Leo en tribuna feminista la noticia de que por primera vez en
20 años, habrá una mujer de la policía local que será vigilante de la playa en
Torremolinos.
Durante veinte años no hubo ninguna, y por fin de los 21 vigilantes de este año, una es mujer.
Suponemos que se refiere a la que viste de rojo en la foto.
Artículo de Tribuna feminista (aquí puedes leer la noticia).
Todavía ocurre esto en multitud de ocasiones, aunque cada vez
menos. En este blog lo vamos enseñando con cierta frecuencia. Este año es noticia porque ya hay una mujer. Posiblemente nadie se lo
planteó con anterioridad, al menos nadie con el poder suficiente para cambiar
las cosas. Antes NO fue noticia.
¿Acaso no había en los años anteriores ninguna
mujer preparada, o que quisiera participar? Siempre que nos hacemos estas preguntas llegamos a la misma conclusión. Está claro que no es eso. Esto es otra
concreción más de una sociedad androcéntrica y patriarcal que tiene sus
“tradiciones” y mantiene sus “inercias”. Se está avanzando mucho pero todavía queda mucho por avanzar a nada que tengas intención de mirar.
Cuando hablamos de sociedad machista y androcéntrica es esto. Ver como normal la ausencia de mujeres.
Ahora, a esa primera mujer la marearán a preguntas por el
hecho de ser la primera de (20x20)
aproximadamente 400 hombres más o menos que le precedieron ¿Vaya presión no? ¿Qué
responderá? ¿Pensará que es una intrusa que no se lo merece? ¿Se dará cuenta de que es una privilegiada "como ellos"? ¿Por qué ella?
Como sabe perfectamente que es muy valiosa, (¡cada una en su fuero interno lo sabe desde siempre!) ¿pensará que es normal que la
eligieran a ella? ¿Sabrá que en cierta forma se la juega a partir de ahora con lo que haga y no haga, diga y no diga?? ¿Qué pensarán las
decenas de mujeres que hubieran querido ser candidatas previamente?
Comento, dicho sea de paso, que estoy acumulando bastantes de
las respuestas que suelen dar algunas pioneras, en sus intervenciones, en los diversos ámbitos. Me fijo en aquellas
primeras mujeres que tienen que gestionar múltiples tensiones a la vez,
intereses personales, y colectivos, las sutiles redes del poder y de los
privilegios exclusivos, los cuales tenemos que recordar que siempre fueron masculinos en exclusividad
hasta hace cuatro días.
¿Pongo un ejemplo de esas respuestas que encuentro y que llaman mi atención?
Pongo un ejemplo. Para lo que voy a transmitir a continuación necesito estar
muy fino y comunicarlo aclarando muy bien mi intención. Este blog es de
masculinidades y siempre centro mi observatorio hacia la autocrítica del
machismo, el propio y el de otros hombres, pretendiendo el cambio en los varones hacia posiciones igualitarias.
Voy a hacer aparentemente una excepción. Puede
parecer una crítica hacia una mujer profesional del periodismo pero no es mi
intención ni lo esencial de esta entrada. Voy a pensar en alto lo que me ha sugerido al leerla. No la conozco personalmente. Voy a
aprovechar la oportunidad de lo que para mí es un lapsus o falta de
sensibilidad. La sororidad la entiendo como la solidaridad o empatía que pueden
sentir las mujeres hacia otras, en base a las desigualdades de género.
Han de
integrar sus circunstancias personales con una visión global. Voy a procurar
explicarme con mucho cariño y cuidado.
Periodistas del CQC- Caiga quien caiga, versión española |
La periodista Nuria Rozas le hace una entrevista a Estibaliz
Gabilondo, una brillante periodista muy joven.
Circunstancialmente debo reseñar
que es pariente de dos hombres muy conocidos, de una talla profesional y humana
inmejorable, a los que admiro sinceramente desde hace años.
La calidad
profesional de su sobrina NO es cuestionable ni tema en este momento. Comprendo que tiene que ser muy
complejo llevar toda la vida la responsabilidad, o “el San Benito” de ser “hija/o de”, o “sobrina/o de” y tener que estar demostrando permanentemente, sobre todo se es mujer.
Le hace Nuria la siguiente pregunta:
“Fue
la primera mujer reportera en CQC (Caiga quien caiga) ¿Qué le parece el debate
político que organizó Antena 3 solo para mujeres?”
Ahora no corresponde tratar
todos los aspectos interesantes que
podríamos tener en cuenta respecto a la otra periodista. Me gustaría saber cuán blindada está su
posición en el periódico, los riesgos que corre a la hora de realizar preguntas,
la calidad de la pregunta, ni corresponde ahora hacer una justificación de la conexión entre el haber sido la
primera mujer CQC y el debate de mujeres como si lo primero le diera una “autoridad moral” para opinar sobre lo segundo. La pregunta puede ser una provocación incómoda.
Y Estibaliz responde:
El que se hable de chicas y
chicos por separado me parece una tontería. Fui la primera mujer de negro,
¿pero qué diferencia hay con un hombre? Como dije en su día:¡para preguntar da
igual lo que tengas entre las piernas…! ¡Y para debatir también! ¿Por qué hay
que mirar si es chico o chica? No comprendo estas polémicas, se me escapan… ¡Me
parece una estupidez! Con perdón.
El titular y subtitular de la
prensa donde lo he leído, fue:
“Da igual lo que tengas entre
las piernas para debatir” (titular)
"Estibaliz Gabilondo es crítica
con los programas donde solo se invita a mujeres por su sexo".(subtitular)
No voy a complicarlo mucho, y
por eso omito el periódico en el que aparece, la línea editorial y todas las
instrumentalizaciones ideológicas y políticas respecto a asuntos relacionados
con la perspectiva de género, el público al que va dirigido, etc (que daría para varias entradas)
Me voy a ceñir en lo que creo haber comprendido de lo que ella quería decir y un pensamiento en alto mío posterior.
Os voy a poner lo
que le he entendido o creo que quería decir:
"Las mujeres están tan preparadas como los hombres para cualquier
profesión y empleo. El periodismo es uno de ellos. Cuando ya no haya discriminación,
veremos tantos hombres como mujeres, y serán seleccionados o seleccionadas en
función de su valía individual sin discriminar. No hay diferencia. Y no hará
falta desagregar por sexos porque ambos sexos siempre estarán representados.
Prodríamos hablar simplemente de personas o seres humanos, pero falta mucho
para eso.
La biología no te impide a hacer nada. En el caso de la capacidad de
debatir ocurre lo mismo. Y en el liderazgo de los partidos políticos también".
Aunque no pretendo darle ninguna lección de periodismo a Estibaliz, sinceramente creo que algo así es lo que quería decir. A esa conclusión suelo llegar cada vez que hablo de "feminismo" con numerosas mujeres profesionales. Muchas incluso muy críticas con aspectos puntuales de otras mujeres.
Ahora respondo yo y me permito pensar en alto. Cuando eso ocurra,
es decir, cuando haya tantas mujeres como hombres en todas las profesiones y
estamentos de poder, no hará falta estar tan encima. Pero falta mucho.
Incluso en ese hipotético caso, muy probablemente haya que seguir desagregando por sexos,
por un lado para comprobar que no bajamos la guardia, y por otro para corregir la falta
de hombres en la corresponsabilidad de las tareas domésticas, y en los cuidados
de menores, mayores y personas dependientes, que seguramente irá con mucho
retraso.
Para esto último necesitamos el concierto de ellos, elementos principales de este blog.
Si estuviéramos hablando hace
40 años y el hijo o sobrino de “hombre importante y prestigioso” fuera otro
hombre, no habría tema. Pero afortunadamente ya no es así. Los hombres "importantes" también tienen hijas o sobrinas. Tenemos una presidenta de banco importante. Seguramente era la persona más preparada de los posibles candidatos o candidatas.
Empieza a haber
mujeres en todos lados (faltan mucho aún como ya he repetido). En unas oposiciones para la
administración, la carrera judicial, las médicas del MIR (después de entrar
en la universidad de medicina con un sobresaliente y estudiar la carrera), o en
Educación, tampoco hay problema hoy por hoy. No suele haber trampas. Ellas
estudian, aprueban, son brillantes y no tiene efectos negativos porque expliciten o no unos discursos
reconociblemente feministas.
La ideología patriarcal se encuentra en todos los sitios |
Pero en la empresa privada no
es así. Podíamos ahora citar a Michael Foucault o Pierre Bordieu para teorizar
sobre la microfísica del poder o las sutilezas de la ideología del lenguaje, pero no lo voy a
hacer. Únicamente os aseguro que reconocer esta idea es una de las que más resistencias encuentro en el trabajo cotidiano. El patriarcado está muy vivo.
El regalo que me han hecho estas dos mujeres hoy me sirve para invitar a
la reflexión con más profundidad.
Afirmo que hay mucha violencia
estructural. La hay hacia las primeras que llegan a los sitios, ya que necesitan ir pisando huevos. Yo las comprendo, hablo con ellas "off de record". Pero me atrevo a pensar en alto...
Las primeras que llegan
deberían reflexionar muy bien sobre sus circunstancias reales, honestamente, y
observar a su alrededor y hacerse muchas preguntas.
Necesitamos que las
primeras que llegan tengan más sensibilidad, o sean conscientes de las
repercusiones de sus estrategias hacia otras mujeres. Hay demasiados intereses en que el machismo estructural siga vigente.
Repito que me gusta analizar
con lupa lo que dicen las “pioneras” sobre su condición feminista, sobre lo que
creo que piensan, sobre lo que dicen que
creen, y por qué. Qué efectos tiene decir que son feministas, y por qué dicen, quienes lo
hacen, que no lo son. Así como comprender por qué no lo son. Cruzar e integrar género con Clase, etnia, identidad de género...
Advierto que tengo muy en
cuenta multitud de opiniones que me cuentan en conversaciones privadas, y cómo
hay que adaptar el mismo discurso según los casos, cuando se hace público. Comprendo que muchas ni siquiera tenga una reflexión al respecto.
Espero haberme explicado. Esto
está relacionado íntimamente con la conducta de los hombres al respecto, como las dos caras de una misma moneda. El patriarcado también castiga duramente a
los hombres disidentes. Nos obliga a tener que tener mucho cuidado hacia donde
nos posicionamos.
Muchos se han dado cuenta que hoy “se puede” hablar a favor
de la Igualdad y a favor del acceso de las mujeres a las profesiones y el poder, en la
teoría, de “boquilla”, pero saben o intuyen que el orden social castiga o degrada a quien se comporta real o
efectivamente en la práctica a favor de la Igualdad.
Quizá eso también
contribuya a ampliar la brecha en los hombres entre el nuevo discurso y la práctica de la vida
cotidiana, entre lo que ahora decimos y lo que hacemos.
Están los privilegios incrustados muy internamente |
Siempre hubo mujeres
importantes en la historia, como Reinas, que destacaron por pertenecer a
ciertas élites o grupos de parentesco.
Las mujeres jóvenes actuales que se han
socializado en un “espejismo de la Igualdad”, parece que no estuvieran
inmunizadas del machismo que se les viene encima. Ciertamente parece que no
comprenden muy bien y muchas cosas se les escapan. "No separar chicos y chicas",
hace que queden tapadas las desigualdades, y contribuye a que todo siga como
siempre. Creo humildemente que no es ninguna tontería, nos jugamos mucho en la
convivencia las mujeres y los hombres. Estimada Estibaliz (y a todas las
Estibaliz) gracias por todo, y sobre todo por estar ahí, pero los cambios sociales son colectivos y relacionales.
Mi intención surge de la
preocupación compartida con numerosas compañeras feministas que llevan varias
décadas de lucha por los derechos y libertades de las mujeres y se preocupan de
que las jóvenes quizá hayan descontado las ganancias y no tienen miedo de los
posibles retrocesos.
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