¿Dónde está el poder, cuando hablamos del poder de unos tacones? Reflexión realizada sobre una entrevista a Eva González, en un periódico.
Para poder leer esta entrada es necesario tener en cuenta el holismo y la buena fe como
ingredientes necesarios. Me explicaré lo mejor posible.
El holismo procura tener una mirada de la realidad y
de los problemas complejos lo más amplia, variada y profunda posible, atendiendo
a las relaciones de todo con todo. Holismo en Antropología. Y en este blog hay que incorporar la perspectiva de género para el análisis como algo específico y obligatorio, algo que no suele hacerse casi nunca.
Y la buena fe aquí tiene que ver con la
honesta transparencia de querer llegar a algún sitio, con el menor lastre
posible de prejuicios y compromisos o hipotecas ideológicas.
Eva González es una presentadora
con muchas cualidades. Está gustando cada
vez más, aparte de su belleza física, por su capacidad de trabajo, sentido del
humor, y diversas habilidades sociales, entre otras.
Tomo estas características de la
entrevista que le hace una mujer periodista en un periódico. Yo lo comparto.
El peso de la imagen en el
reconocimiento que logramos las personas en el lugar de trabajo, o en la aceptación en las relaciones personales tiene sus reglas e importancia y las tenemos en cuenta aquí para
enfocar la cuestión.
Me he llevado muchos cabreos en mi vida con ese tema y todas sus variantes. Es muy injusto que los elementos de adscripción, es decir, aquellos que no tienen relación con el mérito, como el lugar de nacimiento, la clase, el género, etc condicionen a favor o en contra. Unas personas jueguan en clara ventaja respecto a otras en este juego de la vida, ya desde el principio.
Una persona “considerada fea por las demás”, (sobre todo si
es mujer), dependiendo de quién se trate, en qué escenario
se mueva, y el grado de fealdad (según el canon hegemónico), va tener que superar muchos más obstáculos, que otra más agraciada.
Y en aquellas situaciones donde el mérito cobra importancia (en teoría), como es el campo educativo, a la hora de optar a una selección para un puesto de trabajo, esas variables anteriormente dichas, influyen de nuevo en el proceso en mayor o menor medida.
El patriarcado pretende que solo
los hombres sean sujetos, agentes de autoridad, y tiende a considerar a las
mujeres como un objeto cuando salen de su ámbito doméstico. Esta es una de las cuestiones que hay que erradicar.
Nos estamos moviendo ya en el ámbito de las excepciones a esa regla. Estamos en un momento de transición ¿Qué ocurre en aquellas mujeres que han salido del espacio doméstico?
De dicha entrevista, resalto dos
preguntas con sus correspondientes respuestas que me ayudaron a reflexionar.
No
critico nada, solo muestro. Generalmente explicitamos los datos con la intención posterior de juzgar o
criticar. Sin embargo la buena fe de la que hablaba al principio me ayuda a profundizar con mucha más facilidad.
Los juicios son cortafuegos del
conocimiento.
Con buena fe, sin juicios, se
aprende a fluir. (Sigamos).
Le hizo una pregunta sobre los
complementos de la ropa, o sobre el fondo de armario. Me dio la sensación de que se lo
preguntaba no de una manera frívola sino como un elemento de estrategia para la
vida o para el trabajo.
Eva también lo debió de interpretar así porque le
respondió con trucos y tácticas. Le explicó el tipo de ropa que utiliza para
según qué ocasión, de tal manera que a veces sacrifica la comodidad, o sus propios
gustos en función de otras muchas variables o intereses. Señal de inteligencia reconocida entre
ambas mujeres. Bien, yo sigo de espectador.
Ahora no corresponde hablar de
otras muchas cuestiones porque quiero llegar a un punto más sutil, y no me
quiero alargar. Está claro (por decir algo) que a un hombre de negocios, es difícil escuchar que
se le hacen preguntas sobre la imagen o la vida privada. (A veces si. Algo está cambiando por ahí).
- "usted era un hombre de la
confianza de Emilio Botín. Ahora que ha fallecido, y es presidenta su hija, Ana Patricia
Botín, (la primera mujer presidenta de uno de los bancos más importantes del
mundo), ¿se atrevería a NO llevar corbata roja ahora, sabiendo que antes era
obligatorio o necesario para seguir en el puesto o para ascender? ¿En qué
circunstancias haría propuestas nuevas a su nueva jefa?"
El párrafo anterior es pertinente
para marcar el nivel de profundidad (es un nivel alto, no te confundas) de la siguiente pregunta que le hizo la
presentadora a Eva González y que es lo principal de la entrada de hoy.
- Entonces ¿prefieres tacón o
zapato plano?
En la pregunta ya van implícitas muchas
cosas. Eva es lo suficientemente alta como para no necesitar aparentar más
altura. Su trabajo está lo suficientemente reconocido como para haber podido
imponer cierto criterio personal. Va implícito también que muchas mujeres son
lo suficientemente altas, que si llevaran más tacón podrían ofender al sistema,
al mostrarse más altas que la mayoría de los hombres, y otras muchas
consideraciones. La corbata y los tacones tienen un altísimo valor simbólico, y mucho valor en las desigualdades de género.
Eva le respondió de una manera tal que fue lo que llamó mi
atención:
- "Creo que todas preferimos
plano. Pero también creo que el zapato de tacón nos hace sentirnos más
poderosas”
Por varios indicadores
personales, y cierto trabajo de campo sobre el perfil de los lectores y
lectoras de este blog tengo calculado que son mujeres en un 90%.
Por eso me voy a
dirigir a los hombres que están leyendo estas líneas, (que no son pocos, aunque sean el 10%) y decirles por qué llamó
mi atención la respuesta de Eva. De hombre a hombre…
Cuando dice que todas prefieren
zapato plano, pienso que dice que, (según su experiencia), en condiciones de libertad absoluta las mujeres
preferirían estar cómodas. Eso es lógico.
Al incorporarse las mujeres al trabajo remunerado en la esfera
pública y tener que competir con sus compañeros, para jugar con la menor
desventaja posible, lo lógico sería en principio que fueran lo más cómodas posible para aguantar muchas horas de
trabajo sin fatiga. Si usan tacones a pesar de eso es porque creen o les han hecho creer que "ganan por otro lado", o "tienen salvoconducto o menos desigualdades que las que no consienten". (Todo entre múltiples comillas).
Aquellas mujeres que se han acostumbrado a llevar tacón y dicen que lo prefieren, probablemente les compensa por la razón que sea. Han conseguido un nivel X que de momento les vale, y asumen los inconvenientes de unos tacones incómodos (repito que porque les compensa, o las hace más competitivas).
Aquellas mujeres que se han acostumbrado a llevar tacón y dicen que lo prefieren, probablemente les compensa por la razón que sea. Han conseguido un nivel X que de momento les vale, y asumen los inconvenientes de unos tacones incómodos (repito que porque les compensa, o las hace más competitivas).
Cualquiera que quiera ver una radiografía de un
pié en su tacón de aguja comprenderá facilmente que no puede ser saludable y tiene que doler
llevándolo horas.
Cambia la estrategia cuando es para una boda, o dos horas en una fiesta. (Dicho por varias mujeres).
Opino que en el momento que un zapato plano tuviera un prestigio social alto, muchas automáticamente dejarían de usarlo.
Cambia la estrategia cuando es para una boda, o dos horas en una fiesta. (Dicho por varias mujeres).
Opino que en el momento que un zapato plano tuviera un prestigio social alto, muchas automáticamente dejarían de usarlo.
Cuando he preguntado a mujeres su opinión al respecto, me han dado diversas razones y hecho comentarios, pero yo me pregunto:
Decir que te pones tacones para ir a la oficina porque el cuerpo se estiliza y te ves más sexy, ¿no estás reconociendo que vas al trabajo a seducir o que lo necesitas hacer para supervivir en él? ¿No estás dibujando las normas o reglas del medio en el que te mueves? ¿No estás admitiendo (dando por buenas) las reglas de la erotización de las mujeres? ¿No estás admitiendo sin cuestionar los cánones estéticos impuestos de un determinado tipo de mujer propio de sociedades machistas? Como estoy hablandole a otros hombres... ¿te das cuenta cómo te complica todo esto para hacerte una imagen mental positiva e igualitaria de tus compañeras de trabajo?
Pero la respuesta que da Eva dice más cosas , dice que NO hay
libertad. El tacón hace poderosa a una mujer porque son las reglas del
patriarcado las que se imponen. La mujer sin tacón no es poderosa. Entra en el
canon cuando es aprobada por la mirada de los hombres. Cuando es deseada,
admirada como objeto estético o sexual. Preferirían estar cómodas pero no lo
hacen porque se les inculca constantemente cuál es el modelo de mujer o de feminidad
que se busca.
Las mujeres que no quieran ser objetos y aspiren a ser alguien pueden optar a ser sujetos (sujetas a una tortura) pero con la obligación de utilizar ese nivel de empoderamiento que se le permite, con lo que ahora se llama en los manuales de economía o empresariales “capital erótico”, y hace treinta años se hablaba de “armas de mujer”.
Las armas de hombre son las armas
propiamente dichas, y las mujeres están en posición subordinada. Si pretenden
tener algún tipo de poder, han de usar las armas de su capital erótico, que
ahora ya cotiza en el mercado patriarcal, el de las reglas de los hombres.
¿Me expliqué?
Pues bien, amigo mío, de hombre a
hombre te digo que cada vez hay más Evas y más periodistas. Se están preparando en la clandestinidad. Afirman NO ser feministas, (muchas de ellas) como parte de su particular estrategia.
Dentro de unos pocos años se notará la influencia y las interacciones del trabajo oculto durante años de muchas de ellas. En unos pocos años, cuando el poder real y efectivo esté más repartido, la diversidad de las estrategias se multiplicará.
Únicamente los hombres sensibles que se hayan dado cuenta de todo esto, y vayan haciendo un proceso de cambio personal hacia la igualdad entenderán algo y serán competentes para las nuevas reglas (menos patriarcales). Mi trabajo consiste en acompañarlos en este proceso.
Dentro de unos pocos años se notará la influencia y las interacciones del trabajo oculto durante años de muchas de ellas. En unos pocos años, cuando el poder real y efectivo esté más repartido, la diversidad de las estrategias se multiplicará.
Únicamente los hombres sensibles que se hayan dado cuenta de todo esto, y vayan haciendo un proceso de cambio personal hacia la igualdad entenderán algo y serán competentes para las nuevas reglas (menos patriarcales). Mi trabajo consiste en acompañarlos en este proceso.
Muchas abandonarán los tacones o
los usarán de otra manera. (Hoy los tacones es un símbolo. Supongo que os habréis dado cuenta que me refiero a otros muchos).
Muchas se empoderarán de otras maneras, como ya lo hacen.
Muchas se empoderarán de otras maneras, como ya lo hacen.
Repito que todo esto también forma parte del trabajo diario de los profesionales de la igualdad y las masculinidades. Los Planes de Igualdad de las empresas es mucho más que el no discriminar el acceso, la formación, iguales salarios, conciliación, o prevención del acoso a las mujeres. Es muchísimo más. Las vestimentas y la imagen en el trabajo, la convivencia y los conflictos, el trabajo comercial y de marketing, las relaciones de poder, afinidades, etc en las nuevas empresas, nuevos escenarios, nuevas relaciones...Planes de Igualdad
Y los hombres tenemos que ponernos las pilas en todo esto.
Holismo, buena fe, y
masculinidades…
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