37.¿La culpa de todo siempre es de la mujer?
¡Estamos hartas de que siempre tengamos la culpa de todo las mujeres!
¡Estoy harta de que casi todo se explique en términos de culpa!
Es un asunto de justicia, de libertad y de responsabilidad. En caso de haber
culpables, lo serían los machistas y las estructuras patriarcales que lo
legitiman ¡Estoy harta de los medios de comunicación y de la publicidad que
constantemente explican los temas sociales manipulando hacia el mismo lado!
¡Estoy harta del machismo escondido y camuflado en supuestos estudios
científicos que no sirven más que de coartada al servicio del poder, por medio
de resistencias! ¡Estoy harta de que muchas veces se culpabiliza a las
víctimas! La mujer que recibe una torta de su pareja algo habrá hecho, si no se aleja de él será su culpa, si los
hijos salen machistas será porque la madre los ha educado mal,
y ahora resulta que si el hombre no se implica en las tareas del hogar ni en el
cuidado de los hijos, ¿es también por culpa de la mujer? ¡Estoy harta!
Lo anterior lo puede haber escrito cualquiera. Los sucesos o resultados se pueden explicar en términos de culpa, y haciéndolo cargando las tintas hacia un lado u otro. En vez de mejorar nos conformamos con buscar culpables para justificar el inmovilismo. Lo voy a poner en positivo entonces. Los hombres tenemos la oportunidad de acceder a los espacios domésticos, corresponsabilizar en las tareas domésticas y tenemos la oportunidad del acceso a los cuidados de menores, mayores y personas dependientes. No nos vamos a "conformar" con el acceso sino también con las "cotas de control". Aquella mujer que se resista habrá que explicárselo dos veces pero no me parece que sea muy difícil. "¡Yo también estoy harta!"
38.Todo a la vez no se puede pero conviene tener las cosas claras
Esa tarde Jonás se vio envuelto en un dilema, puesto que
tuvo que renunciar a algo así como un ascenso por la incompatibilidad de
horarios. El modelo de padre implicado que él mismo deseó y procuró intentar,
él mismo decidió experimentar con todas sus consecuencias.
Jonás está casado con María y tienen un hijo de tres años
llamado Mario. Por fin ese año consiguieron ajustar los empleos de ambos, con
sus horarios respectivos, y repartir las tareas domésticas y familiares, compensándolo todo
con honradez, sinceridad, cariño y justicia, tanto por la parte que les competía a sus acuerdos
internos, como con la compleja realidad exterior, de tal manera que parecía la cuadratura del círculo.
Ella asumió la dirección del equipo
de programadores, algo bastante complicado, pensaba ella, a juzgar por los
meses que se pidió en su baja maternal. Sin embargo fue la primera mujer que desempeñó dicha
tarea y resultó una bonita sorpresa. Muchas veces "nosotras mismas" somos quienes
nos ponemos algunos inconvenientes añadidos, renunciando a proyectos más
ambiciosos, seguía diciéndose para sus adentros. Pero como tenía el apoyo incondicional de Jonás
aparte de su asertiva y rotunda decisión, fue a por ello y lo consiguió. Ella resolvió su
propio dilema.
Las cinco de la tarde es la hora de la salida de Jonás
del trabajo. Tiene el tiempo justo para ir a recoger a Mario a la escuela. Este
es su primer año de infantil y los tres están muy contentos de todas las
novedades que eso supone. Se lleva muy bien con la profesora, quien está
conforme de que Mario sea siempre el último en salir, con el tiempo muy justo. Durante esos minutillos se ocupa
de recoger la clase y dejar todo disponible para el día siguiente. Hasta ahora ningún
día le ha hecho esperar más de lo razonable. Desde las cinco y diez o y cuarto
hasta las nueve que acuesta a Mario después del baño y la cena, Jonás se ocupa
de todo.
Tiene una sensación de felicidad y control, y reconoce que le da sentido
a su vida. Cuando llega María a esa hora le da tiempo a leerle el último
cuento, antes de la cena, la cual dicho sea de paso lo cocinan la pareja mientras se comentan las
vicisitudes de la jornada.
El dilema de Jonás vino cuando su jefe le propuso un
cambio de puesto muy goloso que suponía salir a las siete. No es necesario
explicar los detalles, solamente baste decir que él lo hubiera aceptado cinco
años antes y que Enrique, el compañero que le seguía como candidato, estaba tan contento como si le hubiera tocado la lotería.
Ni siquiera lo consultó con María, le informó a toro pasado. La comunicación de pareja a un nivel inconsciente
trae muchas veces malas pasadas, o malos entendidos, y en este caso esa comprensible frustración que
tenía, la iba a resolver él sólo sin ayuda.
Todo a la vez quizá no se puede pero conviene tener las cosas
claras. Sopesó los pros y los contras de ambas opciones. Habló con su jefe y le
expuso claramente las razones de su renuncia, con asertividad, con la
consciencia de que el rol de padre en ese momento de su vida lo ponía por
delante, e intentó integrarlo todo de tal manera que tenía que quedar muy claro
el talante como persona y su sentido de la responsabilidad. A María también se
lo explicó bien, con asertividad y sin darse demasiada importancia pero
recalcándolo. Tenía que procurar "blindarse" por todos los lados, (aunque aparentemente no hiciera
falta), para que no tuviera complicaciones o perjuicios en
un futuro.
Intuitivamente sabe que muchas mujeres en su situación tiene numerosos problemas, nadie se muere porque esta vez sea el.
Quizá él también tenga consecuencias negativas en un futuro por esa libre decisión pero lo asume o le compensa.
Lacuadratura del círculo es lo que tiene cuando se pretende
mantener en el tiempo. Jonás trabaja para su felicidad y la de su familia. Está
convencido de que los ámbitos afectivos y domésticos de los hombres del futuro, así como los de las
mujeres (para su manera de entender la vida), hay que conquistarlos. María, Mario y Jonás hacen un buen equipo y han trabajado mucho para conciliar la vida personal, laboral y familiar de todos sus miembros.