¿QUIÉN SOY?




Este es el blog de MANUEL BUENDÍA BERCEDO. Pretendo mostrar una propuesta profesional y particular acerca de la Igualdad de Género y las Masculinidades. Veremos algunas respuestas a la pregunta anterior pero sobre todo, haremos muchas más preguntas para invitar o implicar a otros hombres en la Igualdad.



viernes, 12 de agosto de 2016

Si mi dios te hace daño, desconfía de mí

Repito, “si mi dios te hace daño, desconfía de mí”

Voy a insistir una vez más en una idea general: los análisis políticos, periodísticos, religiosos… no sirven para nada si no se incorpora perspectiva de género.  Es papel mojado, una peligrosa forma de perder el tiempo y de seguir desorientados, tanto hombres como  mujeres, en el mejor de los casos. En el peor, es otra forma cómplice de perpetuar las desigualdades.


Dicho de otro modo aplicado al hecho religioso: no se puede comprender nada en una antropología de las religiones sin una perspectiva integral de género, y decimos que es integral porque aplica  un enfoque de masculinidades e incorpora a los hombres. No es igual un varón creyente y pacífico que atraviesa su vida cotidiana dejándose interpelar por sus preceptos, que un guerrero de las cruzadas o terrorista. Si los equipondero en este momento es desde un punto de vista conceptual, las cruzadas o las guerras de religiones entre cristianos  en europa quedaron atrás. La inquisición como herramienta real y política llenó la historia de horrores, la cristianización de "tierras conquistadas" o los "nacionalcatolicismos asociados a dictaduras militares, en sentido estricto ya no están. Hoy sufrimos aún diversas versiones “metafóricas” y muy “diluidas”. No perdamos de vista que todas esas expresiones de poder sucedían en ambientes claramente androcéntricos y patriarcales.

El MMTH, o modelo de masculinidad tradicional hegemónico se presenta (actualmente en diferentes grados) encarnado en todas las religiones. Todas las religiones siguen siendo instituciones patriarcales, con un mosaico muy complejo que no corresponde ahora.


El problema no está en la idea que cada uno o cada una se haga de “Dios”, la “facción”  a la  que cada cual se adscriba, sino en la concreción práctica.



El nivel patriarcal o la cultura machista individual de cada cual influye inevitablemente en la variante individual que mostramos en el hecho religioso.

Me apoyo como siempre en el trabajo “Espiritualidad masculina liberada de patriarcado religioso” (Buendía 2011).

Respecto al terrorismo, ¿alguien se acuerda de la    tragedia de Toulouse de marzo 2012, del caso del Jocker, de Colorado, o del atentado de Boston del 2013?

Han pasado tres años desde los tres artículos para la revista de AHIGE, (Hombres igualitarios) que escribí sobre los que ya entonces me parecían mal llamados  “lobos solitarios”. Fui citando los casos desde que se recuerdan hasta los del 2012 y principios del 2013. En cada ocasión  fui resaltando los detalles machistas, misóginos y homófobos que expresaban los autores de las matanzas en los años previos. Fue difícil bucear y leer entre líneas porque nunca son signos que llamen la atencion en otros contextos. La idea principal es el darse cuenta de una clara progresión y escalada en la violencia, en el desprecio a las mujeres que les rodean y en la “performance” de la conducta violenta, para acabar en “una machada heroica de grandes dimensiones” con la que tristemente fueron conocidos.  Permitidme recordar algo que dije entonces:


Ni locos, ni solitarios, ni tímidos, ni víctimas de la sociedad,  los responsables de

las matanzas masivas son soldados del patriarcado. Estos asesinatos de

 matanzas masivas es el culmen de una hombría patriarcal: machista, misógina y 

homófoba. Hay un pacto de silencio para que no se explique así en los medios, ni 
se debata. Se oculta que la gran mayoría de los asesinos son hombres y que 

suelen tener antecedentes de violencia de género.

La temática sobre la que actúan y de la que se habla es variada. Sobre dicha temática se suele hacer en los medios un estudio sociológico exhaustivo. Hay que prevenir reforzando los modelos positivos de masculinidad.

No entenderemos las matanzas masivas sin tener en cuenta los valores que inculca el patriarcado a los hombres.
Con esta tercera parte cierro de momento el tema de las matanzas masivas en clave de masculinidades.
Recordamos los ejes temáticos, con su interseccionalidad: 1-Sexo/género. 2-Clase social. 3-Orientación sexual. 4-Religiones/agnosticismo. 5-Edad. 6-Discapacidades. 7-Etnicidad.  8-Inmigración o los desplazamientos geográficos en el tablero global. El Síndrome patriarcal común y general recibe de estos ejes, se nutre con múltiples temáticas y combinaciones infinitas
1-Genero/Sexo. PATRIARCADO

2-Clase social. CAPITALISMO PATRIARCAL


3-Orientación sexual. HETEROSEXISMO


4-Religiones/Agnosticismo. PATRIARCADOS RELIGIOSOS Y AGNÓSTICO-FILOSÓFICOS

 
5-Edad. GERONTOCRACIA PATRIARCAL

 
6-Discapacidad (Incluimos aqui al 100% de las personas. Solo varía los límites, dónde está la NORMATIVIZACIÓN.

 
7-Etnicidad. El RACISMO en todas sus expresiones políticas son machistas. (Imperialismo, Colonialismo…) 


8-Inmigración/Extranjería. XENOFOBIA. El Tablero global y todos sus flujos son


 patriarcales




Me impresionó en su momento  el caso del  “Columbainero de las islas Baleares. Tenía absolutamente todo el catálogo machista. Sentía admiración por el caso de Columbine ocurrido en el instituto de Denver. Llegó a decir:

-“¡Cargarse solo trece víctimas en 50 minutos es de maricas, please, yo lo haría mejor!

Lo saco a colación en este momento porque a la hora de estudiar los perfiles sicológicos de los potenciales terroristas es imposible hacerlo sin analizar el patrón de masculinidad. Tengamos en cuenta que a medida que los niveles de igualdad avancen en todo el mundo es completamente lógico que muchos miles de hombres desorientados y desfasados, con masculinidades machistas, se aíslen, tengan menos habilidades sociales, un déficit de competencias al relacionarse con las mujeres etc

Leo este verano en la prensa que el atentado de Niza fue realizado por  un “falso lobo solitario”. Es lógico que nada encaje si no se atiende a los patriarcados religiosos como categoría de análisis, en tanto que patriarcado, en tanto modelos de masculinidad, y en tanto modelos de masculinidad "religiosos". Pienso que todo lo que he leído estas semanas al respecto no sirve para nada. Seguimos con la misma ceguera. La pregunta hay que dirigirla hacia preguntarnos por qué los jóvenes varones encarnan versiones bélicas y misóginas de las religiones, y se sienten atraídos a "entrar en acción".


Estamos en las mismas. Los casos seguirán  sucediendose. Las versiones más patriarcales del islam están proporcionando una marca inmejorable a todos los hombres que se resisten a la igualdad de género en todos los rincones del mundo. En los países “llamados de occidente” se está armando posturas equivalentes entre aquellos hombres que se resisten a una sociedad igualitaria. La islamofobia es otro caldo de cultivo muy peligroso. A estos hombres islamófobos les traen sin cuidado las mujeres que rezan en la mezquita, únicamente les importa dirimir sus conflictos entre machos alfa de diversos colores.

El perfil del potencial terrorista es cualquiera que se resista a los valores igualitarios y quiera tomarse "la justicia por la mano" como un "héroe medieval" . Pensadlo un poco. Ese hombre se puede radicalizar, o "islamizar" en cuatro días, o simplemente puede ser un paso visible  más en un continuo. Las pocas mujeres que hay seducidas por estas ideologías representan modelos de feminidad tradicional (en forma de una dependencia emocional hacia su novio, o como esclava y prostituta). En la mayoría de los casos se arrepienten al ver lo que las espera. Los casos excepcionales de mujeres que quieren "ser como ellos" tienen muchas dificultades para que les dejen.

Pero para poderlo ver hay que querer verlo.

No voy ahora a hablar de soluciones sobre la seguridad, controles militares, o de policía internacional, porque quiero insistir ahora en la idea que estoy repitiendo de muchas maneras. 

La solución es compleja e integral, consiste en la educación en Igualdad  y en la prevención con unos modelos de masculinidad igualitarios respetando la diversidad. La solución es una agenda feminista global (con sus relaciones de poder), trabajando la igualdad entre mujeres y hombres en todos los rincones del mundo, en los ejes arriba recordados. La solución está en educar en unas masculinidades NO violentas, al mismo tiempo  que se incorporan las mujeres a todos los organismos de poder.

La solución, además de construirnos unas masculinidades no patriarcales,  está en las mujeres:

Me apete resaltar un texto hermosísimo de Julia Ward (sufragista, abolicionista...) en 1870 con su famosa proclama del día de las madres. 

¡Levántense, mujeres de hoy! ¡Levántense todas las que tienen corazones, sin importar que su bautismo haya sido de agua o lágrimas! Digan con firmeza: ‘No permitiremos que los asuntos sean decididos por agencias irrelevantes. Nuestros maridos no regresarán a nosotras en busca de caricias y aplausos, apestando a matanzas. No se llevarán a nuestros hijos para que desaprendan todo lo que hemos podido enseñarles acerca de la caridad, la compasión y la paciencia’. Nosotras, mujeres de un país, tendremos demasiada compasión hacia aquellas de otro país, como para permitir que nuestros hijos sean entrenados para herir a los suyos. Desde el seno de una tierra devastada, una voz se alza con la nuestra y dice ‘¡Desarma! ¡Desarma!’ La espada del asesinato no es la balanza de la justicia. La sangre no limpia el deshonor, ni la violencia es señal de posesión

El terrorismo machista se está complicando. Ocurre en el interior de los domicilios , en los diversos grupos sociales y culturales, y en las expresiones públicas.
Es difícil saber qué pasa por el interior de la cabeza de un potencial terrorista, pero hay que intentarlo con todos los datos y perspectivas. En todos seguramente aparece la repetición de algo así como:

¡¡La voy a liar parda!! ¡Os vais a enterar de lo que soy capaz!!

Pero ya no solo resultará difícil comprender sino que será imposible si no nos da la gana introducir en el análisis  la “lógica machista” de un mundo patriarcal globalizado. Es inútil si no explicitamos una perspectiva de género y un estudio de las masculinidades en todas sus formas tóxicas (masculinidades tóxicas). Ninguna investigación ni análisis servirán para nada si no analizamos los patriarcados religiosos,  si no aplicamos perspectiva de género al hecho religioso.

Eso sí, por si la cosa aún se alarga, mientras tanto, os voy a dar un consejo: si yo soy hombre y con mi Dios os hago daño, por favor, desconfiad de mí y de mi “supuesta e impuesta religiosidad”. Seguramente seré un machista impostor ¿Capito?

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