Voy a mostrar un testimonio doble, decir una idea y sacar una conclusión. Esta entrada la encontrarás después en cuatro pestañas distintas para tenerlo bien ordenado.
¡Qué bonito testimonio! Hace unos meses nos enteramos de una de las escenas más
tiernas que he conocido este año. Fue un éxito en las redes sociales. Una preciosa historia de amistad entre un perro artrítico de 19 años y un
hombre separado. El perro que se llamaba Schoep sufría mucho por el dolor de
sus articulaciones. Su dueño, mejor dicho amigo, todas las noches le llevaba a bañar al
lago. La excelente fotógrafa demostró estar en el momento adecuado captando la
imagen de arriba. (facebook de la fotógrafa)
John Unger llevó al mestizo pastor alemán al veterinario. Le diagnosticaron una displasia de cadera y su consiguiente artritis, ambos procesos consecuencia de la edad avanzada del perro en este caso. Se habían acompañado toda la vida, desde que el perro era cachorro. Al sumergirse en el
agua mitigaba los dolores y de esa forma podía dormir tranquilo. Se conocían muy bien, era una relación de intimidad en cierta
forma. El perro había cuidado siempre de “su amigo-amo” y ahora simplemente le estaba devolviendo el favor. Es la ley de
vida.
Cuando saltó la noticia y pudimos saber más detalles,
supimos que el perro había sido maltratado de cachorro, por lo que tuvo que ir
recuperando la confianza en los seres humanos. Ahí no queda la cosa, John se
separó de su novia y sufrió una fuerte depresión. Años más tarde cuenta
que fue la mirada del perro, de su amigo, quien le quitó la idea del suicidio. A veces leemos muy rápido sin pararnos a sentir lo que supone que un
perro presienta eso y decida mantenerse sin dormir toda una noche para vigilar
y acompañar en ese momento crítico.
Hay millones de casos parecidos de los cuales no nos
enteramos. A Dan McManus, le ocurrió algo parecido cuando, según él, le
abandonó su mujer. Entró en una fuerte depresión y fue la ayuda de su pastor
australiano, así como recobrar una vieja afición, lo que ayudó a elevar su autoestima de hombre abandonado.
Volvió a practicar el vuelo sin motor y en este caso el perro le acompaña siempre. Me parece una idea simpática y una bonita solución. En la ONCE nos cuentan numerosos casos de perros guía con multitud de historias muy humanas.
En otro momento por tanto, hablaremos de la zooterapia (como la equinoterapia, caninoterapia...), donde gracias a una terapia asistida
con animales, niños, mayores, hombres y mujeres mejoran en sus
enfermedades tanto físicas como sicológicas y logran superar sus retos de una
manera más óptima. El autismo o la enfermedad de Alzheimer pueden ser dos
ejemplos donde también viene bien y, como hemos visto, en casos de depresiones secundarias a otros procesos.
Pero en este caso, espero que lectores y lectoras habituales
de este blog de masculinidades vislumbren también otra clara intención: reflexionar sobre la importancia de los roles, del diferente modelo de la relación de pareja, de la dependencia sicológica o de necesidad de cuidados que
tienen muchos varones, saber gestionar el recibir un no o vivir una ruptura como una
pérdida a vida o muerte. Si un hombre tiene la ilusión machista de que la pareja le
pertenece, o el falso victimismo de perrito abandonado... Espero que se entienda, vamos a llevarnos bien. En cualquier caso felicito a nuestros dos amigos. Lo miraremos en positivo.
1-Esta entrada la podrás encontrar en las masculinidades verdes, por qué no. Es un ciudadano de Wisconsin quien decidió retirarse a la montaña en pleno contacto con la Naturaleza y con todos los seres que allí habitan. Es un estilo de vida ecológico, un valor
principal. Muchas cosas podríamos decir sobre la relación entre animales y
personas: perros policía, la equinoterapia como hemos mencionado, o por la otra parte, los toros y sus expresiones de virilidad, que no es el momento.
2-También lo puedes ver en el tema de los cuidados y autocuidados. Se justifica tanto por la situación de crecimiento personal, autoestima y gestión de la depresión, como de la sensibilidad en el cuidado de las mascotas.
Ahora viene la idea
Vamos a analizar la evolución de la violencia de género en nuestro país. Nos ceñimos y simplificamos en un aspecto. El patrón se está portando de una manera expansiva. El maltratador no se conforma con asesinar a su pareja, busca el hacer el mayor daño posible. No encuentro un verbo adecuado al horror. Todo entre comillas y con mucho cuidado. Amplia el círculo de su horror al entorno, a los menores: a hijos e hijas comunes, o de las anteriores relaciones. En otros casos se extiende el horror a otros familiares, o adultos cercanos a la mujer. Desde el 2006 han sido asesinados por los agresores machistas once hombres, los nuevos compañeros de las víctimas. Y siete padres o hermanos de las mujeres maltratadas. Y otras cuatro personas que no tenían relación de parentesco. En definitiva, personas queridas por la mujer, con la única intención de ampliar el daño. Y no aparecen en las estadísticas. Me parece muy bien la proposición no de ley para incluir todas las víctimas, no solo la destinataria del ataque. Estos hombres también son víctimas del patriarcado sin duda, pero recuerdo que nadie se aproveche de que son hombres para otros intereses.
Pues bien, ¿por qué lo nombro aquí? Es muy sencillo. Están proliferando casos en los que el maltratador amplía el daño a la mascota de la mujer. Apuñala al perro de la ex-mujer. O el caso en el que le corta la cabeza a una serpiente, mascota de la mujer.
¡Es tan víbora como tú, mira lo que te voy a hacer!
O numerosos casos con los gatos: un hombre tras una fuerte discusión mete el gato en un saco y lo mata con golpes en el suelo delante de ella. En todos los casos es muy fácil saber que la intención es ampliar el daño con muy pocas consecuencias penales, les compensa. La violencia simbólica hace su efecto.
3-Por tanto también podrás encontrar esta entrada en las masculinidades tóxicas. Ejemplo de malos tratos con mascotas.
4-Y también lo puedes encontrar en la pestaña futura, aún en construcción
sobre masculinidades y ciudadanía. Ahí veremos aspectos sobre las leyes de Igualdad, la de violencia de género, etc. Nuestros dos amigos estaban separados y podían haberse tomado
las cosas a la tremenda.
Pues bien, afirmo una conclusión creo que novedosa:
Jhon Unger es un ejemplo de masculinidades cuidadosas, con
una sensibilidad muy especial, muy positiva, hacia su perro con artritis. El caso de Dan McManus y su ala delta me parece muy simpático. Pero la sentencia del asesinato del gato le ha caído solo la condena por maltrato animal sin tener en cuenta ningún agravante. Como si fuera algo menor o no estuviera relacionado con todo lo demás. Y yo me pregunto:
¿No deberíamos añadirle un
agravante de violencia de género en estos casos con mascotas?. La intención es fácil de ver. Sobre todo
porque pueden darse ideas, o imitarse unos a otros, y si no reaccionamos… Adelantémonos a los sucesos cuando se ven venir multiplicar los casos.
Yo prefiero imitar, o utilizar como modelo positivo de masculinidad a nuestros amigos Jhon o Dan, ¿verdad? Por cierto.... Schoep ya puede descansar en Paz.
Me ha encantado, gracias por compartir la historia
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tus palabras. Compartimos también la búsqueda de la consciencia verde. Un abrazo.
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