¿QUIÉN SOY?




Este es el blog de MANUEL BUENDÍA BERCEDO. Pretendo mostrar una propuesta profesional y particular acerca de la Igualdad de Género y las Masculinidades. Veremos algunas respuestas a la pregunta anterior pero sobre todo, haremos muchas más preguntas para invitar o implicar a otros hombres en la Igualdad.



jueves, 13 de marzo de 2014

Manuel nos ha explicado en clase la ley de Igualdad. (Es ficción).


Amina se había apuntado a la asignatura optativa de Igualdad de oportunidades en 4º de la ESO, con 15 años. Entrada de Amina: papá qué es una huelga).(Personaje de ficción. Habían pasado seis años desde la escena de la otra entrada).

Le había comentado a su profesora que se apuntó a dicha asignatura porque se lo había recomendado su padre. Él tenía un  grupo de hombres con el que se reunía. Allí compartían sus experiencias, los momentos importantes de la vida.

Un amigo de su papá, que se llama Manuel, es profesional de las masculinidades. Un día les había oído hablar en casa de una tal Ley de Igualdad efectiva de mujeres y hombres, en España.  ¡Vaya nombrecito, casi nada! ley de Igualdad (22 de marzo del 2007).

Debe de ser muy importante porque hablaron de ella también en clase de “Igual de opor”. Así que se sintió muy orgullosa y propuso hacer un comentario. Relacionó los dos momentos y dijo:
-¿Podemos decirle a Manuel, el amigo de mi padre, que venga un día y nos explique de qué va?
-¡Qué bonita idea- pensó Manuel cuando se lo dijo Amina!- es una de esas oportunidades que no pueden desaprovecharse.

Así que aceptó naturalmente ir a clase a explicarles  una buena  herramienta más de ciudadanía.

Ese día les contó que para entenderlo bien había que remontarse unas cuántas  décadas en España, a principios del siglo XX, con dos mujeres excepcionales Teresa Claramunt y Clara Campoamor.

La biografía de Teresa  Claramunt es apasionante, les dijo. Tengo entendido que fue una mujer anarquista, sindicalista y revolucionaria que murió en la cárcel. Ella se dio cuenta de que los hombres asalariados de aquella época intentaban expulsar a las mujeres del trabajo fuera de las casas porque  las mujeres eran  una competencia. Dicho de una manera rápida. Desde la Revolución industrial  habían conseguido por fin las mujeres trabajar en las fábricas y ser rentables y muchos querían impedir eso con todas sus fuerzas.

-Quizá vosotras y vosotros no sabéis, pero las mujeres y los niños eran mano de obra muy barata en España por aquel entonces entonces.

-¿Los niños o las niñas trabajaban?- le dijo Fátima.

-Sí. Pensad que por aquel entonces no había educación universal. Solamente estudiaban una minoría. Algunos niños por su pequeño tamaño podían acceder a rincones muy pequeños de las minas, o algunas niñas, debido a sus manos diminutas, tenían la habilidad de liar cigarros con más destreza- le dijo Manuel al emocionarse por observar que empezaban a hacerle preguntas.

-Pues igual que ocurre hoy en algunos países, ¿no?- dijo otra niña – También ha venido un voluntario de A.I. y nos lo ha contado.

Había superado la prueba de fuego, y había  conseguido  despertar el interés.

Les explicó que en España, en 1931, tuvimos  una constitución que por primera vez contenía normas que protegían a las mujeres de muchos derechos políticos y derechos civiles.  En la teoría, en dicha constitución,  ya se decía que las mujeres tenían la misma capacidad jurídica  que los hombres, es decir, podían comprar, heredar, cobrar, pagar, consumir, … sin autorización de los padres o maridos.

Sacó la Constitución de 1931. Se dieron cuenta en seguida de que la portada tenía otra bandera. Y les leyó tres artículos:

Artículo 1º. España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de libertad y de justicia.

Artículo 2º.Todos los españoles son iguales ante la ley.

Artículo 43. La familia está bajo la salvaguardia especial del Estado. El matrimonio se funda en la Igualdad de derechos para ambos sexos y podrá disolverse por puro disenso o a petición de cualquiera de los cónyuges.

Manuel les siguió contando con mucha educación, cuidado y cariño por sus especiales oyentes, que después tuvimos en España una época muy  negra, a su parecer, y no quiso perder el tiempo  con eso.

En la democracia, cuando vuestras mamás y papás eran muy pequeños o jóvenes, volvimos a querer organizarnos con las reglas de un juego admitido por la sociedad en su conjunto , que son las leyes y la constitución actual. Manuel les explicó que tenía su edad en esa época y la recuerda con mucha ilusión y ganas de recibir el futuro con aires nuevos.

Hoy tenemos una Ley de Igualdad que es muy importante y se hace poco caso. Como es muy importante la llamamos LEY ORGÁNICA.

-Imaginaos un órgano necesario para la vida como es el cerebro o el corazón- les dijo.

La ley tiene una primera parte muy bonita y necesaria, como todas las leyes. Es una explicación de los motivos y las buenas intenciones. El porqué de esta ley y hacia quiénes va dirigido. Lo relaciona con la Constitución actual que es el conjunto de reglas generales. En la ley explica que eso, no solo lo queremos aquí, sino que queremos que sea en Europa y en todo el mundo. Es muy fácil así que nuestra ley de Igualdad se relacione con las de los demás países.




El título tiene la palabra efectiva.

-¿Sabéis lo que quiere decir?- se atrevió a preguntar.

-¡Prometer algo y que luego no se cumpla no sirve para nada!- dijo todo convencido un niño que se llamaba Jorge. (Está visto que lo tenía muy claro. Mucho más de lo que parece que  lo tenemos las personas adultas muchas veces).

Empezamos bien al dejar claros los principios. Les advirtió algo más importante.  -Decimos querer el reconocimiento de la Igualdad de hombres y mujeres en todos los ámbitos, e igualdad de oportunidades, pero hay algo más. La novedad de esta ley es que aspira a la prevención de las conductas discriminatorias. Para ello propone la necesidad de políticas activas. Y darle mucha importancia social a las personas que trabajan en la prevención.

-¿Sabéis que son políticas activas?

-Para cumplir algo, hay que hacer cosas que realmente sirvan- dijo otra niña que escuchaba muy atenta al fondo de la clase.

-(Da gusto preguntar. Está visto que lo tienen muy claro)- se dijo para sus adentros.

Les explicó que les nombraría  las  partes de la ley para saber todas las cosas de las que habla. Les dijo que las personas técnicas de la Igualdad utilizan la transversalidad de la perspectiva de género. No quiso preguntarles esta vez para no arriesgarse más.

Tenemos distintos sexos y no queremos usar eso como excusa. Por eso miramos con atención a todos los campos de la vida para ver dónde hacemos trampa. Porque no existe nada ajeno al género , y las desigualdades  son las reglas tramposas que nos inventamos con la excusa de tener sexos diferentes. 

Por eso en muchos puntos de la ley se repite y recuerda  el compromiso de ponerse de acuerdo todas las partes del Estado. Se dice que hay una imposición de colaboración interadministrativa.

-Escrito así parece una palabrota. Y está chupao, es fácil si te fijas, puesto que la propia ley  va haciendo un repaso de todos esos campos, uno a uno- les fue diciendo Manuel.

En ese momento captó la expresión en la cara de dos jóvenes que le miraban raro como con burla. Seguramente estaba pareciéndoles que les trataba como si fueran de infantil. Lo entendían perfectamente y no había que dárselo masticado como a pequeños. Es complejo en cada momento escoger las palabras y el método adecuado. Difícil profesión la de enseñar.

La transición entre una dictadura y una democracia es un momento apasionante pero de mucho trabajo que hay que realizar. Les nombró el primer Parlamento y la importancia de las primeras mujeres constituyentes. De los Pactos de la Moncloa, o de la Constitución.




En su artículo 14 de la constitución  dice que no se puede  discriminar por ningún motivo, por tanto ese artículo ya sería suficiente para buscar la igualdad pero con la ley de Igualdad lo deja mucho más fácil y no tenemos ninguna excusa. Por eso el consenso y la lealtad constitucional son los mimbres para tejer una sociedad igualitaria también en las cosas cotidianas como la corresponsabilidad y los cuidados.

"Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social"

Con el título I se aprenden muchas cosas. Por ejemplo se explica qué es la discriminación y advierte que no siempre es directa, a veces cuesta verla y la llama indirecta. Habla de la maternidad y las protecciones. Luego no caben represalias cuando alguien hace algo bien, o exige que se cumplan las normas, puesto que la ley lo ampara. Lo mismo que cualquier joven cuando va a la jefatura de estudios a resolver un conflicto o una duda. (…)

Ese título habla de los acosos o malos tratos, pide  que todo sea proporcionado y corresponsable. Dice cómo se tomarán las pruebas o qué tipo de acciones positivas se harán para corregir, reparar o compensar lo que esté mal.

El título II habla de esas Políticas públicas que decíamos antes. Deberíamos fiarnos del Estado, que es  empleador o ente que influye en la contratación, y el que imparte justicia o equilibra cuando hay conflictos.


Que la información que se maneja sea de fiar, por tanto las estadísticas y estudios tienen que ser buenos. Para arreglar las desigualdades tenemos que tener cuidado en no ponerlo peor. Hay que cuidar para que no  ocurran dobles o triples discriminaciones o una victimización secundaria. Así tendrá que haber Igualdad en la educación en todos los niveles hasta el  superior o la universidad, por ejemplo.
La administración también administra en la salud, los deportes, el desarrollo rural, políticas urbanas, en vivienda, en los dineros o las subvenciones…

El titulo III habla de los  medios de comunicación. Ese es un poder muy  importante también. No olvidemos la publicidad que va incluida en ella.

El título IV se refiere a la Igualdad en el empleo. Vigila el tipo de empleo de las mujeres, si tienen las mismas posibilidades de conseguirlo y los tipos de empleo.
Habla de la formación, de la conciliación de la vida laboral y familiar y todo lo que eso significa. De los Planes de Igualdad de las empresas que son muchas más cosas en detalle y personalizado a  cada empleo. De los permisos, las vacaciones, de miles de cosas, de la salud laboral,  de la economía, de la política y el Parlamento, es decir de todo.

Cuando Manuel ya se había quedado a gusto porque había conseguido llamar su atención y generado un rico debate, él les estuvo escuchando y contemplando con mucha satisfacción. Había conseguido su objetivo. Dejó que todo fluyera. Tenía delante a las ciudadanas y ciudadanos del futuro. Seguramente ellas y ellos serán quienes consigan que todo esto no se quede en bonitas palabras, papeles estupendos, o una mera exposición de intenciones.

Por tanto, no dijo nada de los títulos siguientes como el que habla de empleo público, uso de bienes y servicios, responsabilidad social de la empresa, y mucho menos, de las llamadas disposiciones organizativas o disposiciones adicionales.
No lo quería estropear al final.

Para terminar cuando se acabó el tiempo, Manuel les contó un símil que gustó mucho.

Les pidió a los chicos por favor que  escucharan con mucha atención. Eran solo el 25% del total de la clase, dicho sea de paso.

A ellos les habló de hombre a hombre. Ellas también podían escuchar, naturalmente. Sabemos que lo iban a hacer de cualquier forma, aunque no se les pidiera. Muchas veces creo que disimulan aunque no estoy seguro, pero lo parece.

Les pidió que cerraran los ojos y se imaginaran el siguiente relato. Tenían que visualizarse viniendo al instituto con la mochila llena de piedras. En realidad ocurre algo parecido que les estropea la espalda  puesto que los libros son muy pesados y parecen  piedras. No es el mismo esfuerzo para María de 1º de secundaria que pesa 40 kg, que para Jaime de 4º que pesa 60, y los pesos de los libros junto a los cuadernos para cada asignatura son parecidos.
En este caso es más grave. Les preguntó qué pasaría si ellas tuvieran que ir con la mochila cargada de libros muy pesados e hicieran una carrera con niños que llevan la mochila vacía. Es una competición desigual. No sabemos por qué algunas niñas no llevan peso, y algunos niños, quizá los más flojos, tienen su mochila muy pesada con colores llamativos.
Quienes van ligeros es porque  tienen derecho a taquilla.

-¿Sería justo si las buenas notas se pusieran a quienes llegaran primero en la carrera?- les preguntó.

En ese momento leyó en sus caras que algunos de ellos se habían percatado de la situación en ese momento por primera vez. Está claro que no es justo. Habría que igualar las piedras a todo el mundo. Compensar hasta lograr una Igualdad de oportunidades. O ponerle a cada cual un peso diferente según otros criterios consensuados. Es evidente que hay que hacer algo, no está bien como lo tenemos ahora.

En esos momentos me volví a acordar de cuándo yo tenía su edad. No tengo clara la razón pero me vino a la mente el recuerdo de Pippi.

¡ A que está guapa!
 
En ese momento Rebeca levantó la mano con cara de haberlo entendido y muchas ganas de decirnos algo:

-La presidenta del AMPA nos ha dicho que a partir del mes que viene va a haber taquilla para todo el mundo. En el pasillo de la planta superior hay sitio para las taquillas. No se ha conseguido antes porque no había sitio. Allí podremos dejar los libros que no necesitemos para hacer los deberes en casa, tanto las chicas como los chicos por igual.

Eso supondrá nuevas normas y consensos. Quizá una disciplina diferente para quien se olvide los deberes porque se dejó un cuaderno necesario en la taquilla.

Seguramente hará falta solicitar a la consejería un ascensor tanto para  Andrés de 2º de la ESO que va en silla de ruedas, como para Carmina que aunque juega muy bien al fútbol se ha roto la pierna y la lleva escayolada.

Entre las frases poderosas del 15 M sonó dulcemente en mis oidos:

" parece que vamos despacio porque vamos muy lejos"

Estoy convencido de que nos acercamos a un nuevo pacto fundacional, y esta vez por fin global y paritario. Habrá quienes se dedicarán a que el discurso de la Igualdad se siga incorporando formalmente, teóricamente, legalmente, cada vez a más personas, y cada vez a más derechos. Eso es necesario aunque no suficiente. Espero no vivir de nuevo épocas negras.



Y seremos otros quienes intentemos que se interiorice, y nos encarguemos de eso. Que el discurso cale por dentro. Para que aquellos hombres que vayan incorporando el discurso teórico, den un paso más hacia lo emocional y terminen incorporándolo a su coherencia de vida cotidiana. Y yo con ellos por mi propio bien.

Unas personas buscan un mundo mejor y otras no se conforman con eso, e intentan crearlo. Quienes se conforman con buscarlo pasivamente es como si se limitaran a subirse al carro, mientras otras personas empujan el mismo incluyendo su peso. ¡No importa! Démosles tiempo. Sigamos convenciendo. Cuando llegue su momento, si lo hacemos bien y tenemos la paciencia suficiente, se bajarán y ayudarán a empujar. Contábamos con ellos y ellas. Peor hubiera sido que por protestar se hubieran perdido.







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