No es lo mismo decir que algo es posible a decir que es
probable, o mejor dicho, a proporcionar la probabilidad real y/o exacta en
tantos por ciento. Con la pregunta ¿es probable ser feliz? intento contribuir
a que más personas se crean que las
matemáticas son por un lado poéticas o literarias y, a la vez, por otro lado
útiles para la vida, para las cosas que realmente importan tanto a los hombres
como a las mujeres. Y la felicidad sin duda es probable e importante.
En
verano, siguiendo el tópico, nos encontramos textos frescos, sencillos, y
refritos. Yo haré un refrito de algo aparentemente complejo pero que en
realidad no lo es. ¿Os sirve? No hay número en Agosto de la revista Hombres Igualitarios. En el número anterior, la sección de nº 13 de La soledad del macho alfa... le correspondió a un apunte sobre la felicidad, desde una
mirada original y clásica a la vez. Me resultó curiosa y me apetece hacer una mención desde este blog. La entrada acerca de Bután y la felicidad interior neta fue otro ejemplo de abordar la felicidad desde posiciones diferentes.
En dicho nº 13, y no digo 12+ 1 puesto que estar sometido a supercherías también genera mucha infelicidad, partí de una frase de Ana Karenina, obra de León
Tolstoi, un hombre al que guardo cierta admiración. (Ana Karenina)
“todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada"
Con algunos ejemplos actualizados a los tiempos, con
perspectiva de género, podemos ver que lo que entendemos por felicidad es un
suceso conjunto mientras que la desdicha es un suceso disyuntivo, por lo cual eso ocurre cuando falla algo que consideramos importante o es capaz de llamar
nuestra atención. Ser feliz en las relaciones entre mujeres y hombres es un
suceso conjunto (cuando parece que va bien) matemáticamente hablando. Tolstoi continua en su relato:
" En casa de los Oblonsky andaba todo trastocado. La esposa acababa de enterarse de que su marido mantenía relaciones con la institutriz francesa y se había apresurado a decirle que no podía seguir viviendo con él".
Pero en los juegos y en las matemáticas, o jugamos todos y
jugamos todas, sin excluir a nadie y además con acceso a influir en la
decoración del tablero o si no, deberíamos poder romperlo como dice la expresión, pero es mejor cambiarlo.
En ese número 13 también pudimos ver que la teoría general de
la probabilidad, a diferencia de cómo se hace casi siempre, también puede aplicarse
a sucesos cotidianos, a una cotidianidad inclusiva. Consiste en aplicar juegos
sencillos de probabilidad para comprender la realidad. En la mayoría de los
trabajos de hace unos años se nota mucho que están realizados por hombres, con
hombres y para hombres, sobre asuntos que les interesaban a ellos. Y no solo eso, además a los ellos
de antes. En una época en la que al estar muy nítida la división sexual de los
trabajos los universos de los sexos no se solapaban de ninguna manera. Era una
androcéntrica manera de simplificar la realidad como si lo demás no importara. Una desigualdad de género. Los ellos de ahora y del futuro seremos otra cosa, aunque se enjuicie de la misma manera en ese momento.
Confesé un secreto acerca de un juego de mesa educativo que
representa a un tipo de animal. Ha supuesto para mí una liberación, espero que
no haya represalias.
Expliqué un clásico experimento de Bronner , el que explico y me parece que es fácil e
interesante; y da que pensar en numerosas aplicaciones prácticas actuales.
Comprendo que es ir a contracorriente todo lo que lleve más de 59 segundos,
pero la perspectiva del tiempo va cambiando a su vez a medida que se esfuma. Su justa distribución por cierto es otro elemento esencial en la felicidad en las relaciones de género.
¿Tienes curiosidad por saber qué es el espejismo de superación?
¿Y saber que es muy importante desarrollar el ojo de buen cubero en el mayor
número de asuntos que se pueda y su relación con la sensación de felicidad?
Se deforma la opinión sobre la probabilidad de éxito según
ocurran los primeros fracasos. Tiene mucha importancia conocer las probabilidades reales de cada intento.
“cualquier avestruz ha sido alguna vez manipulada”
¿Os interesa saber qué tiene que ver el experimento de Bernouille, con sus lanzadas de moneda al aire, con el hecho irrefutable de que
casi no haya mujeres en los consejos de administración de las empresas? Os invito a leerlo. Cuando
no las hay es demostrable matemáticamente que hay cooptación, la elección de nuevos miembros en las organizaciones o grupos que se parecen demasiado a quienes ya lo componen, que no es juego
limpio en definitiva respecto a la felicidad de las mujeres y su futuro. No son sucesos independientes sino que hay discriminación. Eso
tirando una moneda. ¿Cuando lo leáis me decís algo?
A medida que vaya habiendo más mujeres en más sitios, se
irán paulatinamente modificando los marcos, los contenidos que se incluyen en
los discursos, los intereses. Cambiará a su vez lo que se espera de ellas según
sean pocas, muchas o la mayoría. Y muchas veces será imperceptible ese cambio. Llegará un momento en el que será más difícil saber
qué es femenino, y qué es masculino. Las diferencias individuales serán mayores
que las intergéneros, que la que cada cual aprecie según su particular discriminación estadística y su capacidad de tener ojos de buen cubero.
Evidentemente si para la famosa familia de " los Pelayo", un
mínimo sesgo de una ruleta desgastada fue suficiente para desbancar un casino,
la mezcla total entre mujeres y hombres tardará muchos siglos para una mezcla absoluta, no es ese el tema, quedémonos con la idea. Lo
importante es que todo fluya. Sería muy bueno saberlo, es decir tener los observatorios estadísticos actualizados, y controlar el tanto por
ciento en cada cosa.
Se difuminará bastante lo que se pueda esperar de los hombres y de las
mujeres. Aunque como el chiste de la izquierda seguirá habiendo conflictos, discusiones, tensiones...Dicho de otro modo, el mero hecho de conocer el sexo de una persona nos dará menos
información para poder adivinar o especular sobre lo que de él o ella se espera. Si tenemos el ojo de buen cubero
desarrollado, en aquellas características que sean paritarias, saber el sexo no
nos aportará mucho. Y si no tenemos bien desarrollado el ojo de buen cubero,
seguiremos fallando en función de nuestros prejuicios, o la general
discriminación estadística.
Ni que decir tiene que en un escenario sin libertad donde las tareas están
obligatoriamente definidas por sexos no hay nada que adivinar. Salvo el tanto por ciento de valientes que se atreven a salir de la norma.
Cuando un hombre se presenta a unas oposiciones, o a
cualquier prueba por ejemplo, la estimación cambia según su propia
discriminación estadística. La tentación o la ilusión de saber o pensar que
juega con ventaja o con un cierto sesgo
a su favor puede influirle en sus
ánimos. Y a ellas también. ¿Si?.
Conclusión: todo esto influye en la felicidad individual y
la colectiva. Y todos los estudios de matemáticas aplicadas necesitan también
una perspectiva de género tanto en actores como en los contenidos, para que
realmente sirva. Porque realmente queremos que sirva, ¿no? Porque realmente
queremos la felicidad de todos y cada uno y no solo del dueño del tablero,
¿no?
He hecho un poco de trampas con la foto de arriba. Es una familia feliz a su manera. Y el hombre me inspira mucha ternura. Este blog es de masculinidades y hoy muestro una mezcla entre Tolstoi y Homer, pura matemática...
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