasar la tarde del sábado tomando cerveza. Algunos de los concursantes cuando superaban los  veinte litros (eso decían ellos) tenían que ser llevados al cuarto de baño entre varios. Ganaba el que bebía más antes de quedarse dormido. No me atreví a denunciarlo, fue un dilema ético. Me limité a dialogar con los que "se dejaban", intenté disuadirlos, y "rezar" para que no ocurriera ninguna tragedia.


7- Prevención. Las masculinidades igualitarias, no heteropatriarcales, son la mejor prevención.

Cada vez habrá más hombres que no se encuentren cómodos en ese papel de machos. Cada vez seremos más. Cada vez habrá más hombres familiarizados con este tema. Aprenderemos a explicitar con palabras y con sentimientos. Cada vez habrá más hombres que ante estos alardes, en vez de aplaudirlos, nos darán verguenza ajena, dejaremos de mirar para otro lado y lo criticaremos sin ambiguedades.
Es un alivio saber que aquellos que hacen este tipo de cosas (y otras menos extremas) son unos imbéciles, o al menos están equivocados. Y las mujeres que se apunten a hacerlo y a imitarlos, también lo serán. El prestigio social irá migrando a conductas saludables e igualitarias.

Repito una vez más. Estamos socializados en demostrar "la hombría" en estos términos. Reflexionar sobre ello nos aleja.
Alardear de un tipo de virilidad es mostrar y convencer a los demás quién ejerce el poder y quién está legitimado para ejercerlo. Son ritos simbólicos, a veces se presentan como proyecciones o caricaturas y otras son más explícitas y poderosas.

Estas demostraciones de hombres duros, que soportan el dolor, y se exponen a situaciones extremas, en el fondo son poses de una potencia sexual añorada, dirigidas hacia las mujeres y a los otros hombres y en cierta forma son formas "estéticas"(?) de violencia simbólica. Me explico mejor:
Se dan en cierta forma las "paradojas de la racionalidad".
¡Es que yo estoy un poco loco! (decía un adolescente cuando le preguntaron por qué participaba de estas competiciones).
Con la convivencia nos mostramos ante las personas con las que vivimos explicando de mil maneras "aquello de lo que somos capaces de hacer", o dicho de otro modo, nos salimos de conductas totalmente racionales, para mantener el control y así no ser manipulables.
"Si me comporto siempre como es debido y dentro de un rango de racionalidad, regalo a la persona con la que vivo la valiosa información de los límites para la confianza. Paso a estar en sus manos. Cedo la posibilidad de ser manipulado".
Por el contrario, y dicho en plural, cuando hacemos locuras, y aseguramos nuestra disposición a hacer alardes sin límites, advertimos de que tenemos opciones para ser el "macho alfa de la manada". La supuesta falta de control es una pose, violencia simbólica. Son estrategias de las relaciones de poder. Interesa demostrar que uno puede ser impredecible. Muchos hombres están enganchados a hacer este tipo de chantaje, para seguir jugando con cierta ventaja en las relaciones de género ¿Me expliqué?

"La armadura sabemos que está oxidada, hay pánico-pavor para quitárnosla en ocasiones, pero en otras no interesa del todo. Hay "añoranzas del guerrero", y es util en cierta forma.

¡Pero ahí está la gracia, amigos! Las relaciones están basadas en la confianza, y la igualdad es equivalencia, "tu como yo, yo como tú". Exige hacer una apuesta, "tomar partido" y la voluntad de ponerse en camino. Tenemos que estar convencidos de que es esa igualdad la que deseamos. Así, cada uno y cada una, podremos vivir la riqueza de la pluralidad pero en el mismo plano. (Muchos todavía no se lo creen).

Otros muchos (sin pararse a pensarlo) dirán que saco las cosas de quicio, pero no se dan cuenta del valor simbólico de los detalles cotidianos. Hay machismo que agrede y otro tipo de machismo que comunica. Están tan intimamente conectados como el fuego y el humo que este genera.
Vivimos en un mundo globalizado donde coinciden dos grupos de situaciones a la vez: por un lado aquellas ocasiones donde la armadura está guardada en el "armario" y que la sacamos como un disfraz o como un juego en la "fiesta de moros y cristianos",por ejemplo, o en un micromachismo cotidiano. Y a la vez, el telediario está plagado de guerras medievales o feminicidios, que son la pedagogía del patriarcado y que nos recuerdan cómo son los hombres y cómo se resuelven los conflictos. Fuego y humo a la vez. Por el humo se sabe...







viernes, 11 de septiembre de 2015

Me maltrató mi marido y ahora me maltrata la juez



“Me maltrató mi marido y ahora me maltrata la juez”

Hace unas semanas leí una noticia local de una población de Cantabria que me dejó muy  inquieto:

A una mujer agredida por su marido, le conceden una orden de protección  pero la expulsan de su casa familiar porque la vivienda es propiedad de su esposo”.

Esperanza (nombre falso) tiene una hija de dos años. Ambas han de salir de su casa, por una orden judicial. La jueza unos días antes, al observar que había indicios de malos tratos, como medida cautelar le concede la orden de protección. Le concede también la guardia y custodia de la niña, y prohíbe al supuesto maltratador acercarse a la mujer. Esto es lo habitual, pero ¿lo de tener que irse ella de su casa por orden judicial?

Contribuir con mi granito de arena a erradicar la lacra de la violencia de género es el motivo principal de este blog.

Y la forma concreta de hacerlo es ayudar a construir masculinidades  igualitarias,  donde se erradiquen las desigualdades de género, se eliminen los privilegios del machismo, y se eviten los malos tratos.

Llamamos victimización secundaria a una serie de ineficiencias del sistema donde se le añaden nuevamente asuntos desagradables, se la culpabiliza a la víctima indirectamente, se la castiga, o se la hace pasar varias veces por los mismos calvarios con la necesidad de explicaciones repetidas, o la falta de sensibilidad de las instituciones que en teoría son las responsables de reparar el daño y que sin embargo lo empeoran, etc

Pues bien, la jueza argumenta que la razón para que sea Esperanza y su hija Alegría (la otra víctima menor de edad) quienes abandonen el domicilio habitual es que el piso es propiedad del maltratador y se casaron con régimen de separación de bienes. Es un caso muy raro, lo sé. Lo habitual es que se quede en el domicilio normalmente quien tiene la custodia, y suele tener que abandonar la vivienda el maltratador. (Seguramente este caso se resolverá).


Esperanza había vivido años de mucho miedo. El parte de lesiones al parecer demostraba objetivamente que los malos tratos físicos eran más que evidentes, y no era la primera vez, pues había ocurrido anteriores veces. Los riesgos vitales eran objetivos.

Aparte de la orden de protección, prohibiéndole acercarse y comunicar, y la guardia y custodia, le establece una pensión de alimentos de 300 euros a favor de la hija en común. La magistrada le recomienda a la mujer ir a vivir a la casa de los padres de ella, abuelos de la niña. Le concede cinco días para hacer la mudanza. Por si todo esto fuera poco, nos enteramos por la prensa de que el (supuesto) maltratador tendrá derecho a visitar a su hija los fines de semana, a pesar de que la niña presenció los episodios de violencia.

No es mi labor criticar las decisiones judiciales. Supongo que al final se aclarará la situación y se resuelva de una manera más justa. No es esta cuestión la que resalto ahora.



1-Todos los profesionales han de conocer en profundidad y extensión la violencia de género, como situación especial y compleja. Exige entrenar hacia una sensibilidad especial. Hay que ser muy conscientes del machismo estructural para comprender y la matriz multifactorial de todos los agentes que intervienen. Hay que saber que es un problema de la sociedad en su conjunto y en manos de cada persona está el poner la solución.


2- Que la jueza sea una mujer no garantiza en todos los casos que la profesional tenga la sensibilidad necesaria. El tema es complejo con sus paradojas, compensaciones y tramposas equidistancias. Cuando no había ninguna, era imposible. El acceso de las mujeres a la judicatura es uno de los pasos necesarios más eficaces en el camino hacia la igualdad. Como la sociedad es paritaria, pues es justo que lo sea el ejercicio legítimo del poder en todos sus ámbitos. Es un proceso y un aprendizaje continuo que requerirá siempre de ajustes y correcciones. Se ha caminado mucho y falta mucho aún.





3- ¿Ese hombre es propietario de su piso, y también de la mujer? ¿Hasta qué punto “ser propietario”, la propiedad en sí misma, le da derechos o le condiciona para estructurar un tipo de hombre u otro? El debate de las masculinidades y la ciudadanía tiene muchos flecos. Hemos de desarrollar todos los debates que moldean un tipo u otro de identidad masculina.

Un hombre que recurre a la violencia NO puede ser buen padre, por lo cual pierde sus “derechos”. El abuso de la fuerza, el poder o el patrimonio, son precisamente lo que condicionan la imposición, la dominación, la violencia.Queremos vivir en una sociedad donde no se consienta utilizar esas herramientas como armas para lograr la imposición.



4- No me quiero perder en la maraña de la “presunción de inocencia”, o en  “la inversión de la carga de la prueba”, o en la espera de juicio para tomar decisiones, etc etc, cuestiones por otra parte tan interesantes para sectores posmachistas que ponen el foco exclusivamente ahí dejando de pasada todo lo demás.  Si hay buena fe, e intención de buscar la verdad y trabajar por una igualdad, creo que es muy fácil de entender. Cuando hay indicios evidentes de violencia, tenemos la responsabilidad social de poner encima de la mesa precisamente este tema como algo prioritario. Hay que profundizar en la sensibilidad hacia los problemas complejos.



Y tenemos que invertir en prevención, en coeducación, en apoyar modelos de masculinidad no machistas, en establecer alarmas para interrumpir las situaciones de desigualdad, o el mantenimiento de privilegios. Tenemos la obligación de dejar de mirar para otro lado y pronunciarnos.

Con todo esto, la justicia será más justa, y habrá menos ocasiones donde existan malas prácticas (cuando las haya), en la dirección que sea.

Este tema me incumbe de lleno en la línea de flotación porque tiene que ver con la identidad, y las probabilidades de ser feliz. Con el debate y la reflexión podremos seleccionar pensamientos, sentimientos, o conductas más adecuados, y ponerlos a jugar en relación con muchas personas distintas.

¿Qué tipo de hombre quiero ser hoy?