¿QUIÉN SOY?




Este es el blog de MANUEL BUENDÍA BERCEDO. Pretendo mostrar una propuesta profesional y particular acerca de la Igualdad de Género y las Masculinidades. Veremos algunas respuestas a la pregunta anterior pero sobre todo, haremos muchas más preguntas para invitar o implicar a otros hombres en la Igualdad.



miércoles, 11 de junio de 2014

¿Tienes pensado qué harías si presencias algo así?



La pregunta del título no se refiere al caso de la mujer en primera persona. Presenciar algo así siendo la víctima es lo principal, la protagonista. Y la solución la tiene que vivir la víctima en primera persona. Tampoco me refiero ahora a si eres mujer y la víctima es otra. Me refiero a los observadores hombres. Me dirijo a los hombres que miramos para otro lado. Vosotras podéis seguir leyendo como siempre. 

Representación de ficción de malos tratos en público.

Empiezo por el principio. Es muy importante. Son los artículos primeros de dos leyes íntimamente relacionadas y centrales a nuestro sistema jurídico en temas de género. Por un lado la ley de igualdad recopila lo principal de las reglas del juego. Eso es lo prioritario que no hay que olvidar nunca. (Invito a leer sobre ella más en detalle: Manuel nos ha explicado la ley de Igualdad en clase.) Y por el otro lado la ley de violencia, para todos esos millones de casos  teniendo en cuenta el mundo en su conjunto, donde no lo hacemos bien y se dan casos de violencia.

1-Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.

Lo importante es que sea efectiva, no de "boquilla". El preámbulo no es un adorno. ¿Lo sabemos o lo creemos?
En su artículo primero, dentro del objeto y ámbito de la ley, que es esa parte bonita pero necesaria que tienen todas las leyes, dice:

"Las mujeres y los hombres son iguales en dignidad humana e iguales en derechos y deberes. Esta ley tiene por objeto hacer efectivo el derecho de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres, en particular mediante la eliminación de la discriminación de la mujer, sea cual fuere su circunstancia o condición, en cualesquiera de los ámbitos de la vida y, singularmente, en las esferas políticas, civil, laboral, económica, social y cultural para, alcanzar una sociedad más democrática, más justa y más solidaria".

A mi me gusta mucho, y creo que es sencillo de entender para cualquier hombre. Si estuviéramos en la selva o en una guerra, sería más dificil intentar aplicarlo, pero en un lugar donde hay garantías jurídicas no parece descabellado tenerlo en cuenta en el día a dia o intentar exigirnoslo. ¿No os parece chavalotes? La fuerza queda para las personas profesionales en las que delegamos ese poder. El uso legal de la fuerza es para el bien colectivo, y lo decidimos todos y todas. No es sarcasmo, lo prometo. ¿Estamos de acuerdo, si o no? Yo si. Nos tenemos que preguntar si es la fuerza de cada persona el criterio que actúa objetivamente en los momentos cotidianos. Ahora viene un sarcasmo: aquel hombre que sea muy fuerte o habilidoso en el pelear, y quiera sublimar ese talento y ponerlo al servicio del bien común puede formarse en el ejército, o en la policía y desarrollar un servicio legal y noble. He cambiado de idea, no es sarcasmo, yo le voy a animar y defender.

2-Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.

En su primer punto...

"La presente Ley tiene por objeto actuar contra la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia".

¿Se entiende? Es fácil , ¿verdad? ¡Ey amigo!, ¿habías leido alguna vez estas leyes? Las reglas del juego de todos los hombres y todas las mujeres son lo que se dice ahí. Para los casos en los que se da esta violencia, tenemos la intención de resolverlo. Cuando no hay violencia, o para otro tipo de violencias o circunstancias habrá otras leyes u otros procederes. Para estos casos concretos que vemos que se dan en muchísimas ocasiones tenemos esta ley. Como reconocemos que hay mujeres que pasan por este trance vivimos en una sociedad que se compromete publicamente a no mirar para otro lado ¿Si? Las seis líneas de la ley las he leido diez veces con distintas posturas, haciendome pasar por tipos distintos, en horas del día diferentes y no tengo queja, no le veo nada raro, me parece bien que haya una ley que atienda estas situaciones. (Si te ha surgido alguna queja o resistencia, o te has puesto nervioso, por favor piensa por qué y qué palabra es la que no te gusta. Me escribes y me la dices). 

Ahora volvemos a mirar el video. Son cinco minutos. Y voy a hacer unas reflexiones en alto teniendo en cuenta que este blog es de masculinidades feministas. Por tanto tenemos muy presente el concepto de patriarcado, y de cómo estamos socializados los hombres en la construcción de un tipo de hombre hegemónico ¿si? (Esto lo he leido cinco veces, y lo puedo explicar de mil maneras).

La escena discurre en un bar. El espacio público es en principio más hostil que el interior de una casa y es del dominio de los hombres más fuertes. En este caso es un bar con hombres. Quiero creer que el objetivo del experimento es analizar la conducta de otros hombres cuando hay violencia de género. Mi análisis o pensamiento en alto va en esa dirección, es parecido. Me gustaría saber cómo se comportarían otras mujeres que estuvieran en ese bar pero insisto que no es el caso. ¡Porque no me quiero imaginar que no se lo han planteado porque las mujeres son solo objetos o elementos pasivos, y no han pensado en ellas! ¿Verdad? Los análisis de muchos machos a veces tienen algunos olvidos como ese. Para quien le pase eso le invito a leer nuestras dos leyes, para recordarlo y tenerlo presente al ver el video. 

La actriz presenta moratones en la cara por lo cual es evidente en todos los lugares del mundo que eso es debido a las lesiones de violencia que ha ejercido el actor que entra en escena, su supuesto marido o novio. Los observadores no saben que es simulacro y que hay cámara oculta.

Me voy a ceñir al video. Deja claro el video que el maltratador sabe lo que hace, y aunque se ve seguro porque la calle es suya, tiene que disimular esas marcas de la cara y cuello con el pelo de ella, o pactar en alto que han sido accidentes. Es tal cual y lo representan como es en la realidad. Son los efectos colaterales "inevitables" de imponer su criterio, puede pensar un maltratador. Mientras se puede someter a la mujer limpiamente es preferible. La violencia física es una garantía y refuerzo de la violencia simbólica posterior. Queda sutilmente claro que "no es un farol y ya sabes a qué atenerte".

"Si la próxima vez la casa esta limpia, eso no va a pasar". (Frase dicha en alto por el hombre en el video).

La frase es para "tontos". Las amenazas y los motivos que escucho actualmente son más sutiles. En este caso, es algo clásico para que los que escuchan se enteren bien, aunque no sepan nada de feminismo. (Todo entre comillas. Invito a todas las personas que lean esta entrada que si no entienden los matices, me escriban y se lo explico mejor). Que un marido argumente que pega a su esposa porque no limpia bien la casa es ya fácil de contra-argumentar y diagnosticar. (En España hace 35 años podría ser muy común, ahora creo que no). Es tan fácil que hasta los más brutos se ponen en teoría en contra muy fácilmente. Luego en la práctica te sigues llevando muchas sorpresas si profundizas mucho puesto que está incrustado muy adentro y desde lo más hondo. Y a muchos les tiras de la lengua y sale ese barniz superficial de "lo politicamente correcto" y aflora machismo muy antiguo. No nos libramos nadie del todo. Las leyes, ¿os acordáis?

Lo más habitual actualmente son amenazas mucho más sutiles, sibilinas, y dificiles de detectar. He presenciado situaciones parecidas donde la victima NO es tan fácilmente defendible, al menos en teoría. "Si no chatearas tanto en facebook con desconocidos no pasaría" o "¿A dónde vas tan guapa cuando sales con las amigas?, ¡conmigo no te esmeras tanto! Y en la consiguiente discusión aparece el golpe ¿Si?

Pensemos en estos dos casos del facebook o las amigas. Son dos casos con unos malos tratos facil de diagnosticar. Imaginad que  lo primero que ocurriera fuese que alguien se dirige a ella y le pregunta si es verdad que no se pone guapa para él, o cuánto tiempo se lo pasa conectada, como si el conocimiento de ese dato importara y sirviera para justificar un maltrato... ¿verdad que no es justo? Pues hay situaciones parecidas que se dan con frecuencia.


Sin embargo, sería impensable aquí en el video que uno de los usuarios del bar le preguntara a ella si no cumple con sus obligaciones como una buena mujer decente o correcta ama de casa. ¡Vamos, que en realidad es más complejo todo! Por otra parte, hay una alusión al control del dinero en el video. Los malos tratos económicos también tienen grados muy sutiles. Intervenir en este caso de violencia de género  no es lo mismo que hacerlo en un caso concreto de un accidente de carretera, o el robo de una tienda ¿Estáis de acuerdo?

Todo lo que ocurra en mi presencia YA formo parte de ella. No puedo no actuar. Si no hago nada estoy haciendo. Y tengo que tomar partido y expresar en qué tipo de sociedad quiero vivir. Y qué cosas no consiento que ocurran en mi presencia. (El problema es cómo intervenir, saber hacerlo. Desde luego que mirar para otro lado es una pésima solución). El primer hombre reconoce que se puso nervioso.

No quiero pensar en las situaciones donde piensen realmente que no les incumbe, o que le parece bien que la corrija. No me planteo una situación donde otros hombres se unan al maltratador.

Ese primer hombre reconoce que no le gustaba verlo, pero mira para otro lado como algunos de los otros. Creen que no deben intervenir. En realidad es un asunto de pareja, piensan, es privado. Pues sin embargo me gusta recordar que "LO PERSONAL ES POLÍTICO". Y lo que ocurre en cada casa o en cada plaza no es privado sino que es asunto de toda la sociedad. Además recordamos que el juego es desigual, se juega con la ventaja del poder,de la fuerza...  

¡¡ Siete minutos disimulando !! ( Si está claro que los mejores actores son los aficionados).

El segundo hombre contacta con la victima con la mirada. Eso es clave. La mayoría de los participantes no conectan con la autentica protagonista. Despersonalizar los dolores de las víctimas hace que sea más fácil no implicarse. Le pregunta a ella si está bien. Buen detalle porque se preocupa, en realidad es una frase hecha naturalmente, ya que es evidente que no lo está, pero al menos se dirige a ella. Le responde a las preguntas sobre el autobús, e incluso se ofrece a llevarla. Se preocupa, mantiene la comunicación y está abierto a una petición de ayuda. No intervino antes pero finalmente se ocupa. 

En la entrevista posterior reconoce que pensó salir de la escena, ir a su auto y llamar a la policía. (¿No era esa una de las soluciones más correctas? Es la policía la encargada de usar la fuerza si es preciso ,recordemos. ¿Pero por qué no lo hizo? ¿No tenemos buena imagen de la labor social de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado? Insisto que no es sarcasmo.




Hizo otra cosa bien hecha y es que confesó que tuvo miedo. Fue sincero. Reconoció como excusa que el maltratador podía tener una pistola. Se podía haber hecho el machito o haber disimulado pero reconoció el MIEDO.

¿Analizamos todas las consecuencias de vivir en paises donde un porcentaje alto de personas van armadas? ¿Nos damos cuenta quee eso no es inocente y trastoca todo?¿Pensamos en la violencia simbólica que ejerce el orden establecido? ¿Vemos la relación entre el patriarcado y el negocio de las armas? ¿Reflexionamos los paises acerca de la posesión de armas? ¿Quién se beneficia de todo esto? ¿Desagregamos por sexos los socios de la "sociedad del rifle" en los EEUU? Ese hombre es víctima de su miedo, pero tenía auto, tenía móvil, tenía policia...¿Por qué no lo hizo? ¿Con qué tipo de armas y cuántas queremos convivir?


En la segunda parte se ve a tres hombres en una mesa con el dilema de la inmovilidad. Unos por otros no intervienen ninguno. (Ocurre en todos los casos de "omisión de auxilio", en accidentes u otros casos, donde se tarda en intervenir. Insisto que en este caso se añaden más cosas. En la escena había otro hombre joven, nervioso, tal vez también tenía miedo o no supo reaccionar.

" Ey amigo, no se trata a las mujeres así" (frase dicha por un cliente del bar).

En casos de emergencia vale todo. Y cada cual ante el estrés reacciona negociando consigo mismo como puede ante un riesgo de pelea, vale. El tema de la violencia entre hombres es fundamental aquí, y tratado a menudo en este blog.

En este caso me ha sonado a dos machos que saben muy bien que para otras miles de cosas son amigos. Es un pacto de caballeros o machos alfa según la educación o nivel de cultura. Saben que son dos interlocutores validados y únicos. Dos machos alfa que se comunican con la mirada o dos caballeros medievales que se recuerdan que a las damiselas débiles no se las pega. A ella no se dirije en ningún momento.
Podía haberle dicho para dejarlo más claro: ¿Tan flojo eres que no sabes que a las mujeres no se las trata así? ¿Por qué no buscas un hombre de verdad de tu tamaño? Las mujeres son delicadas. El maltratador para justificarse le dice : ¡tu sabes cómo son las mujeres! Podía haber habido un compadreo mucho mayor.

Me valdría si fuera una estrategia de emergencia para enfriar el peligro y distraer al maltratador, pero...lo digo para la reflexión.

Es un negociador marcando las normas: "eso no está bien".

Yo afirmo: ¡Claro que no está bien! Ha intentado empatizar, resolver, aclarar que eso no se hace. No se puso de pie por lo cual quiso mantener la normalidad. Pero no se fijó en la víctima quiero insistir en eso todo el rato.

La víctima es el sujeto protagonista de toda la escena, y sin embargo tenemos interiorizado una instrumentalización de la mujer y las reglas del juego explícitas o inconscientes son patriarcales, son la ley de la FUERZA, no las dos leyes de arriba. Seguimos siendo guerreros galantes medievales que para reforzar nuestra masculinidad necesitamos una dosis de princesas que rescatar cada cierto tiempo, o débiles-debilitadas mujeres que proteger, etc

Os lo dice un hombre flojo. Lo he contado más veces, cuando era niño y jugábamos entre chicos a "el rey Arturo y los caballeros  de la mesa redonda", yo sin embargo me identificaba con Merlín. He huido siempre de las peleas. Me llegué a creer de verdad que era algo negativo eso. Que no saber guerrear es un déficit o una merma. Y en realidad siempre he tenido poca fuerza, ignoro qué hubiera pasado si en los ritos de iniciación o demostración de fuerza hubiera sido de los vencedores...

Hablar o correr. El caso es que quizá en esta situación me hubiera pedido el cuerpo, o mi propio miedo salir a la calle para llamar a la policía, a escondidas. El niño Merlín saldría corriendo a chivarse a los profesores o profesoras, a la autoridad, para que pusieran fin a la escena. Eso hacían los niños cobardes o los poco hombres en el ambiente en el que me he socializado.

El video es ficción, pero creo que es imposible por una razón. Ese bar tiene un dueño o dueña que son los responsables de que no haya violencia en el interior. Son la autoridad responsable ahí. Y no interviene ese agente o actor en ningún momento.

Quizá me hubiera pedido el cuerpo también meterme en la conversación, hablar con ella, animar a que todo el bar participara para templar el caso en grupo, o se me hubiera ocurrido alguna frikada como subirme a una silla y cantar ópera, quién sabe. (Creedme, ¡si yo os contara las cosas que me pide el cuerpo en casos de emergencia!)  Seguro que también habría pasado miedo. Confieso que he pasado mucho miedo en mi vida por la violencia ejercida por otros hombres. En numerosas ocasiones he tenido muy claro cuales SON LAS AUTÉNTICAS REGLAS QUE FUNCIONAN: la fuerza y su abuso.

Probablemente el hombre que le dice que pegar a una mujer no se hace y no se levanta sabe muy bien sus posibilidades. Ha hecho un cálculo de la embergadura, de la fuerza y en una pelea directa tendría las de perder, por lo cual no arriesga más. Intenta solucionar o enfriar, pero acepta las reglas del juego: entre machos , hoy esto ya no se hace. ¿No ves que lo dice las leyes éticas? Pero la fuerza es la fuerza.

Interviene a continuación el hombre grande de camisa roja: en actitud de pelea y defensa, de pie. Él conoce muy bien su fuerza, y está acostumbrado a ganar en ese terreno. Entra metiéndole miedo.
¿Tienes algún problema? ¡Vamos fuera a tener una vigorosa conversación!

Le pregunta a la mujer: ¿estás bien? El único momento que se dirije a ella. Así le asegura a ella que está salvada. Es clara la intención. "Tú no hagas nada, déjamelo a mi que yo tengo la situación controlada, no vaya a ser que se descontrole una vez que sepas que ya tienes protector".
¿Quiere ponerme el ojo negro a mi? (le dice al maltratador. Así con un duelo formal deja marcado el método. La fuerza y la pelea). No me queda claro si el hombre de la camisa roja hubiera preferido que el maltratador hubiese aceptado el duelo. De hecho, cuando entran los cámaras a desvelar la cámara oculta, muestra una sonrisa que claramente deja ver que se ve como un héroe. Conocía el programa y al periodista. La ficción de la tv es muy pedagógica y educativa en todos los sentidos. Es muy probable que tengamos patrones preparados inconscientes por si algún día salimos en la tele.

Ante la pregunta del periodista: ¿Conocía a esa mujer?, responde...

¡No , no necesito! 

¡Será capullo! Al menos lo reconoce, es sincero. Sé perfectamente que lo que quiso decir es que no necesita conocer a alguien, que sea su amigo o amiga para involucrarse, y que lo haría por cualquier persona. Lo sé, pero... Reconoce que la mujer es lo de menos. Podía haberlo dicho de otras maneras. No necesita conocerla, le trae sin cuidado. Lo importante es la oportunidad de demostrar que es un machote héroe, y que ahora se hará famoso, y saldrá en la tele. Lo justifica afirmando que su buena educación le viene de un hogar donde se enseña cómo tratar a las mujeres. Al menos dice que al ver el ojo negro sintió que tenía que intervenir. Esa emoción es válida. Si estoy siendo demasiado injusto con él, al menos dejo por escrita la reflexión para el debate. Este video puede ayudar para un taller, o para trabajar con gente joven, etc

En la tercera toma, interviene un hombre con camisa blanca. Aprovechando que el maltratador de ficción sale de escena, va donde ella, le pregunta si está bien, y al decirle ella que no pasa nada, se sienta de nuevo. En ese instante ya está implicado, ya conectaron emocionalmente, ya hay empatía activada.

Cuando vuelve el violento, interviene el de la camisa blanca junto a otro. Pero reacciona como el anterior. Propuesta de pegarse en la calle, ¡antes de que te estampane la cabeza en el suelo! ,llega a decirle. No entiendo por qué es necesario una amenaza más fuerte para disuadir.


¡Han necesitado estar cinco hombres de pie para que uno de ellos llame al 991 de emergencias! 

La policía está sobre aviso (era ficción). Pero, con el teléfono en una mano y un dedo índice en la otra mano le dice a la mujer lo que tiene que hacer, dos veces... ¡tú no te vas, no te vas! 

¿Qué? ¡Puede hacer lo que le de la gana! Esta mujer está bastante harta seguramente de que todo el mundo le diga lo que tiene que hacer, sobre todo los hombres. Esta no, claro, porque es actriz pero  millones de mujeres que están en esa situación saben muy bien lo que estoy diciendo.

¡El hombre tiene mucha fuerza! ¡Mira ese ojo! ¡Qué fuerte! (Esto sobraba, es muy bobo. Son adornos del espectáculo. Para completar el análisis faltaba que los machos observadores valoraran y admiraran la fuerza y sus efectos del macho alfa de la manada. Desgraciadamente es muy importante. No miramos para otro lado simplemente, sino que en realidad admiramos de mil maneras al maltratador. Aceptamos que nos llame la atención y valoramos que la fuerza y el poder son envidiables. (Cualquiera sabe que la fuerza necesaria para producir un hematoma ocular es muy poca. El comentario es muy bobo insisto). 

¡Te podemos ayudar si lo quieres! ¡Eso no es amor, es manipulación y poder! ¡Es abuso! Esa es la parte de la moraleja del programa televisivo. Bien, me parece bien. El programa de tv, ¿tú qué harías? puede valer para los debates y para ayudar a la reflexión. (Quizá haya habido aplausos y no los hemos visto).

Hay que preocuparse por una victima y no renunciar a la responsabilidad ciudadana. (Otra de las conclusiones que dan, me parece también bien). 
El hombre del telefono explicó una historia personal. Su abuelastro asesinó a su abuela. Tenía un punto de conexión empático autobiográfico. Esperemos que no necesitemos llegar a eso para tener una respuesta pensada y sentida al respecto y actuar bien. Explicitó todos los intentos que probaron para que su abuela abandonara a su maltratador. ¡Ella no quería irse, y es por eso que hoy...! ¡En recuerdo de su abuela haría lo que fuera para prevenir esta violencia! Al explicar algo lógico parece que justifique por qué actuó bien, como si reconociera que lo natural es no reaccionar, para que lo entendiera todo el mundo. Parece que queda claro que lo normalizado es mirar para otro lado. Y otra cosa, resaltar que la abuela no quería irse me suena a culpabilizar a la víctima de que pasan las cosas que pasan porque no se quieren ir de sus maltratadores. Mucha gente no entiende esto. Mucha gente dice no entenderlo como si lo identificara con poner la mano en el fuego y no quitarla. ¡Se está quemando, por qué no quita la mano de la lumbre! El tema de la dependencia emocional por supuesto que lo complica todo, pero precisamente es una de las partes importantes de este tema, algo que lo hace diferente, que es necesario conocer y comprender. Es una de las razones por las cuales hay un departamento aparte de violencia de género en los juzgados. 





¡Estos detalles sutiles que he resaltado hoy y observamos todos y todas constantemente son esos elementos invisibles o inconscientes que usa el orden social para perpetuarse haciendo pedagogía de la violencia y que parece que cuesta mucho ver y erradicar!

El maltratador es un hombre como cualquiera de nosotros, no es un virus o un extraterrestre que nos encontramos en cualquier bar. Es un hombre que ha incorporado la escalada de la violencia como forma de solucionar sus conflictos. Y en mayor o menor grado está en cada uno de nosotros. Es la ley de la fuerza amparada por un sistema de opresión que llamamos patriarcado, pero que si el término te produce resistencias, te comento  una anécdota de un joven que escuché y repito con frecuencia, que tiene que ver con el espejismo de la Igualdad de la que habla nuestra maestra Amelia Valcárcel:

¿No somos ya iguales? Pues ¡yo a mis colegas los trato a hostias!




















6 comentarios:

  1. Luis Enrique Antolín14 de junio de 2014, 8:24

    Analizar la situación(ficticia)que en el video se plantea.La mujer presenta moratones,al llegar el hombre resulta evidente la causa.La llegada del hombre no parece imprevista,se entiende que la mujer tiene una cita con él.Por parte del hombre hay un trato violento y agresivo,pero verbal y no físicamente,se supone que la agresión física ha tenido lugar en el ámbito doméstico,privado y no público.

    Pregunta inevitable es por qué la mujer está allí esperando a su agresor,inevitablemente ello conlleva la apreciación de todo como un asunto privado,en el que en principionuno no tiene derecho a intervenir,teniendo en cuenta que en ese determinado momento la agresión NO es física.Si lo fuera,mi reacción sería la de llamar a la policía,no soy Superman como para enfrentarme a bestias desatadas.

    Por otra parte,y guste o no admitirlo,conozco situaciones semejantes en que la propia mujer ha considerado invadida su intimidad,la intimidad de su relación personal,y ha reaccionado contra el "intruso".

    En fin,que al igual que se hace notar la reacci´pon en plan "gallo"de algunos defensores,hay que analizar todos los factores de la ficticia situación planteada,y uno muy,muy importante es el de por qué la víctima tiene cita concertada con su agresor y por qué admite con toda naturalidad que se siente en su mesa.

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    1. Posiblemente sin saberlo Luis, has mencionado algo esencial. Has dado en la clave. Has expresado muy bien las dos o tres cuestiones que la población general , y en particular los hombres no comprenden de la violencia de género. Es algo necesario entender para poder comprender el fenómeno. Y es precisamente lo que he intentado mostrar que lo hace diferente. No es ayudar a alguien que ha tenido un accidente de tráfico. No es ayudar a alguien atacado por un alienígena, no es ayudar a alguien atacado por un dragón de siete cabezas, sino eso de lo que estamos explicando todo el rato : un sistema patriarcal machista, una dependencia emocional de la victima, una socialización protectora de los hombres hacia las "débiles mujeres" puesto que no nos terminamos de creer la Igualdad o la equivalencia.... En el momento que te vas respondiendo a esas prguntas que te haces, la comprensión del fenomeno aumenta mucho. Gracias Luis.

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    2. Luis Enrique Antolín17 de junio de 2014, 3:51

      Manuel,en efecto es muy clarificadora la precisión e incidencia que haces en resaltar cómo no estamos ante una situación meramente particular sino ante un hecho que,más allá de lo particular,remite a una cuestión de estructura social y mental que se remonta a muchos,muchos siglos ha,el papel y la consideración de la mujer en la propia sociedad humana.
      Se da también,con todo,que el video lo que al fin y al cabo nos pone es ante un hecho y situación concretos,el de espectadores en una cafetería del encuentro de una pareja,violento verbalmente por parte del hombre,de quién nos damos cuenta ha golpeado recientemente a la mujer.Y el video formula una pregunta,la de qué harías tú,un tú hombre,ninguna otra mujer hay allí en el entorno(mira,se me acaba de ocurrir que tendría interés el escenificarlo desde el qué harías tú,mujer)..
      ¿Qué haría yo,hombre?.Me conozco y sé que a veces no me puedo contener,incluso insensatamente,frente a una situación de violencia ejercida sobre otra persona,hombre o mujer.Sé también,y no hay que echarlo en saco roto,que instintivamente a todos nos molesta el que un tercero irrumpa en nuestra privacidad o intimidad,en este caso por supuesto al bestia del hombre pero quizá,y tampoco hay que echarlo en saco roto,igualmente a la mujer víctima que,en suma,no es justo en ese momento cuando está siendo golpeada y parece tener una cita con su pareja a la que admite a la mesa sin rechazo ninguno.
      Que ello se puede achacar a la asunción por la mujer del "derecho"del hombre a maltratarla en tanto que asunción de esa estructura patriarcal milenaria,pues sí,pero con lo que yo me voy a encontrar no es con lo estructural en abstracto sino con una situación concreta,y tampoco se trata de ir de Quijote desfaciendo entuertos así por mi cuenta.
      Si la mujer no es atacada ante mis propias narices,si la mujer no pide ayuda,de palabra o con una mirada,por ejemplo,pues.....Que ella está presa de su mentalidad de sumisión atávica,de su dependencia emocional,vale,pero ha de esperarse,pedirse,que ella también reaccione,no puedo cargarme yo sólo con la responsabilidad por su mentalidad o sus emociones individuales.

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    3. Muchas gracias Luis. Uno de los objetivos de los blog, como es este también, consiste en abrir los debates, profundizar en los temas, ayudarnos hombres y mujeres a convivir en los casos prácticos , reales y cotidianos. El objetivo último es provocar y generar ese hilo con calma, buena fe y ganas de avanzar. Y tu lo haces con creces. Todo lo que dices nos llevaría muchas horas, y seguramente las tendremos. Los hombres tenemos que hacer estos procesos. Tú has empezado ya hace mucho ¿Te das cuenta lo que estoy diciendo? Gracias Luis.

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  2. Luis Enrique Antolín21 de junio de 2014, 4:25

    En esta y en otras cuestiones nos quedan caminos que abrir y recorrer.Hablo a veces de este tiempo nuestro como Sinfonía en re,re de re-pensar,replantear,reformular....Y bien,re de recorrer y reandar.

    ¡Ah",y gracias y reconocimientos a vuesa merced,a quién espero nuestras Nuevas Majestades con medalla,título o toisón.

    Un abrazo,Manuel,me alegro mucho de haber topado con vos en mi recorrido.

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  3. ¡¡ Guiño grande a dos ojos!! (Que no es tenerlos cerrados a la vez) Gracias.

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