MASCULINIDADES TÓXICAS: nuevo apartado.
Este blog cumple cuatro meses.
Tengo mucho interés de resaltar las masculinidades positivas y quiero que quede
constancia. Este es un blog de masculinidades, un blog de masculinidades
feministas. En mi humilde opinión las masculinidades feministas son buenos ejemplos de masculinidades positivas. Dicho de
otro modo, existen miles de maneras
de ser hombre de las que podemos estar muy orgullosos. Vuelvo a repetir
que en este blog de masculinidades han aparecido hombres ejemplares, numerosas facetas
que resaltar, casi siempre en clave positiva, y esto no ha hecho más que
empezar. Buscamos espacios comunes y trabajar por la Igualdad efectiva y real
entre mujeres y hombres. ¿Te parece buenismo esto?
Me han dicho a menudo: ¡Manuel, lo que te pasa es que para ti las mujeres son
muy buenas y los hombres son muy malos! Otro que no me lee o no le interesa
hacerlo, pienso para mis adentros. Mucha gente
insistirá en otras posturas maniqueas, ver la buendióldora nº 4 en todas sus variantes de
buenos y malos, o buenas y malos como dicen muchos cuando hablan de las feministas radicales , o de malas y buenos. Mucha otra gente le verá
morbo a las peleas entre feministas, o entre mujeres buenas y mujeres malas,
las cuales por cierto, tienen derecho al mal. ¡Allá ellas! ¿Acaso no habéis
escuchado muchas veces eso de que las
peores enemigas de las mujeres son las propias mujeres? Por tanto, repito que
rechazo las guerras de sexos. Si os resulta útil verlo así, de las disputas entre hembrismos y masculinismos procuro huir. Los múltiples feminismos trabajan y trabajarán
por la Igualdad entre hombres y mujeres respetando la diversidad, la riqueza plural tanto intragénero como intergéneros. Los feminismos o como queramos llamarlo dejarán de tener razón de ser cuando desaparezcan las
desigualdades en todo el mundo, cuando el ser hombre deje de ser un plus. Pienso que cualquiera puede apuntarse a la Igualdad. Y se
puede nombrar todo de muchas maneras. ¿Se entiende? ¿Hay ganas de entenderse?
Existen numerosos blogs
masculinistas que leo con cierta
asiduidad, como inclinación profesional. En ellos, que no se me entienda mal,
me interesan a veces para aprender lo que no hay que hacer, lo que no hay que
decir. Me sirven para aprender otras cuestiones, para recibir también algunas
críticas merecidas, para intentar entender la perspectiva de otras maneras de
ver, para comprender lo fácil que es caer en trampas de la superficialidad, lo
fácil que es responder con prejuicios, caer en malos entendidos. Algunas de las
recomendaciones o advertencias sirven para afilar el discurso, o mirarte en
espejos que no te gustan, sirven para prevenir errores, o evitar ambigüedades. Con toda
la sinceridad del mundo reconoceré lo que tenga que reconocer, si tengo la
suerte de verlo. La realidad es muy compleja y es útil buscar la pequeña parte
de razón en cualquier postura, o conocer
algo donde mejorar en la tuya.
¿Qué se espera de ti, niño,
joven, hombre de cualquier edad, por ser varón, por querer serlo, o creer que
lo eres? ¿Cómo estar orgulloso de serlo?.
A lo mejor lo que te ocurre es que quieres tener la oportunidad de posicionarte
donde te dé la gana, o poder tranquilamente no tener ni idea de lo que eres. ¿Se
entiende?
Deseo que se entienda muy
bien igualmente que si lo que usted quiere es
polemizar, yo no. Tendrá que hacerlo con otros. Permítame ser algo coherente e
intente cooperar con usted. Permítame no pelear ni siquiera competir en quién tiene más razón. Las mediciones
cuantitativas de hombría o los pulsos
nunca me han interesado.
Si quiere ganarme en una
competición, me rindo antes de empezar. Si lo que quiere es hacerme daño lo va
a tener muy fácil. Le advierto que en el caso de que intente discrepar, haré
dos cosas; por un lado le proporcionaré un link donde pueda leer e informarse
cuándo he escrito anteriormente sobre la cuestión y que yo creo que ha
quedado muy claro lo que opino, y por el otro me emplearé con
tesón en encontrarle puntos comunes conmigo, exposición de matices, para que todo esto le
sirva a terceras personas.
Profesionalmente estoy obligado a
intentar averiguar el impacto de género de las medidas y de las opiniones, sin
caer en lecturas simples. Los informes de impacto de género son herramientas
que aparecerán en la caja de herramientas junto a las demás, con mi particular
visión.
Sigo repitiendo que el interés que me
mueve es hacia la equidad de género, y no
primo criterios partidistas, de sexo o de otro tipo. Mi utopía es mixta,igualitaria, paritaria...
Todo este preámbulo es para
inaugurar una nueva pestaña: las masculinidades tóxicas. En ellas incluiré
todos aquellos casos donde el cromosoma
Y, la testosterona, o la cultura machista y el patriarcado, nos jueguen a los hombres unas
malas pasadas. Ver el nº2 de La soledad: el patriarcado como leviatán. Las construcciones tóxicas de masculinidad nos alejan a nosotros de ser felices y a las personas que nos
rodean por descontado. Muchas de las características no son exclusivas de los hombres, pero
para eso sirve la herramienta nº 2, el desagregar por sexos, para medir, contar, ver y sacar conclusiones. Este es mi interés estratégico.
Si alguna de las palabras no te
convence las cambio. Lo importante es saber lo que se quiere decir e intentar
hacerse entender, aunque sea a base de varios intentos. Así nos pondremos de
acuerdo, averiguaremos en qué porcentaje estamos en común, qué queremos decir
cada uno (hablo entre hombres). Muy a menudo así averiguamos con quién
contamos en adelante, o comprobamos que efectivamente caminamos en sentidos opuestos.
En dichos blogs masculinistas podemos
encontrar por ejemplo que mencionan y comparan, en mi humilde opinión, dos
cuestiones que no son comparables. A veces no lo comparan directamente, pero lo explicitan
de manera próxima en la conversación como si ya existiera la conexión neuronal.
Parece que en una balanza, por ejemplo, ponen
las mujeres muertas por violencia de género, o violaciones, o muertas como civiles
en las guerras, y lo ponen al lado de los hombres muertos en las guerras, asesinados
por otros hombres, o muertos por infartos, más frecuentes en hombres, las consecuencias de las drogas, los accidentes,
o el que un joven homosexual se suicide por la homofobia de otros jóvenes. Pensadlo
por favor. Me opongo rotundamente a todo lo que pueda a oler a : “lo que les
ocurre a las mujeres es terrible, pero no sois las únicas, también a nosotros
nos ocurren cosas, osea que no es para tanto”. Huele a disculpas, a justificar lo injustificable, a quitarle importancia al horror, expresa falta de sensibilidad, huele a no querer ponderar el nivel de gravedad, o a pensar en los particulares intereses.
Dicho de otro modo, gastan tiempo
y energía, con una militancia muy motivada y muchas veces por medio de cortinas de humo. Lo dejan caer como si
fuera un argumento de peso que se irá transmitiendo poco a poco a base de insistir. Nos recuerdan
que el sistema patriarcal y machista produce dolor en las mujeres, pero que
también produce dolor en los hombres. Que por otra parte yo también estoy de
acuerdo, pero ni de la misma manera, ni hay que relacionarlo. Explicarlo así puede ser por varias razones: por mala fe, por ignorancia, por apostar claramente por la militancia patriarcal y la apología de la violencia, entre otras razones. Vamos a suponer que lo dicen en serio y tras una reflexión, en cuyo caso, este es el espacio adecuado para explicarlo cómo yo lo veo con calma. Intentaré mostrarle porqué en mi opinión está equivocado. Y ni que decir tiene, sin victimismos. Si le hacemos caso cada hombre a las pestañas positivas del blog, poco a poco se irán resolviendo los problemas individuales ¿Se entiende?
Recapitulo: con
la Igualdad ganamos todas y todos, y podemos trabajar para sustituir el sistema
patriarcal y machista por otro sistema basado en la Igualdad y los DDHH.
Esta idea es fundamental. Es mi
obligación profesional tomar este tema delicado e intentar explicar y dar un
poco de luz. Este blog de masculinidades es el lugar específico, para tratar
este tema. Este punto de bisagra va a exigir un desgaste ideológico,
argumental, metodológico, colosal, pero no hay más remedio. Si por lo que sea
usted llega por primera vez a estas líneas, y cree que no lo está entendiendo,
o le faltan datos, le invito a que interrumpa la lectura y primero lea todo lo
demás. Me va a llevar miles de explicaciones pero insisto que es necesario. Los espacios comunes son campos minados, está plagado de minas antipersona, y hace falta mucha gente para limpiar la zona.
En
la mayoría de los temas se argumenta para vencer al adversario, o dicho en general es como el
marketing al reclutar a un cliente, afiliado, socio, o adepto. Yo sin embargo no intento vencer, ni tener la razón. En mi caso previamente es necesario confesar los intereses estratégicos, levantar las
cartas, y mostrar para después encontrar un
consenso y avanzar en la equidad de género.
Me suelo imaginar que cada lector
o lectora tiene siempre buena voluntad, se intenta formar todo lo que puede y es la
persona más inteligente del mundo, me imagino todo eso. Hay que intentar no
caer en las trampas de la superficialidad, y emplear toda la paciencia y el tiempo sin ruido posible.
Me dijo un hombre una vez:
¡Manuel, también hay personas superficiales entre las tuyas! ¡También hay
mujeres superficiales! ¡También hay feministas superficiales!¡También hay hombres igualitarios superficiales!
¡Ya lo creo!, le respondí. Pues
también habrá que hablar con ellas y con ellos y conmigo.
En la pestaña de las
masculinidades tóxicas voy a acumular entradas que traten de los aspectos de la
militancia patriarcal (machismo, misoginia, homofobia), que en sus grados máximos es la violencia de género en sus distintos tipos, en cualquier lugar del mundo.
Y también incorporaré a las
masculinidades tóxicas, unos efectos secundarios del patriarcado, donde los
hombres dañan a otros hombres o a si mismos, como el analfabetismo emocional,
el amor por el riesgo, el maltrato del propio cuerpo, los delitos, etc. La socialización
machista produce efectos negativos en los propios hombres, algo que tenemos
que tener en cuenta precisamente para desaprender las consignas patriarcales.
Yo no voy a comparar las diferentes víctimas, ni voy a disculpar o justificar nada injustificable. Simplemente lo voy a “esconder”
todo en el mismo saco para que no me manche todo lo demás, a las masculinidades feministas y positivas.
Repito, este blog es de
masculinidades, masculinidades positivas y lo seguirá siendo. Ahí caben las mujeres y los hombres se van a ir incorporando, de eso estoy seguro. (En este caso las fotos lobeznas son metafóricas. Del tema de los lobos Astur-cántabros en sentido estricto hablaremos otro día, y de las diferentes Caperucitas también)
Querido Manolo: muchas gracias por tomarte el tiempo para todas estas reflexiones. Por un lado, me gusta leerte e imaginarme en el ruedo del compartir contigo y con tantos otros y otras que nos hemos tomado el tema de las masculinidades como asunto vital en cuestión. Por el otro, conociéndote lo que te conozco, imagino caminos posibles de transformación a través de estas herramientas discursivas y mediáticas, tan necesarias. Es verdad que argumentando y debatiendo avanzamos y, sabemos que no es suficiente y que simultáneamente, vamos actuando e influyendo con trabajos de base, de sensibilización, con hombres fundamentalmente y con algunas mujeres también, lo necesario de deconstruir un modelo hegemónico de masculinidad que se actualiza inteligentemente y que tiene una gran capacidad digestiva. Algunos están muy urgidos de dejar atrás este modelo, como si fuera asunto de cambiar de camisa y ya. Es difícil, quizá no lo veamos nosotros, pero el caso es que en la rendija-bisagra de la contradicción de haber sido formados en ese modelo y al mismo tiempo no identificarnos del todo con él, estamos encontrando cosas que no veíamos y pueden ayudarnos a cambiar. Un abrazo centroamericano.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por cada palabra.Pues en este caso, tengo la bonita sensación de parecerme a ese alumno afortunado que con tesón y ganas va "madurando" hasta conseguir de sus maestros, como es el caso, el ser buenos amigos. Otro abrazo desde la parte norte del Sur de Europa.
ResponderEliminarPrimera vez que leo algo así de mano de un hombre. Me tenéis alucinada. Gracias a mil, a millones. Tiempo, mucho, viendo el daño del machismo sobre los propios hombres, sin lograr hacerlo entender a ninguno. Tengo muy bello sentimiento en este momento.
ResponderEliminarMuchas gracias querido lector o lectora "anónimo". Tus cuatro líneas justifican por si solas todo el esfuerzo de mil blogs. Un abrazo.
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