Los guerreros son de Marte, los termómetros de Mercurio, y las mujeres y los hombres de la Tierra. Hoy viene a cenar Diana Herrera.

Hoy tengo el gusto de tener en mi blogar (*) desde Austin Texas a  la doctora Diana Herrera, Odontóloga Forense y Rehabilitadora. También es muchas otras cosas, una lista muy larga de la que ella está muy orgullosa: Escritora, Angelóloga, Moon Mother Avanzada y Mentora en la Bendición y Sanación del Útero.

¡Qué contento estoy, Diana! Hace mucho tiempo que te vengo leyendo. Me consta tu dilatada carrera profesional. Y además tú también me lees a mí. Te agradezco muchísimo los comentarios que frecuentemente me regalas de aquello que te ha gustado, y tus palabras de ánimo a las que me puedo llegar a acostumbrar.

Ahora que nadie nos oye, te voy a hacer una confesión: me gusta mirar. Como un niño curioso que mira por el ojo de una cerradura, he seguido tu trabajo, las reuniones y las fotos de los encuentros, las ceremonias de bendición y sanación de úteros… Y ¿qué es lo que veo? Veo mujeres felices. Mujeres que ríen mucho, con motivo y con consciencia. Eso es lo que veo y quizá antes no lo estaban. Miran a la luna y a sí mismas,  en torno al fuego, o a la comida, por ejemplo.  

¿Te apetece que te lea un pequeño cuento que he escrito? También me gusta escribir, y me encanta leer en alto. Así que permíteme que te lea mientras hacemos la cena, ¿vale?  Me gusta cocinar.

Diana: ¡Manuel, por supuesto que me encantará  escuchar tu cuento! Antes déjame manifestarte que me alegra mucho poder compartir este espacio sagrado contigo, y me hace muy feliz conocer un hombre que deja ver su lado femenino con tanta naturalidad.

Te aclaro lo del espacio sagrado. ¿Sabías que antiguamente el sitio de reunión familiar era la cocina?  La madre cocinaba y alrededor se encontraba toda la familia compartiendo su día, sus experiencias…   Ese era el momento familiar sagrado.  Entonces, gracias por tu gran valoración.  ¡Ahora quiero entrar en ese mundo mágico al que me llevará tu cuento… te escucho!

 “Erase una vez un mundo fantástico, donde había un rio fantástico, con dos orillas igual de fantásticas. Lo habitaban  unos seres de luz  fantásticos que tenían el abdomen de color verde y de color azul. Unos sabían nadar y otros no. Aunque parecía que había sido así siempre, no tenían del todo claro por qué los azules solían estar a un lado y los verdes al otro.

Del ombligo les salía una especie de seda que no usaban. Los pocos verdes que nadaban muy bien pasaban al otro lado. Como había algunos que se ahogaban, otros muchos tenían miedo. Hubo un eclipse de luna y ocurrió que unos azules inventaron las normas, y prohibieron nadar.

Así estuvieron mucho tiempo hasta que sucedió otro eclipse y seres verdes y algunos azules contravinieron la norma. Aprendieron a nadar y se empezaron a mezclar. Con el tiempo se dieron cuenta de que no había solo dos colores sino muchos, y que el abdomen podía cambiar de color. Y hubo otro eclipse y varios seres verdes y azules aprendieron a tejer con sus sedas, y a mezclarlas con arte y cariño.

Esta noche hubo eclipse, y un bonito arco iris. Alrededor de una hoguera, se levantaron seres de todos los colores  que jugaban con sus sedas. Habían visto que el producto que tejían con sus cuerpos  era mucho más resistente de lo que creían. Por eso gritaron al unísono: ¿Y por qué no tejemos un puente?

Diana: ¡Gracias, qué bonito, tiene mucha ternura! Por un momento me he sentido de nuevo como una  niña de cinco años.  Manuel, así de sencillo. “Aquí se encierra todo, permitirse el sentir de nuevo como un niño de cinco años”, esta es la esencia del tema.

Manuel: Muchas gracias a ti. Mira, Diana, tú me has dado una lección poco a poco, y hoy aprovecho para decírtelo. Me voy a explicar. Desde hace unos pocos años que te conozco, a menudo me has hecho pensar, analizar y racionalizar. Me gusta pensar.

Tenemos un diálogo interior que reafirma lo que creemos. Es bonito confiar en tus propios juicios, mente o sentimientos, yo lo hago. Pero precisamente por esa confianza hay que abrirse y conocer. No tengo ningún miedo. Significa viajar fuera de la “caja mental confortable”. A nada que viajas físicamente por el mundo o lo haces de cualquier otra manera, en seguida te das cuenta de que es una bobada creerse que todo el mundo debiera pensar igual.  ¡Yo tengo la razón y la manera correcta de expresarla, y tú  no! 

Por eso te pregunto:

¿Acaso no tenemos la tendencia a ser adictos a tener la razón? Hablo por mí, que nadie se dé por aludido o aludida. ¿No estamos  atrapados o atrapadas en nuestras opciones o acciones, cada cual en la suya, como si fuesen siempre la misma y no cambiasen? ¿No ocurre que basamos nuestra tranquilidad en creer que somos poseedores exclusivos de la razón?

Diana: ¿Sabes? Me gusta mucho que la gente se cuestione, se inquiete, porque esto la lleva a una misma a profundizar en el tema, a ver qué es lo que hay más allá. Ayuda a quitar de pronto  esa nube de desinformación o en cierto modo  de ignorancia que ha favorecido al patriarcado por tantos años, y como resultado, todos (hombres y mujeres) hemos crecido y hemos pasado de generación en generación llenos de falsas verdades.

Manuel: De acuerdo en todo eso  pero siempre  hay límites, aunque no los conozcamos y te pregunto con cuidado:

¿No tienes miedo a que piensen que estás loca, equivocada, o que eres una oportunista?

 

Diana: En absoluto, no tengo miedo para nada. ¿A qué tendría que tenerle miedo? Con nuestro trabajo simplemente se están recuperando los saberes ancestrales, que se creían olvidados, que estaban “dormidos”. De ahí viene el que  yo utilice la frase: EL DESPERTAR DE LA DIOSA.

Manuel: Soy partidario de aprender a gestionar las discrepancias de una manera empática, incluso con mucho cariño. Sé que no es fácil. Para empezar, tenemos varias cosas muy  importantes en común. Ganas de entendernos.  No nos cerramos en las ideas propias. Hay buena fe en los propósitos, y algo muy fundamental, nos estorba el patriarcado por diversos motivos y algunos  son comunes.

¿Podemos coincidir en general en que lo biológico y lo cultural se interrelacionan íntimamente de muchas maneras? ¿Podemos coincidir también en que lo racional se nos queda muy corto y necesitamos cultivar el universo emocional y las redes de pertenencia, y de relación entre las personas?

Creo firmemente en que la emoción para los hombres no es una debilidad sino una fortaleza. Lo débil es responder con violencia por ejemplo.

Diana: Sí. Estoy muy de acuerdo contigo.  Desde el momento en que la emoción se manifiesta en el hombre se está expresando su sagrado femenino. Insistiré porque es importante. En palabras más sencillas es abrir el corazón permitiendo que se manifieste la esencia de su ser.

Está viviendo el equilibrio interior entre su masculinidad y su feminidad. Entonces en ese momento el hombre en realidad pasa a ser un hombre completo, fuerte, seguro, sensible, emotivo, un hombre que aprecia lo cualitativo y se desliga de lo cuantitativo. Así es en realidad un hombre  con poder, y adquiere una masculinidad consciente.  Solo desde esta integración de lo masculino y femenino “en hombres y mujeres” la fuerza y el amor,  el actuar y el saber esperar,  logrando un balance, podemos llegar a manifestar en realidad lo que somos, nuestra esencia pura.

La violencia, los gritos, la sed de poder, solo nos muestran un ser humano inconforme,  lleno de vacíos espirituales y de fragilidades. Un ser humano confundido internamente porque nunca se ha permitido interiorizar o bucear en su océano.

¡Imagínate cuán  confundido y lleno de miedos debe de estar  quien cree que el que grita más  es el que gana!…. Y desde el momento que empiezas a gritar la otra parte ya no escucha, oye pero no escucha; empiezas una desconexión total con la otra persona.  Entonces dime tú, ¿quién es en realidad fuerte y quien tiene poder? ¿El que lastimosamente tiene que recurrir a gritos golpes y violencia para que la otra parte actúe, o el que  puede decir lo que piensa, con decisión, seguridad, y así  logra ser escuchado, lidera y mueve multitudes?

Manuel: estoy de acuerdo. Pero déjame usar un símil.

Pienso que un andamio es muy útil pero provisional. Es necesario para arreglar una fachada pero luego hay que quitarlo. Cuando hablamos  de cualidades femeninas y de cualidades masculinas, creo que todo el mundo entiende a qué nos referimos, es útil para entendernos al hablar, como el andamio lo es para una fachada nueva pero, ¿no debería ser provisional?

La palabra esencia me suena a algo inamovible, a un determinismo esencialista. Ahora bien, si lo que queremos regalarnos  es que nos referimos a algo oculto e importante (esencial) que hay que buscar o construir, no me supone mucho problema.

Me preocuparía que podamos naturalizar la creencia de pensar que un hombre es femenino por el hecho de ser sensible, o naturalizar que una mujer es masculina por tener ambición de poder. En ese caso muchos hombres que lo entiendan así seguirán sordos porque no va con ellos. Creo y siento que todo está cambiando y hay que abrirse a la pluralidad. En este blog de masculinidades es fundamental recalcar que hay muchas maneras positivas de ser hombre, siendo un hombre de verdad, siendo sensible, un padre amoroso, o sin ningún poder político, sin por eso sentirse femenino. Sin embargo ahora entiendo el sagrado femenino.

¿Qué te parece, Diana? Sabes que también intento hacer el mismo trabajo de comprensión y búsqueda de espacios comunes con  algunas compañeras del  llamado feminismo de la diferencia sexual, u otras ecofeministas o feministas religiosas de varias confesiones. Pero  te pregunto, ¿no podríamos caer en un falso esencialismo?

(D) No, en absoluto. El hecho de aceptar el sagrado femenino en nuestro interior, el abrir el corazón, es asumir que no existen jerarquías.  Por eso tenemos como ejemplo los círculos sagrados femeninos. Allí vemos que en el círculo, del centro a la periferia todos tienen la misma distancia, por lo que significa que no existe predominio de uno o de otro. Todos y todas tienen voz y voto, y los mismos derechos.  Aceptar el poder es continuar con el patriarcado como tal.

(M): Por mi parte vuelvo a estar de acuerdo  y coincidimos de nuevo en que nos estorba el patriarcado. Has explicado la Igualdad. Y en mi trabajo particular me estorba además el patriarcado porque es lo que impide experimentar la posibilidad en los hombres de una dimensión espiritual, o de vivencias religiosas en comunidad. (Espiritualidad masculina).La manera como la viven los hombres con el patriarcado es con  imposturas,  relaciones de poder o discriminación hacia las mujeres.

Vuelvo a estar de acuerdo contigo en la equidad de género como la has explicado. Hombres y mujeres equivalen sin jerarquías, y lo has explicado a tu modo con mucha fuerza estética y simbólica.

Pero insisto en algo que me falta. Entiendo que tenemos que ocuparnos de lo que podemos modificar, lo interno y lo que está en nuestra mano, pero me falta la parte de la solución de manera política y eficaz para resolver las injusticias y desigualdades. El poder se puede resumir en poder forzar la conducta ajena o no. Compartimos también  tú y yo que queremos un cambio drástico y global en las reglas del juego, pero…

¿No estamos cediendo demasiado tirando  un poco la toalla en cuanto a aceptar el discurso dominante? ¿No estamos conformándonos un poco  con un mundo evasivo o alternativo, o con cierto escapismo?

(D): Mira Manuel, fíate de mí. Hemos tenido oportunidad de compartirlo varias veces, y te cuento que han sido experiencias muy importantes, porque esto es co-crear, crear en común. Tú me das la oportunidad de profundizar, de ir más allá de lo que veo que es  físicamente  “un hombre”.  Vuelvo a resaltar que el  hecho de que me hayas invitado a compartir esta charla en tu cocina, en tu interior, me ratifica lo que ya te he dicho anteriormente, que tienes el balance de tu sagrado femenino totalmente aceptado y conectado.

Te felicito por eso, y  quiere decir que ¡ya eres un hombre de poder!

(M) Acepto la lección de nuevo. ¡Diana, me has tratado siempre tan bien, con tanto cariño, que no me sale llevarte la contraria!. Me lo tomo como si fuera un beso. Siempre he dicho que los que no tenemos poder lo tenemos que compensar con cariño. Quizá sea el momento de ser coherente.  Y con un poco de humor, aparte de darte las gracias de todo corazón, te puedo responder como hacen o hacemos muchos hombres en  casa cuando no terminamos de entender algo del todo: ¡lo que tú digas, cariño!

Ahora me voy a poner muy serio con la parte más negra del horror del patriarcado. Con las guerras, las mafias, los feminicidios en todo el mundo.

Conocí el caso de una mujer que estuvo esclava como prostituta en un ambiente de guerra. Muy dificil mantener así ninguna niña dentro. Fue violada entre diez y quince veces por hora, durante diez horas al día, todos los días del año en tres o cuatro años. La mayor parte del tiempo permaneció drogada o dormida. 

Entiendo que no puede existir terapia alguna para recuperar sicológicamente a esa mujer si consigue salir viva. Mucho menos que vuelva a reír, ser feliz o devolverle la dignidad o el alma, o unas relaciones sexuales placenteras al menos con un hombre. Necesita algo más que magia.

Voy a poner otro ejemplo. Quienes trabajamos en Asociaciones contra la Trata de personas con fines de explotación sexual tenemos conocimiento de que Redes mafiosas utilizan cada vez más Budú o magias negras vinculadas a religiones animistas para manipular mentalmente a mujeres africanas. Les chantajean con hacerles algo malo a sus bebés o familias tanto física como simbólicamente. Los tres negocios patriarcales del mundo recordamos que son las drogas, el tráfico de armas y la prostitución en sentido amplio.

Perdona mi ignorancia o mi escepticismo, pero ¿a qué le llamas terapia angelical?

Mujer enraizada a la Tierra mira a la Luna

(D) La terapia Angelical, consiste en invocar y aceptar la ayuda y guía de estos maravillosos seres de luz universales que son los Ángeles. Es una forma de  poder sanar emocionalmente, físicamente y espiritualmente las partes de nuestra vida que no están balanceadas o que necesitan estar en equilibrio.

Todos nacemos con un Ángel Guardián que nos acompaña desde que salimos del vientre de nuestra madre, hasta que dejamos esta materia y vamos de regreso a casa.  Muchos en el camino se desconectan o ni se dan por enterado de que lo tienen y allí es donde perdemos esa conexión con nuestro niño interior, dejamos a un lado nuestra inocencia y vivimos una vida plena entre comillas, pero llena de vacios espiritualmente.

No sé si has escuchado muchas veces decir… Tengo todo, materialmente, una profesión, salud, familia pero nada me llena. Esas personas están en esa búsqueda de espiritualidad, de conectarse con su Ángel o su niño interior.  Simplemente es creer con la inocencia de un niño.

Manuel: Yo lo explicaría de otra forma, pero entiendo.

En el caso de la señora que me comentas, que fue abusada y pasó por todo ese dolor, estoy segura de que  se puede recuperar, y de hecho se recuperan. La forma es con la bendición y sanación del útero y las terapias angélicas. Es una terapia energética que lleva a  la mujer a abrazar el dolor, a reconocerlo, sanarlo, perder el miedo, recuperar su autoestima y el valor de ser una mujer consciente. Esta mujer acepta tener un nuevo comienzo tanto emocional, física, como mentalmente. Y con la terapia angélica esa mujer volvería a conectarse con su niña interior, logrando recuperar  la inocencia que le fue arrebatada a la fuerza.   Al lograr que se reconecte ella  volverá a creer, a amar y a querer ser amada.

Manuel: Por lo que te escucho, es lo que solemos decir como, ¡EMPODERAMIENTO!

Diana: Manuel, yo creo que mientras  haya vida hay esperanza. Es cierto que  la Fe es lo último que se pierde y lo primero a lo que recurrimos cuando nos encontramos en un paredón sin salida.

La Bendición y sanación del útero es un regalo de energía para cualquier mujer de cualquier edad, y está siendo muy utilizada en centros de violencia de género o mujeres maltratadas. Da excelentes resultados en muchas mujeres que han sido abusadas sexualmente y maltradas física y emocionalmente.

Es una terapia que se centra en los tres portales energéticos más importantes de la mujer y de esa manera se la lleva a ella a conectarse de raíz con su sacralidad femenina y con sus cuatro arquetipos que son la virgen, la madre, la hechicera y la anciana o bruja.  Lo especial es que hay muchas mujeres a las que les cuesta hablar por miedo, por vergüenza y cuando están en tratamientos sicológicos convencionales no terminan de sanar o de liberarse de miedos, patronos, culpas o responsabilidades que han sido creados consciente o inconscientemente. Con la terapia de la bendición y sanación del útero no se tiene que hablar, solo se tiene que estar dispuesta  a recibir este lindo regalo de energía sanadora que nos trae la Madre, y de esta forma se libera de cargas emocionales que venimos cargando de generación en generación… Es una Terapia que solo la puede ofrecer una mujer (Moon Mother) y se realiza pidiendo a la Diosa Madre su luz , su energía sanadora y guía.

Manuel: ¿Eres consciente de que hace 500 años y muchos menos, acabaríais todas quemadas en la hoguera como brujas?

(D) Bueno Manuel esta parte de nuestra conversación es extensa, pero me gustaría hacerla un poco didáctica. Soy muy consciente de que si retrocediéramos el tiempo estaríamos todas en la hoguera, en efecto. Precisamente 500 años atrás nos remontan a la Inquisición u otras prácticas. Y muchos más años hace que  el patriarcado quiso eliminar el verdadero estatus de la mujer sabia, chamana, sacerdotisa y bruja…

Dicho sea de paso la palabra bruja, aunque es un nombre que se ha utilizado de manera despectiva significa mujer sabia.

Y aquí me gustaría hacerte una pausa e invitarte a que tomes un diccionario y busques el significado de la palabra sacerdotisa, bruja, gurú.

Manuel: ¡Espera que voy!

(D) Te digo esto porque lamentablemente venimos escuchando las palabras y el mal uso de ellas sin ni siquiera saber su significado y esto fue lo que ha permitido que se cambiara parte de la historia.

(M) Hablar del lenguaje nos llevaría varias cenas.

POR CIERTO, Ya nos podemos sentar si tú quieres, la cena está lista.

(D) ¡ESTUPENDO! Cenemos...
¿Estás de acuerdo en que la mujer que era quemada en la hoguera por bruja no hacía referencia a sus malas actuaciones o por sus malas energías sino por su poder de conexión con el Universo y su capacidad de reflexión?

Manuel: ¡Claro! Al pensar y sentir por sí mismas y transgredir el discurso o la norma dominante...

(D) De hecho, si en este momento me llamasen bruja, lejos de suponer un insulto, para mí supondría un halago porque me están reconociendo como una mujer consciente de mi ciclicidad, empoderada y sabia.
 

Antiguamente se valoraba mucho cuando la mujer tenía su luna (menstruación) porque es en estos días cuando la mujer adquiere un mayor poder de interiorización, de su sensibilidad y capacidad de recibir las señales o de intuir para tomar una decisión. Están en su mejor momento para recibir  las revelaciones de su corazón y su ser.

(M): ¡Desde luego que centrarlo de esa manera cambiaría las reglas del juego, y a partir de ahí podría haber otra jerarquía social! No se parece en nada a los mitos que circulan habitualmente!

(D) En aquella época las mujeres eran las que guiaban a los hombres a hacer lo que fuera mejor para defender a su comunidad o a su tribu.  Por eso eran llamadas Sacerdotisas, brujas o chamanas.

También a manera de información, no sé si sabías que también en aquellos tiempos, cuando las mujeres tenían su periodo  lo usaban como abono para fertilizar la tierra dando las mejores cosechas. Fueron las mujeres las primeras que sembraron y trabajaron la tierra.

Esta sangre menstrual se utilizaba también a manera de ofrenda para elevar una petición o agradecer por algo recibido. Cuando llegó el patriarcado, quisieron  continuar con las ofrendas de sangre, pero para esto se vieron obligados a llevar a cabo los sacrificios humanos.  ¿Viste como se ha cambiado la historia? ¿En que parte nos perdimos en realidad?

(M) Yo eso no lo sé, pero en estos momentos me estás recordando los estropicios o desastres de la colonización. Entiendo de dónde vienes y los paises Americanos en los que has vivido. Eso nos llevaría muchas cenas.

(D) Esta sabiduría ancestral es lo que se está recuperando en este tiempo. Se está guiando  a la mujer a aceptar su feminidad cíclica de una forma natural, plena, logrando el autoconocimiento, valorando y aprendiendo la verdad, la importancia y los dones de su periodo menstrual; del que tanto nos ha desconectado la sociedad y el patriarcado. Quedamos desplazadas en  la orilla, siendo  unas mujeres insatisfechas, intentando sobrevivir en un mundo lineal y desconectado de nuestra realidad.

La mujer ejecutiva y profesional, está regresando a sus hogares, pero empoderada y enriquecida, porque ya ve que su labor de mamá o de eje en el hogar no es visto como antiguamente se veía...”La mujer se queda en casa porque no sirve para nada mas, no es capaz de estudiar, no rinde en la sociedad”  Actualmente se dice, que “ya no hay hogares porque las mujeres salieron a trabajar y los descuidaron”.

(M) Perdona que te interrumpa: yo creo que son los mismos quienes dicen las dos cosas. Eso también es patriarcado.

(D) Te lo diré más claro: ¡Mujer,  eres importante en casa. Regresa a cuidar de ella y también valoramos tu trabajo (dentro y fuera), tu esfuerzo y nosotros los hombres estamos dispuestos a compartirlo con ustedes!  Es decir, la mujer ya es consciente. Se demostró a si misma y a la sociedad que  es capaz de desempeñar un papel activo en la sociedad y a su vez, reconoce el rol importante de su pareja.

(M) ¿Debo entender que consiste en valorarse el trabajo de ambos?, ¿Entendemos igualmente que es hacerlo mutuamente y en todos los ámbitos, sin renunciar a una autonomía económica, y a su vez nosotros compartir y abrazar nuestro sagrado femenino?¿Es eso? ¡Pues volvemos a estar de acuerdo!

(D) Hablar de esto nos llevaría profundizar en aguas que para revolverlas necesitaríamos tiempo.  Hay muchas mujeres, documentales y libros de los cuales nos podemos informar. Así podremos llegar a entender la importancia de sanar nuestro sagrado femenino. Eso sin contar que sirve para  aprender y recuperar parte de la historia que se ignoraba totalmente.  Luna roja de Miranda Gray, Wombblessing Miranda Gray, El millonésimo círculo de Jean Shinoda Bolen,  Mujeres que corren por lobos de Clarissa Pinkola.  Un documental muy interesante es La Luna en ti de Diana Fabianova…

(M) Te estoy escuchando embobado. Veo que tendrías mucho más que decir. Compartimos otra cosa más: sentimos mucha pasión por el trabajo. Hemos conseguido, dicho de otra forma, enamorarnos de lo que tenemos entre manos.

Me llama mucho la atención las pocas veces en las que se ve a una mujer ostentar la categoría de máxima autoridad. Ese es tu caso, algo que no ocurre en ninguna religión, secta, grupo o comunidad…

Eres  una Moon mother  avanzada, (Madre Moon), Sacerdotisa y Mentora. ¿Qué significa eso en tu vida?

Diana: Para mí ha sido un camino espiritual sagrado,  donde  he ofrecido mi devoción y sacralidad a la Diosa.  Me he comprometido a ser un canal para la Bendición y sanación del útero en las mujeres y dar el regalo de la Energía de la  madre, logrando de esta forma   despertar lo sagrado femenino en las consciencias de las mujeres y  hombres, y así restaurar las energías divinas femeninas de regreso al mundo.

Aceptar este camino me permite acompañar a las mujeres en el viaje de la vida y lograr la comunión con lo Divino femenino de nuestro sagrado complemento que son ustedes los hombres.

Manuel: Ya estamos acabando. Hablas de complementariedad y hablas de hombres. Te reconozco que me preocupa mucho la palabra complementariedad puesto que ha sido  trampa de muchas discriminaciones en la historia. Por eso la uso con mucho cuidado.

Me gusta ser inclusivo y permíteme que me salga del binomio rígido Hombre-Mujer. En el cuento de antes se dieron cuenta que tenían el abdomen de más colores que dos, eso ocurre donde hay una máxima libertad para expresar con naturalidad. Me estoy refiriendo a todas las identidades de género, a la orientación sexual, y la comunidad LGTBQ…

¿Qué opinión te merece todo esto?

(Diana) Manuel, Bendición y sanación del útero es una terapia energética, un proceso interno. No importa si las personas se sienten identificadas con su género como tal, o se debe de recibir tomando el rol en el que llegaste a este mundo. Si llegaste en cuerpo de hombre, pues recibirlo como hombre, de igual manera para la mujer. Así podrán equilibrarse y  asumir en la vida los desafíos a los cuales se tienen que enfrentar  por discriminaciones y tantas cosas que se ven en la sociedad.  De esta forma la Diosa Madre dará el regalo emocional y reparador que necesita cada persona para continuar su camino.

(M) Hablas también de los hombres.  ¿Los hombres qué podemos hacer?

(D) Los círculos de mujeres actualmente están invitando a los hombres a que se unan en círculos femeninos sagrados. ¿Qué quiero decir con esto? Pues  que actualmente hay muchos círculos de hombres que se están formando. Se reúnen  para apoyarse, dialogar, expresar sus sentimientos sin miedos, sin críticas  ni limitaciones. Son hombres dispuestos a sanar y aceptar la energía del sagrado femenino dentro de ellos, hombres corazonando. Conscientes de la importancia del sagrado femenino y con ganas de caminar hombro a hombro  y danzar oleadas de vida.

(Manuel): Parece que también me quiere sonar muy familiar. Es algo parecido a lo que hacemos en AHIGE (Asociación de Hombres por la Igualdad de Género) hace muchos años con los grupos de hombres. En ellos hablamos de lo importante: un crecimiento personal, empoderarnos en las tareas domésticas, y la paternidad activa y responsable, o los cuidados a personas mayores y dependiente.

ME HA QUEDADO MUY CLARO  LA CANTIDAD DE COINCIDENCIAS ENTRE TÚ Y YO. De eso se trata sumar, no restar, buscar y explorar espacios comunes, de abrir caminos nuevos y construir puentes a base de corazonadas esta vez. Lo otro ahora importa menos.

Me ha gustado mucho leer que estáis con un proyecto muy bonito en esta línea. El tema central es “DARLES EL REGALO A LOS HOMBRES”. Proponer toda esa sabiduría, como dices de brujas o mujeres sabias para los que quieran, se enteren o se dejen. (Me parece bien y normal tener experiencias mixtas cuando ya hay hombres preparados).

¡Vale, trato hecho! ¡Es como re-empezar de nuevo! ¡Borrón y cuenta nueva! Soltemos todo el lastre posible que no sirve para nada y aceptemos ese regalo de la “energía femenina”. Buena iniciativa. Mientras tanto, de una manera complementaria  seguiremos trabajando  también desde muchos otros sitios. Usando otro simil, en cada célula del cuerpo hay una zona donde la sangre venosa y la sangre arterial se mezclan o lo parece, son espacios de intimidad, yo no sé si sagrados. Pienso que es momento de atreverse a transitar dichos espacios con confianza y en libertad. 

Marte es el Dios de la guerra. En este caso he utilizado un título con humor jugando con cierto libro. Me gusta el humor. Soy un hombre que no quiero tener nada  que ver con esos marcianos de la violencia y la guerra.  Prefiero pisar en la tierra y desmarcarme de todas esas corazas con las que nos han intoxicado desde niños, la mitología patriarcal. En teoría pretenden proteger el cor (corazón) de la muerte, pero se equivocan. Las corazas esconden corazones muertos. Las peleas-discusiones o enfados son cortinas de humo de inseguridades. Yo personalmente prefiero también dirigir mis ojos hacia la luna, o directamente a Venus…

Muchas gracias, Diana. No sé si en sentido figurado pero te digo que… ¡eres un Ángel!

(D) Gracias a ti y aunque no quieras reconocerlo eres un “Guerrero”, un hombre sin miedos, ni temores, capaz de enfrentar la vida con subidas y bajadas y consciente de esperar a que cambie la luz para continuar con tu próxima señal.

(M) Ya. Entiendo. Gracias por el regalo que me has hecho al mirarme en tu espejo. Estoy aprendiendo a sacar lo mejor de mí a pesar de los miedos o gracias a ellos. A reconciliarme con mis sombras. A gestionar la vulnerabilidad, a esforzarme. Eso sí, la intuición me lleva a disfrutar de ese viaje con sus subidas y sus bajadas…

Hemos llegado al postre. Por cierto, ¿te gusta el dulce?

(D) ¿Algo  agridulce qué tal? 

(M) Ha habido suerte, hay macedonia de frutas con chocolate,  y me parece que las naranjas han salido un poco ácidas. ¿Algo más que decir?

(D)Sí, gracias por permitirme corazonar contigo. Déjame darte un abrazo, largo, profundo y sentido. Un abrazo de corazón a corazón.

Web de Diana Herrera.

(*) Blogar  dulce hogar.