La banqueta de pensar y el nuevo modelo energético

Hoy voy a sentarme otra vez en mi banqueta de pensar. Está en el centro de la casa. En un bonito día de verano, la tomo en mis manos como siempre, intentando tener  la mente despierta, con muchos cuidados. Me asomo a la ventana a contemplar el paisaje y a meditar con calma. La banqueta de pensar tiene tres patas. (Ver la bienvenida). Una de ellas es la social, que atiende a las relaciones personales, a las conexiones emocionales entre las personas y la formación de las redes, los grupos, las comunidades. La segunda pata imprescindible de mi banqueta de sentir, en mi caso como un tipo de hombre corriente, es la paritaria. Yo no intervine, ni tengo la culpa de que en el mundo haya mujeres y hombres a partes iguales, por tanto unas como otros hemos de poder estar en todos los lados y ser equivalentes. Y la tercera pata de mi banqueta de rezar, es la pata verde, no menos importante que las otras dos.

El planeta tierra nos está hablando de muchas maneras. Está pasando una mala racha de cambios climáticos, crisis de recursos, energéticos, biológicos... y no parece que la estemos ayudando. Hemos de parar y ser sensibles para apreciar esos mensajes que nos envía. ¿No estamos borrachos de crecimiento sin fin? ¿No tenemos un síndrome de abstinencia de consumir por consumir? ¿No nos estamos dando cuenta de que tenemos unas necesidades creadas de consumo energético que no nos podemos permitir?

Ya habrá tiempo para analizar cada aspecto, hoy únicamente, con mucha calma, lo vamos a evocar. Dependemos de los combustibles fósiles y del uranio. El carbón y el petróleo se acabarán mucho antes de lo que creemos. A medida que escasee será más dificultoso y costoso extraerlo. En los costes de extracción de los fósiles debería tenerse en cuenta las pérdidas medioambientales, las sociales... que no se tienen en cuenta. Unas pocas empresas han ganado mucho dinero vendiendo energías contaminantes.

 Comparto la idea de trabajar por una cultura energética verde y sostenible.

1- Las energías limpias ya son más baratas. Está al alcance de la mano. Sobre todo teniendo en cuenta todos los aspectos, de una manera integral. Con un poco de humor, si las compañías petroleras tuvieran subvencionado todo, si los sueldos de la plantilla fueran pagados por los Estados, y no pagaran impuestos, el coste de la extracción de un barril les sería mucho más barato. Podrían vendernos la energía más barata y a cambio tener muchos beneficios. (No voy a seguir dando ideas en ese sentido).

2- Si la ciudadanía no se articula socialmente no lo van a hacer por nosotros, ni hacerse solo. Tanto las mujeres como los hombres individualmente, como los grupos, asociaciones, ONGs...Cuanto más se empuje más barato será.

 Me ha gustado conocer la nueva Plataforma por un nuevo modelo energético. Modelo energético. Es urgente, es una oportunidad de caminar en la buena dirección, es sencillo. El sol, el viento, las mareas, la biomasa, la energía geotérmica... están ahí, es un despilfarro actualmente no aprovecharlas, está al alcance de la mano. Tengo la sensación de que el petróleo que ha aparecido en las últimas décadas, ha sido mayoritariamente en Sudamérica o África, y eso está cambiando las reglas de juego geoestratétigas, y desgraciadamente no se está aprovechando para el beneficio de la ciudadanía. En el caso del cinturón del Ecuador en toda la tierra, donde más pega el sol, sería una oportunidad para muchos paises que no suelen intervenir en decisiones políticas globales.

 

¿Pero cómo podemos hacerlo? Somos más. Únicamente hay que organizarse, y las herramientas las tenemos, tenemos las redes, los foros sociales. Poder si se puede, no se quiere. No somos una masa, cada persona cuenta.

 Somos más-trabajo en equipo.

Con el cambio de modelo ganamos todas las mujeres y ganamos todos los hombres, y ganan todas las relaciones o interacciones. (Al menos del 90% de las personas). 

Pues creo que lo he pensado bien. Yo me apunto a la plataforma por un nuevo modelo energético. ¿Y tú?