Hace unas semanas le escuché decir a un varón:
iLos inmigrantes nos roban el trabajo a los hombres y violan a nuestras mujeres!
El periodo Navideño tiene mucho valor simbólico para todas las personas, sean creyentes o
no.
En este blog durante años he ido mostrando diversas paradojas en torno a la
Navidad analizándolas con perspectiva de género y masculinidades. Permitidme
citarlas con sus correspondientes enlaces.
1- La paradoja del aborto en 2013. Enlace Aborto.
2- La paradoja de emprender tu propio negocio en 2014. Enlace propio negocio.
3- La paradoja de los usos del dinero dentro de la familia y
consumo con perspectiva de género en 2015. Enlace dinero familiar y consumo.
4- La paradoja de la representación y el poder en 2016. Enlace Representación y Poder.
5- Las paradojas de la tradición y la comida. Enlace Tradición y Antropología de la alimentación. Primera parte. y Enlace a la segunda parte.
6- Hoy me preocupan las reacciones machistas ante la
inmigración.
En todos los casos, a su vez, siempre he procurado hacerlo
desde la doble vocación o "doble militancia política" de: hombre-feminista-cristiano, ¡gran oxímoron a tres bandas para muchísima gente!
Tengo que confesaros que estas dos “etiquetas”
a las que aspiro me producen cierta “vergüenza”, a menudo pienso que no me las merezco y según los casos, ignoro cuál
de ellas me da más apuro, cuando digo llamarme cristiano o feminista. Ambas tienen muchas "similitudes" entre sí, al menos en el sentido de la responsabilidad y el respeto que me producen.
Y si me
lo permitís, cada vez que ocurre una violación de mujeres/niñas, o un nuevo
caso de violencia de género, la vergüenza la “siento” por pertenecer a la categoría de “hombre”. Como humilde cristiano de base y profesional de la Igualdad de género he procurado ser coherente desde el crecimiento personal. Navidad es el momento para revisarse. Ese tal "Jesús" puede convertirse en un modelo positivo de masculinidad para mí ¿Me expliqué?
Como maestro espiritual, el hombre de Nazaret hizo suyo un comportamiento masculino
novedoso que promovió la inclusión, la equidad de género y la liberación del
rígido modelo patriarcal. La aplicación práctica de los principios del modelo
de masculinidad de Jesús, ha permitido que grupos cristianos de varones hayan
descubierto en su propia conducta cuan profundamente arraigado está el modelo
dominante machista que favorece a los hombres y posterga a las mujeres. La
tarea de la reconstrucción de la masculinidad va de la mano con las
transformaciones familiares, sociales y políticas que propone el feminismo y
que asegurarán equidad de género en el futuro. Estas características de la
masculinidad de Jesús están en plena sintonía con lo que hoy demandan las
Mujeres en su lucha por la equidad de Género. Las instituciones religiosas
siguen siendo muy patriarcales, discriminatorias de la Mujer y machistas.
Pues bien, con todo esto, ¿qué postura adoptamos con el hecho
inmigratorio? Él no sería ni machista, ni racista, ni xenófobo.
La imagen del África negra que nos llega por las agencias de
noticias es la de una “HUMANIDAD ROTA”.
Este estereotipo nos interesa. Es la herencia
de la parte más fea del "COLONIALISMO MACHO". Nos consuela y alimenta a nuestro
ego de países del Norte el que África siga eternamente pobre y en crisis,
dirigida por hombres dictadores y corruptos.
Según Fidel Podga Dikam, en 1970,
de los 17 jefes de Estado que presidieron las independencias de los países, 9
fueron asesinados ¡Es una barbaridad! Posteriormente durante décadas fue una historia plagada de
golpismos, guerras étnicas y militarismos.
Mi sospecha como hipótesis es que ese
AFROPESIMISMO es muy útil para el auge de la xenofobia y ascenso de los
partidos de extrema derecha en toda Europa, dirigidos principalmente por hombres con
un tipo de “estilo de masculinidad tradicional”.
Es un etnocentrismo sexista de
manual. Nos creemos superiores (los hombres blancos del Norte), moralmente más desarrollados, e incluso en este
caso instrumentalizamos la igualdad de género de los países ricos como "marca propia" con la que nos llenamos la boca pero que a su vez usamos como arma
arrojadiza contra el Sur para “quedar por encima”.
Por eso la llegada de inmigrantes la
sentimos como una amenaza a nuestra identidad viril. "Ellos" son invasores contra
los que hay que pelear “como hombres”.
Es la variante desde este lado del mar, de un estilo
de la virilidad tribal, medieval, agresiva, la más retrógrada.
Despierta en muchos
hombres “ese viril ardor guerrero” de defensa ¿Me expliqué? Nuestra
socialización machista sigue teniendo como únicos interlocutores válidos a los
otros hombres, y sigue validando los modos y maneras patriarcales de la
violencia, la resistencia o el populismo antidemocrático en el espacio público.
¿Abrimos la mirada? ¿Sabemos que África es un continente
con mucho futuro? ¿Somos conscientes de que es un
continente muy rico y que nos limitamos a esquilmar sus recursos naturales y a
participar en la corrupción local, directa o indirectamente?
¿Nos damos cuenta de que es un continente
muy joven, con “recursos humanos” que vamos a necesitar en un primer mundo
envejecido?
¿Dejaremos de ser hipócritas de una vez y reconoceremos por fin que
somos nosotros quienes tenemos una crisis de identidad, y queremos seguir remarcando
las viejas señas de identidad del “hombre blanco, macho, colonial, y
nacional-católico”?
Otro día hablamos de la situación de las mujeres en África y sus posibilidades (la agenda feminista
es global), de Ellen Johnson Sirleaf y Joyce Banda, las mujeres Presidentas de
Liberia y Malawi respectivamente, y las que lo serán pronto, o de varios Parlamentos paritarios que hay en
algunos países africanos como Uganda. Pienso que las ONGs y las concreciones religiosas de los países pobres, son el futuro esperanzador, y la cara más amable de dichas instituciones. Esas iglesias jóvenes, entusiastas y amables están muy feminizadas.
Generalmente todo lo positivo no nos interesa, ni apoyar las políticas
de ayuda al desarrollo. No interesan sociedades inclusivas, libres, autónomas para que, así, no “tengan que huir” del
hambre, las necesidades, o la guerra.
Lo que nos interesa, insisto, es justificar
los viejos estereotipos y legitimar el cierre de las fronteras, “echarle huevos
al asunto” y expresar el “orgullo racista y xenófobo” como si fuéramos “hooligans”,
como si de un mundial de fútbol se tratara.
Lo relaciono con la violencia
en el fútbol porque lo está, porque tiene que ver con la naturaleza de los valores que he
venido explicando que se ponen en juego en la cabeza de estos hombres machistas, homófobos, xenófobos.
Son expresiones distintas, pero complementarias (sinérgicas) de los efectos del patriarcado en aquellos hombres socializados fuertemente en estos valores.
Estoy reconociendo que para mi tanto el "feminismo-igualdad de género", como el "humanismo cristiano" me ayudan a soltar los lastres de la "masculinidad más tóxica". Estoy agradecido a los dos. Me he movido siempre en universos femeninos, tanto en un ambiente como el otro.
Escuché hace unas semanas a un hombre joven, militante del
partido político VOX decir: “los inmigrantes nos quitan el trabajo a los
hombres y violan a nuestras mujeres”.
Aparte de racismo y xenofobia supongo que aprecies querida
lectora y querido lector los sesgos machistas y sexistas que se aprecian
en esos "esquemas cognitivos".
Imagino que no piensa en todas las mujeres
inmigrantes prostituidas, víctimas de trata, explotadas sexualmente a las que tiene acceso seguramente él o sus
amigos, cuando se van de juerga.
Supongo que tampoco es sensible a la “violencia sexual que sufren las
mujeres migrantes durante el tránsito", tema que desarrollé en la entrada de febrero del 2014: Enlace Violencia sexual de las mujeres migrantes.
Pues bien, no es el momento pero el sociólogo Narciso Michavila
advierte que el 72% de los votantes de ese partido son hombres. Hay un sesgo claro masculino mucho mayor que en otras corporaciones. Requeriría profundizar e investigar mucho más. Y el perfil de la mujer que lo ha votado (o
tiene intención de hacerlo) es muy tradicional en temas de género. (Otro día
analizamos el discurso de Marine Le Pen, mujer lideresa de extrema derecha, con estas claves). Intento constatar sin hacer juicios de valor.
Y lo que es más
curioso, se acercan al 90% de hombres, aquellos votantes de VOX que son robados
de otras marcas, lo que quiere decir que están “acertando” al reclutar como novedoso caladero de votos, a todos aquellos “hombres enfadados con las feminazis y los
manginos” ( términos que utilizan ellos) que hay en casi todos los partidos. No es casualidad la figura del Juez Serrano en todo esto y lo que representa, ni que se "autodefina como el azote de las feministas". (La palabra que usa es la otra que no quiero repetir).
Dicho de otro modo,
parece que están acertando al reclutar toda “la machirulez” (perdón por el
palabro) de todo el espectro político. Estos “manginos” seríamos los hombres
blanditos, “amariconaos”, “esquiroles”, “perritos falderos de las feministas" (usan la otra palabra),
algo que me han dicho a menudo y que debiera sentirme orgulloso seguramente. (Todo con mil comillas).
Voy a ser arriesgado. Incluso observo en diversas
declaraciones agresivas de varones de partidos en teoría de izquierdas, que
arremeten contra el partido arriba indicado, (o contra el ascenso de la extrema derecha
en Europa), con ciertos tufillos de machos contra machos. A mí me suena a otra variante de lo mismo. (Espero que se entienda) Me pide el cuerpo pedirle a mis compañeras feministas de varios partidos que nos vigilen "a los camaradas varones" en este sentido. No existe ninguna estructura
libre de machismo. Es una mirada transversal ¿Me explico?
Algo parecido observo en los sectores ultracatólicos más conservadores que siguen abrazando valores muy patriarcales. Sus varones en este momento con más fuerza están encontrando cobijo ante el "agobio feminista". Son posturas más polarizadas.
En definitivas cuentas, todos los que huyen del avance de las mujeres, y se sienten acorralados por el avance de la Igualdad de género, están encontrando una nueva Reconquista y ahora "enseñan la patita".
Respecto a la inmigración hay una obsesión por la SEGURIDAD
¿De qué tenemos miedo? ¿De qué y a quién hay que proteger? Si eres hombre, todo
conduce a “alimentar el ego viril” y necesitar proteger a “tus mujeres-madres-hijas” de
otros machos que vienen de fuera a delinquir. Y si eres mujer, sirve para
meterte miedo en el cuerpo para que no salgas sola a la calle, y menos por la noche, para que tengas miedo de sufrir una violación, o temas que una banda
de delincuentes rumanos te robe en el chalet.
Además he observado en prensa y por mis propios oídos
arremeter contra inmigrantes y homosexuales. Ambos términos aparecen juntos cada vez más. Hay una unión natural de ambas categorías juntas.
Constantemente vemos casos de violencia contra ambos colectivos perpetrados por
varones muy jóvenes, en su inmensa mayoría. Está muy clara la causa: van en el
mismo lote, porque están dichos y hechos por el mismo tipo de hombre. Está muy
estudiado que la homofobia es un pilar fundamental en la construcción de la
masculinidad. Es muy patriarcal y machista el eje amigo/enemigo donde se basa
la identidad. Consiste en elegir contra quién tengo que pelear.
La periodista y editora Afua Hirsch, una mujer joven de padre judío británico y madre
de Ghana, ha escrito un ensayo titulado “Lo británico: raza, identidad y pertenencia”,
donde nos relaciona su crisis personal de mujer actual con mucha mezcla en un ambiente plural, con la
propia crisis de identidad nacional, con lo que significa ser británico hoy en día. Esa desorientación ocurre
en toda Europa.
Añade que "la mayoría de líderes populistas son hombres.
Quienes apoyan el Brexit con mayor beligerancia también son hombres. Ellos tienen una
sensación de “salir de un armario” y de necesitar “una venganza de hombres
blancos de mediana edad” que buscan seguir como antes y “poner las cosas en su
sitio”. Usan su poder y dinero como indicador de su masculinidad y pretenden
seguir teniendo a “sus mujeres” como subordinadas y complementarias de las
tareas de crianza y cuidados".
Todo esto lo dice ella y coincide con lo que venimos afirmando en este blog.
Termino con una conclusión. Mi amiga Pilar, compañera de Fe,
tuvo el acierto de recordarme en Navidad, los 17 objetivos de Desarrollo
Sostenible, compromiso firmado y aprobado por 193 países, el 25 de septiembre
de 2015, en la Asamblea General de la ONU. Enlace O.D.S. Objetivos.
Son de aplicación universal. Esta es la gran paradoja. En teoría son compromisos compartidos por la mayoría pero vemos que no es verdad. Merecen
una atención especial otro día, pero hoy queda decir que el empoderamiento de las mujeres, la erradicación de la pobreza, la salud ,la educación universal , o la protección al medio ambiente todos atravesados por la perspectiva de género son asuntos de derechos humanos.
Muchos hombres de los que he citado, militantes del patriarcado me dicen que esto es "buenismo", ingenuidad, "idealismo bambi", o "lo políticamente correcto". Con estos objetivos conseguidos, la inmigración sería diferente.